2 abril 1992

Con el apoyo del ejército yugoslavo de Milosevic, las tropas serbobosnias iniciaran un proceso de limpieza étnica contra los croato-musulmanes

Los croato-musulmanes logran la independencia de Bosnia-Herzegovina, pero los serbios-bosnios proclama su propia república incrementando la Guerra Civil

Hechos

  • El 1.03.1992 el referendum de Bosnia-Herzegovina se proclamó independiente de Yugoslavia con el 60% de los votos
  • En abril fue proclamada la República Serbia de Bosnia presidida por Radovan Karadzic.
  • El 30.05.1992 la ONU decretó un embargo contra Yugoslavia por considerarle co-responsable de los crímenes de la República Serbia de Bosnia.

Lecturas

LOS JEFES POLÍTICOS DE LA REPÚBLICA SERBIA DE BOSNIA

karadzig_krajisnig Radovan Karadzic y Momcilo Krajisnik los líderes del Partido Demócratico Serbio asumieron los cargos de ‘presidente de la República Serbia de Bosnia’ y ‘presidente del parlamento de la República Serbia de Bosnia’ respectivamente.

EL JEFE MILITAR DE LA REPÚBLICA SERBIA DE BOSNIA

mladic El general Rakto Mladic está considerado el máximo responsable de la matanza de Srebreninca.

srbreninca Víctimas de la matanza de Srebreninca.

01 Marzo 1992

Bosnia-Herzegovina vota por su independencia pese a la oposición serbia

Hermann Tertsch

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Dos muertos a tiros en un enfrentamiento entre serbios y croatas cerca de la ciudad de Travnik y numerosos incidentes provocados por fuerzas serbias contrarias a la consulta no impidieron ayer una elevada participación en la primera de las dos jornadas del referéndum sobre la independencia de Bosnia-Herzegovina.

Al cierre de esta edición, la participación alcanzaba ya cerca del 50% en diversos puntos del país con mayoría croata y musulmana. En Sarajevo, Tuzla y otras ciudades, también acudieron a votar miembros de la comunidad serbia pese a la vehemente oposición a esta consulta del Partido Democrático Serbio.Los votos afirmativos y los emitidos serán prácticamente los mismos ya que los adversarios de la independencia han llamado al boicoteo de la consulta.

En pequeñas ciudades y aldeas de mayoría serbia los musulmanes y croatas ejercieron el voto en domicilios particulares ante la imposibilidad de abrir colegios electorales. Desde Bosanska Grahovo y otras ciudades de las regiones serbias de la Krajina bosnia llegaban a Sarajevo noticias sobre la detención de los miembros de diversas mesas electorales y sobre la presencia intimidatoria de grupos de serbios armados y en parte uniformados.

Fuentes del Gobierno de Sarajevo no dudaban ayer que cuando esta tarde cierren los colegios electorales, en torno al 60% del censo se habrá pronunciado en favor de la independencia de Bosnia-Herzegovina, cifra con la cual considera cumplir todos los requisitos exigidos por la Comunidad Europea (CE) para su reconocimiento internacional. La población de esta república está compuesta por una mayoría musulmana del 45% y dos grandes minorías de serbios (30%) y croatas (18%).

El presidente de Bosnia-Herzegovina, el musulmán Alia Izetbegovic, urgió a la comunidad internacional a un rápido reconocimiento para hacer frente a los intentos de división del territorio de la república que hacen surgir de nuevo el espectro de una guerra.

El presidente del Partido Democrático Serbio, Radovan Karadzic, insistió en que el referéndum era ilegítimo, reafirmó que la secesión de Yugoslavia no puede realizarse contra la voluntad de la nación serbia y anunció la proclamación de una constitución de la nación serbia en Bosnia-Herzegovina.

Los dos muertos de las cercanías de Travnik son al parecer el resultado del intento de un grupo de serbios por cruzar unas barricadas levantadas por croatas que bloquean así desde hace semanas una fábrica de material bélico controlada por el Ejército federal. Ayer, aún no había sido esclarecido quién había abierto fuego.

Incidentes minimizados

Los temores a una siempre posible escalada del conflicto en esta república étnicamente tan mixta inducían ayer a los representantes de la comisión central del referéndum a minimizar todos los incidentes y asegurar que «no tenían información».En pequeñas aldeas cercanas a Sarajevo, los musulmanes y croatas acudieron desde primeras horas de la mañana a votar mientras los serbios celebraban en cementerios e iglesias su cadusnice, día de recuerdo de los muertos.

Observadores internacionales, especialmente de la CE, que en una cifra en torno a los 800 se han desplegado por toda la república para controlar la consulta, informaron ayer en Sarajevo que grupos y autoridades serbias trataron de impedir que los votantes accedieran a las urnas, pero confirmaron también la presencia de votantes serbios en numerosos colegios, sobre todo en los de la capital.

06 Marzo 1992

Karadzic culpa a la Comunidad Europea de la situación en Bosnia Herzegovina

Alfonso Rojo

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El líder de los serbios de Bosnia-Herzegovina, Radovan Karadzic, culpó ayer a la Comunidad Europea (CE) del deterioro de la situación en su república y vaticinó que si la CE sigue por el mismo camino «la guerra civil es inevitable». «No sé cómo se sentirían en Alemania si la CE auspiciara la independencia de Bavaria o qué pensarían los españoles si la Comunidad ofreciese la independencia a Andalucía», afirmó Karadzic, en el curso de una rueda de prensa en la que calificó el referéndum celebrado el pasado fin de semana en BosniaHerzegovina de «conspiración de musulmanes y croatas».

«FIEBRE» SEPARATISTA.-

Karadzic, psiquiatra de profesión y líder máximo del Partido Democrático de los Serbios de Bosnia (PDS), insistió en que la «fiebre» separatista que desintegra Yugoslavia entraña graves peligros para todas las naciones europeas: «Este proceso es un virus y Europa acabará por sufrirlo. Es un virus qúe atacará al Viejo Continente». Pocas horas antes de que el enviado de Naciones Unidas, Cyrus Vance, aterrizara en Sarajevo para ultimar los preparativos del inminente despliegue de «cascos azules» de la ONU en la vecina Croacia, Karadzic reiteró que los serbios de BosniaHerzegovina se opondrán tajantemente a que la república se independice de Yugoslavia. «Para nosotros sólo hay dos posibilidades: la permanencia en Yugoslavia o la creación de tres Bosnia-Herzegovinas soberanas, una serbia, otra musulmana y otra croata, unidas en una confederación». Las palabras de Karadzic son especialmente preocupantes, sobre todo a la luz de lo ocurrido el pasado lunes y martes, cuando grupos de serbios fuertemente armados bloquearon las calles de Sarajevo. Karadzic admitió ayer que su partido lleva meses distribuyendo armas a sus seguidores, al igual que han hecho croatas y musulmanes. Bosnia-Herzegovina tiene una población de 4,5 millones de personas de las que el 44% son musulmanes eslavos, el 32% son serbios y el 18% croatas. Las tres comunidades han convivido relativamente en paz desde la II Guerra Mundial, pero cada día son más frecuentes los indicios de que está a punto de estallar una desgarradora guerra civil. Karadzic acusó ayer al presidente Alija Izetbegovic, líder de Acción Democrática, de no respetar los acuerdos: «Ha creído que controla toda Bosnia porque nosostros no hemos impedido la celebración del referéndum, pero si hubiéramos querido, los hombres del PDS hubieran podido impedir por la fuerza la celebración del referéndum en el 60% del territorio de la república». El líder del PDS instó a Izetbegovic a cesar en sus declaraciones «triunfalistas», y afirmó que habían llegado a un compromiso previo por el que el referéndum no significaba automáticamente la independencia.

«PROCESO DESCONTROLADO».-

Karadzic dijo que tanto la CE corno el presidente Izetbegovic han precipitado a Bosnia en un «proceso descontrolado» y que la situación se ha vuelto impredecible: «Pido a Europa que no vuelva a mencionar el término independencia hasta que hayamos arreglado las cosas». El líder serbio añadió que las barricadas levantadas en las calles de Sarajevo y en numerosas carreteras, del país el pasado lunes y martes no habían sido consecuencia de un plan premeditado, sino la acción espontánea de los jóvenes serbios y que cada hora le resulta más difícil frenar a los extremistas. Tras tres días de barricadas y de escaramuzas, la calma ha retornado a Sarajevo, donde continúan vigilando discretamente las calles patrullas mixtas, integradas por policías bosníacos y soldados del Ejército federal.

La tensa espera de la capital contrasta con algunas explosiones de violencia en el interior. Viajeros llegados de Travnik, la vieja ciudad enclavada a un centenar de kilómetros al noroeste de la capital, aseguran que la localidad ha sido transformada en una auténtica plaza fuerte por milicianos de la extrema derecha croata. En Capljina, al sur de la república, grupos de croatas han rodeado un cuartel del Ejército Federal exigiendo armas y no se descarta que su acción degenere en una lucha abierta con serbios de localidades vecinas. Según la televisión de Sarajevo, al menos dos obuses de cañón fueron disparados en la madrugada de ayer contra las casas del centro y un millar de «chetniks» serbios avanzan hacia el lugar.

05 Mayo 1992

Sangre y muerte

EL PAÍS (Director: Joaquín Estefanía)

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LA CRUEL guerra civil que asola la república independiente de Bosnia-Herzegovina, integrada hasta el pasado 6 de abril en la hoy mermada Yugoslavia, es la demostración palpable de cómo, en determinadas circunstancias, ni los votos, ni las manifestaciones populares, ni nada que suponga la expresión y el sentir de los ciudadanos, se tiene en cuenta a la hora de imponer criterios nacionalistas fanáticos. Las últimas anécdotas de la desolada Bosnia fueron el secuestro de su presidente, Alia Izetbegovic, por parte del Ejército serbio-federal; su posterior liberación, tras un acuerdo con las fuerzas musulmanas que asediaban el cuartel general de las tropas serbias, y el ataque al convoy de los militares en el que viajaban el presidente Izetbegovic y el general Kukanjac, máximo responsable del Ejército federal en Bosnia, en el que murieron dos oficiales.La respuesta del general fue inmediata: «Se verán las consecuencias de este acto», que dicho por quien hace tiempo manda las fuerzas que están destrozando una ciudad -Sarajevo- y un país, Bosnia, pone los pelos de punta. Pero así están las cosas en una de las repúblicas con una población más compleja y subdividida: un 40% de musulmanes, un 30% de serbios y un 18% de croatas, de un total de algo más de 4,5 millones de habitantes.

Es evidente hace tiempo que la actuación del Gobierno de Serbia, con su presidente, Milosevic, a la cabeza, ha alcanzado cotas de indignidad y crueldad dificilmente imaginables en quienes se consideran estadistas y alardean en sus discursos de defender la paz. Si en la guerra con los croatas ya dio sobradas muestras de no respetar ninguno de los acuerdos intemacionales suscritos por él mismo, alegando no poder controlar a los comandos serbios que actuaban en aquel territorio, en Bosnia-Herzegovina, su actuación, como responsable último de su Ejército, es también criminal.

La disgregación nacionalista yugoslava y la consiguiente emergencia de las nuevas repúblicas ha sido reconocida paulatinamente por las potencias mundiales. Para ello se exigía en cada caso como condición previa la celebración de un plebiscito en el que los ciudadanos afectados pudieran manifestar libremente su opinión sobre la independencia del territorio en cuestión. Así se hizo en Bosnia-Herzegovina, y triunfó ampliamente la opción independentista. Serbia, con Belgrado a la cabeza, sólo cuenta en la actualidad con el apoyo decidido de la zona más pobre de la antigua Yugoslavia, Montenegro.

Un factor negativo añadido es la actuación en Bosnia de una formación política, el Partido Democrático Serbio, encabezado por Karadzic, que ya había advertido que transformaría la república en un país de sangre y muerte si aquél optase por la separación. Con la ayuda inestimable del Ejército federalserbio, lo está cumpliendo a rajatabla. Es, sin duda, una de las escasas promesas rigurosamente cumplidas por quienes, autocalificándose de demócratas, no reconocen los resultados de aquellas votaciones que no les benefician directamente. Un concepto muy particular de la democracia.

La muerte de un observador comunitario de nacionalidad belga en el ataque del Ejército federal a una central eléctrica próxima a Mostar ha supuesto la suspensión de las actividades comunitarias de observación «por un tiempo indefinido». Ello complica aún más un proceso de recreación nacional en el que las potencias mundiales no pueden permanecer al margen.

Si el sentido común y las reglas democráticas, por las que la opinión de la mayoría debe prevalecer sobre las minoritarias sin oprimirlas, no fueran debidamente respetados, la comunidad internacional debería volver a aplicar todo tipo de sanciones, políticas y económicas, a un Gobierno serbio que sólo busca consolidar y extender su influencia entre los restos de uña Yugoslavia agonizante, amparándose para ello en el control y posesión de la fuerza, el Ejército federal, que respalda y alienta con sus actuaciones las de los rescoldos serbios en las distintas repúblicas incapaces de aceptar su condición de minorías.