15 febrero 1956

José Luis Arrese, nuevo ministro Secretario General del Movimiento Nacional

Franco defenestra al ministro Ruiz Giménez por la crisis universitaria

Hechos

  • El 16 de febrero de 1956, una semana después de los incidentes de la Universidad de Madrid – el dictador de España, General Francisco Franco, relevó a su ministro de Educación, D. Joaquín Ruiz Giménez, por D. Jesús Rubio García Mina.  Igualmente reemplazó al ministro Secretario General del Movimiento, D. Raimundo Fernández Cuesta, por D. José Luis Arrese.

Lecturas

Coincidiendo con las revueltas universitarias en España, el general Franco Bahamonde forma nuevo Gobierno el 16 de febrero de 1956, gobierno del que ya no formará parte D. Joaquín Ruiz-Giménez Cortés, convertido en la principal víctima política de la crisis de la Universidad.

El nuevo Gobierno, con varias modificaciones con respecto al anterior gabinete de 1951, presenta la siguiente composición:

  • Presidente – D. Francisco Franco Bahamonde
  • Agricultura – D. Rafael Cavestany de Anduaga
  • Aire – General D. Eduardo González-Gallarza
  • Asuntos Exteriores – D. Alberto Martín-Artajo Álvarez
  • Comercio – D. Manuel Arburúa de la Miyar
  • Educación Nacional – D. Jesús Rubio García-Mina
  • Ejército – D. Teniente general Agustín Muñoz Grandes
  • Gobernación – D. Blas Pérez González
  • Hacienda – D. Francisco Gómez de Llano
  • Industria – D. Joaquín Planell Riera
  • Información y Turismo – D. Gabriel Arias-Salgado de Cubas
  • Justicia – D. Antonio Iturmendi Bañales
  • Marina Almirante – D. Salvador Moreno Fernández
  • Obras Públicas – D. Fernando Suárez de Tangil y Angulo, conde consorte de Vallellano
  • Presidencia – Almirante D. Luis Carrero Blanco
  • Secretario general del Movimiento – D. José Luis de Arrese Magra
  • Trabajo – D. José Antonio Girón de Velasco

A pesar de que el Gobierno del General Franco hizo todo lo posible por que no trasluciera demasiado la crisis universitaria del año 1956, la trascendencia de aquellas protestas universitarias – marcadas por el trágico asesinato de estudiante falangista a manos, supuestamente, de comunistas – causó que el Dictador decidiera la destitución del ministro de Educación, D. Joaquín Ruiz Giménez, del sector vaticanista del franquismo, por considerar que su política aperturista había fomentado las protestas universitarias.

1956.MinistroEducacion El falangista D. Jesús Rubio García, nuevo ministro de Educación Nacional

En el mismo cambio de Gobierno, el General Franco decidió nombrar a D. José Luis Arrese nuevo ministro Secretario General del Movimiento Nacional, sustituyendo a D. Raimundo Fernández Cuesta.

1956.ministroArrese El falangista D. José Luis Arrese, nuevo ministro Secretario General del Movimiento Nacional.

Con su nombramiento triunfaba la influencia de la familia falangista dentro del Gobierno franquista y abría la esperanzas a que un ‘Plan Arrese’ pusiera en marcha la deseada ‘revolución pendiente’ por la que clamaban los falangistas, frente al resto de familias.

Las esperanzas de que el Sr. Arrese pusiera en marcha ‘la revolución pendiente’ con la que sueñan los sectores más revolucionarios del falangismo, se esfuma al año, con el siguiente cambio de Gobierno que  le arrebata el mando sobre el Movimiento.

El Análisis

JF Lamata

Es especialmente interesante prestar atención al discurso de despedida de D. Joaquín Ruiz Giménez como ministro. Este es un fragmento:

«Mi relevo coincide con el del Secretario General del Movimiento, cosa que pudiera dar lugar a erróneas interpretaciones, por desconocimiento de los problemas complejos que lo motivan…»

El Sr. Ruiz Giménez está reconociendo abiertamente que hay discrepancias entre las familias del franquismo. Esta es otra de las frases que dijo:

«Tengo que decir que durante la guerra, con la camisa azul, recorrí los campos de batalla de España» (se emociona causando un aplauso…)

Aparentemente el ya ex ministro intentaba demostrar que no era un enemigo de los falangistas recordando que él también tenía camisa azul. Es interesante, porque si en 1956 era útil intentar convencer a la opinión pública de que no era un enemigo del falangismo, tan sólo una década después, a partir de los años sesenta, sería más útil ser reconocido como enemigo del falangismo para escalar puestos. No digamos tras la muerte del General Franco.

D. Joaquín Ruiz Giménez intentaría a partir de su cese agrupar a los católicos vaticanistas que quisieran separarse del franquismo para formar una oposición democristiana a la dictadura. Pero eso abre la duda… ¿Hubiera pasado el Sr. Ruiz Giménez a ser un opositor a la dictadura, si el dictador no le hubiera destituido como ministro?

J. F. Lamata