15 abril 2007

Críticas del medios derechistas a Matas por ofrecérselo y progresistas y nacionalistas catalanes a Janer por aceptarlo

Jaume Matas ficha a la escritora catalanista María de la Pau Janer para que sea la nº 8 en las listas del PP en Baleares: desde TV3 la acusan de ‘traidora-tránsfuga’ y en sectores españolistas de infiltrada

Hechos

El 15.04.2007 el Partido Popular de Baleares anunció en un comunicado que Maria de la Pau Janer iría en las listas del PP a las elecciones al Parlamento de Baleares de 2007.

19 Abril 2007

La prosa

Maruja Torres

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Mi estancia en Mallorca para divulgar mi nuevo libro coincide con el pase a las listas del PP de mi colega María de la Pau Janer. Algunas personas me detienen en la calle para preguntarme: a), qué puede encontrar una escritora haciendo política que no halle pergeñando libros; y b), si éste es el momento adecuado para hacerse del PP, dado que se encuentra en caída libre.

Empecemos por lo segundo. Con todo mi respeto por la valiente decisión tomada por María de la Pau -tiene que besuquearse cada dos por tres con Jaume Matas, presidente popular de la autonomía balear, para las fotos: y eso es peor que comerse las verrugas de la reina de Inglaterra-, éste no será el instante conveniente para pasarse al Partido Popular de Rajoy, Acebes y Zaplana; es decir, el de tinte peninsular e incluso mesetoide. Pero, hijos e hijas mías, no os equivoquéis. El PP de Matas es quien manda en una autonomía donde impera la ley del más fuerte en caciquismo y sicarismo, por no hablar de clientelismo. Por lo tanto, el paso de Janer -dicen que con promesa de ser consellera cultural, o sea, ministra- a las filas populoides me parece tan acertado como el que dieron, en los primerizos días aznareños, Racionero y Juaristi. No menospreciemos a la criatura, quien por otra parte cuenta ya con todo mi mayor aprecio.

En cuanto a la primera pregunta. Me parece obvio lo que un escritor o una escritora o un escribidor o una escribidora podemos hallar metiéndonos en las listas de un partido político y sacando además una primogenitura. ¿No veis que podemos cambiar el mundo? Por ejemplo, si yo fuera Janer, que ya sé que ella no lo hará, porque es menos osada, convertiría las bibliotecas baleares en urbanizaciones como la de Andratx y -ándale- las intercomunicaría mediante túneles: todo dentro de la misma empresa constructora. Luego pondría una tasa Michael Douglas de pago obligatorio a todos los isleños que desearan visitar el lugar para saber cómo eran los libros antes de convertirse en chalés.

Ya lo dijo un Kennedy, o tal vez un Gore que no era Vidal: no te preguntes lo que el PP puede hacer por ti, sino lo que tú puedes hacer por el PP. Dada la envergadura del reto, ¿cómo puede la prosa resistirse?

20 Abril 2007

La deslealtad política

Justino Sinova

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Vivimos tiempos en los que abundan casos de deslealtad política. El paradigma de este fenómeno lo personaliza en España el lehendakari, Juan José Ibarretxe, un cargo de la Administración gracias a la Constitución democrática de 1978 que emplea gran parte de su tiempo en socavar los cimientos de la legalidad. No ahorra esfuerzos: lo mismo se entrevista en sede oficial con Batasuna -o sea, ETA- que colabora con la llegada de los etarras a las instituciones, que cierra los ojos a la calamitosa falta de libertad que padece una parte de la población en el País Vasco.

Lo último que ha hecho ha sido desempolvar su plan de convocar una consulta en Euskadi, que ha anunciado ayudado de falsedades y ajeno a la violencia emboscada en las tres provincias vascas. Al presidente del gobierno de una comunidad autónoma española no le corresponde llamar a los ciudadanos a un referéndum consultivo. No tiene competencias para ello. El referéndum es un recurso extraordinario cuya convocatoria reserva la Constitución al Rey, tras propuesta del presidente del Gobierno central después de la autorización del Congreso. No es que Ibarretxe ignore el artículo 92 de la ley fundamental, lo que ya sería grave, es que le importa literalmente nada y está dispuesto a incumplirlo, lo que revela un grave ánimo desleal hacia la nación que le soporta y, en especial, hacia los ciudadanos de su autonomía que quieren vivir en la paz y en la legalidad.

Ibarretxe falsea la realidad cuando denomina a su objetivo «consulta democrática», porque no puede ser democrático lo que incumple una ley pactada aprobada por los ciudadanos y que sustenta la actividad de un país democrático. Cumplir la ley cuando a uno le gusta y no cumplirla cuando no le gusta es un abuso, una arbitrariedad, o sea, un gesto antidemocrático. Pero Ibarretxe está en el camino de separar a Euskadi del resto de España y para ese propósito le vale todo, incluso desdecirse y olvidarse de que, cuando hablaba antes de este proyecto insensato, aseguraba que no lo activaría mientras ETA no desapareciera. Hoy ETA sigue viva, rearmada y amenazadora como siempre, pero él, desde un despacho de la Administración española, trabaja por el sueño nacionalista de una Euskadi independiente por caminos inconstitucionales. En realidad, es que con ETA coincide en los propósitos.

Frente a esta deslealtad colosal, que se beneficia del cansancio de la atención ante los hechos reiterados, hay otras deslealtades políticas que parecen menores, pero son muy significativas. Está la deslealtad de los diputados tránsfugas que se llevan su escaño a otro grupo parlamentario, en lo que es una traición al voto ciudadano, que en nuestro sistema de listas cerradas se concede a un partido o a un líder determinado y no a los miembros individuales de la candidatura. Y deslealtad sonora de estos días es la de la escritora María Pau Janer, fichada por el popular Jaume Matas en Baleares, que no hace otra cosa que denigrar al Partido Popular con afirmaciones tan pasmosas en quien ha aceptado un compromiso como que podría compartir la «alergia visceral» que a ese partido, según ella, se siente en Cataluña. Éste es un caso que afecta a la vida interna de un partido, y Matas y su jefe, Mariano Rajoy, sabrán si tragan con la discrepante que los insulta en su propia casa, pero como ejemplo público de deslealtad personal es insuperable. Y afecta a la entidad de la ética que mucha gente aprende en la práctica, deteniéndose en las conductas de quienes más expuestos están a los focos de la notoriedad.

22 Abril 2007

Los Países Peperes

Toni Soler

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El Fichaje. Se podría decir que María de la Pau Janer se ha metido en un buen berenjenal. A lo mejor en Baleares la jugada le sale bien, pero no ocurre lo mismo en Catalunya, donde, como es sabido, el PP contamina todo lo que toca. Tampoco en Madrid donde la ven como una catalanista peligrosa (a ella y a Jaume Matas, que ya es decir). Con todo, si somos objetivos, tenemos que admitir que el fichaje de Janer por el PP balear es una estupenda noticia para la lengua y la cultura comunes, y lo será aún más si – como se dice – la escritora se convierte en consellera de Cultura del Gobierno balear. María de la Pau Janer no ayudará a crear los Paisos Catalans, desde luego; pero seguro que intentará fortalecer el catalán en las islas, sin caer en desvaríos segregacionistas. Y si convence a Jaume Matas, puede que en un futuro próximo (en Frankfurt, sin ir más lejos) la proyección internacional del catalán se haga de forma coordinada. Se oyen lamentos nacionalistas porque María de la Pau Janer se ha pasado al otro bando. Si a alguien le sirve de consuelo, hay que reseñar que en el otro bando se oyen lamentos parecidos porque el presidente Matas se está apartando del sendero fácil del anticatalanismo. Y esto, aunque sea difícil de aceptar, es más de lo que el nacionalismo catalán conseguirá jamás en Baleares.

Habrá que asumir que Catalunya, Valencia y Baleares sólo se sienten unidas cuando Piqué, Camps, y Matas – que son buenos amigos – se reúnen a hablar de sus cosas: son los Países Peperos. Menos da una piedra.

22 Abril 2007

Candidata, pero sólo de Matas

Andreu Manresa

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«No soy una persona del PP ni tengo su ideología». La escritora mallorquina Maria de la Pau Janer entró en la lista del PP de Jaume Matas por Baleares y nada más llegar se desmarcó del partido, desdeñó algunas de las posiciones de «crispación» del PP nacional y afirmó que no le hace ninguna ilusión fotografiarse con Rajoy, Acebes o Zaplana.

La novelista ganadora del Planeta en 2005 indicó que sólo apoya a Matas y que el PP de Baleares, que tiene políticas «mucho menos radicales» que las dictadas por el trío de Génova, al que no respaldará. Además, rechazó el boicoteo proclamado por Rajoy contra los medios del Grupo PRISA, según afirmó en una entrevista que concedió a Radio Mallorca, de la SER.

«No soy una persona del PP ni tengo su ideología», dice la ganadora del Planeta

«Sed de la naturaleza de anguila en lo hicieres». Janer tomó este verso medieval como emblema de una de sus novelas y parece que ajustó la máxima a su talla, a su acción personal. Janer, que se define «catalanista» y se compromete con el PP para ir de número ocho en las listas autonómicas que encabeza Matas, reitera al mismo tiempo su apoyo político a Artur Mas (CiU) para ser presidente de Cataluña.

Janer participó en el mitin central de CIU en las últimas elecciones en Barcelona y se justifica dual al asegurar que «Cataluña y Baleares son dos realidades muy diferentes». Matas ha intentado solventar ciertas contradicciones y asegura que el PP balear representa una parte del espectro de lo que es CiU, mientras que el portavoz del partido, Miguel Ramis, añade que la formación incorpora el «nacionalismo [mallorquín] moderado e inteligente».

La autora de Las mujeres que hay en mí, superados los 40 años y madre reciente de una niña, mantiene que es «independiente» porque no se ha afiliado al partido conservador y que su compromiso es con Matas. Es contraria a las campañas del PP contra el Estatuto de Cataluña y a su política lingüística en la Comunidad Valenciana. Se estrena en la contienda electoral aunque en 1995 fue fichada para las listas del PSOE de Palma y tuvo que plegar por la oposición de una feminista radical, Teresa Nieto. Janer también se dijo próxima al PSM, nacionalista.

La incorporación mediática y por sorpresa de la literata, profesora de universidad y presentadora de la televisión catalana y balear -«intelectual» e independiente se definió-, fue decidida en secreto por Matas.

Es la sorpresa electoral en Baleares, y durante la última semana ha generado una lluvia de portadas de diarios locales, minutos de run-run y flujos adversos en la Red, en los blogs de la izquierda y en los de la derecha dura. La espuma del salto de la novelista a las listas del PP -con la meta de ser consejera de Cultura- ha disipado una parte de las sombras del eco crítico sobre el pisito/palacete de Matas, la vivienda privada del presidente balear y el escándalo de supuesta corrupción del caso Andratx.

En el seno del PP balear, la entrada de la candidata cultural en su causa, vía Matas, y sus afirmaciones distantes hacia el partido y sus ejes, adversas contra sus líderes nacionales, han alzado en armas a núcleos duros. Voces y grupos internos hasta ahora influyentes en temas culturales y educativos, contrarios al catalanismo y que han marcado la línea de la acción y los discursos de Matas, llamaron a bloquear la centralita del PP balear y razonaron en artículos su disentimiento y disgusto. Militantes del PP, en cartas y artículos, niegan el voto a la lista con Janer. Escurridiza, rica y famosa, ella ya ha dicho que no renunciará.

27 Abril 2007

Las razones de un compromiso

María de la Pau Janer

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Las razones que justifican una opción vital tienen que ser fruto de la reflexión y del convencimiento. Cualquier camino que escojamos desde la madurez del ser adultos implica una voluntad concreta: la de ser coherentes y el deseo de integrarnos en un proyecto.

Yo nací en Mallorca, una isla magnífica, con una realidad social compleja y una historia llena de vicisitudes. Una isla que está acostumbrada a acoger a muchos pueblos llegados de fuera y que es conservadora y abierta a la vez. Quizás esta dualidad sea uno de los aspectos que más atractivos me resultan. Por un lado, Mallorca posee un fuerte carácter apegado a la tradición, a las costumbres que hemos heredado de nuestros antepasados y que pretendemos legar, como un tesoro, a las generaciones futuras. Se trata de todo un bagaje de riqueza cultural que mantiene un vigor y una energía extraordinarios. Por otro, su voluntad cosmopolita de lugar que ha sabido impregnarse de modos extranjeros, enriqueciéndose con toda la sabiduría de los que llegaron de lejos y decidieron convertir nuestras islas en su paraíso particular.

Grandes artistas y pintores eligieron en un momento determinado de sus vidas el archipiélago balear como espacio vital: desde Chopin y George Sand hasta Robert Graves, escritores, músicos y pintores han escogido nuestros paisajes como fuente de inspiración y se han instalado en nuestras islas. Personalmente, me siento profundamente arraigada a mi tierra, con esa vinculación que experimentamos los isleños, incapaces de alejarnos demasiado tiempo sin añoranzas del lugar donde abrimos los ojos al mundo.

Mis padres, mis abuelos y bisabuelos son mallorquines, gente de bien que vivía su presente e intentaba construir con tenacidad y esfuerzo su futuro.

Hace años que conozco al presidente Jaume Matas. Durante mucho tiempo, he sido una observadora y escrutadora más de su labor de construcción de un sentimiento de Illes Balears. Ahora, he decidido apostar de una forma mucho más activa por su proyecto.

Debo decir que tomar una decisión no ha sido nunca algo sencillo para mí; me gusta hacer mis opciones combinando razón y sentimiento. Creo que lo que pensamos debe ir de mano de lo que sentimos. Las palpitaciones del alma han de ir unidas a los designios de la razón, porque sólo desde esta sabia combinación podemos elegir con la tranquilidad de espíritu necesaria. Hago una apuesta de modernidad y de desarrollo para mi tierra, puesto que Jaume Matas, responsable del Partido Popular de les Illes Balears, es la persona capaz de concretar las aspiraciones de una sociedad que quiere seguir avanzando, que es dialogante y que opta por la tolerancia para enfrentarse con los retos que nos presenta el futuro.

He dedicado mi vida a las letras. Hace años, comprendí que escribir era una pasión y una necesidad en mi vida. Tener la oportunidad de inventar mil mundos, de ponerse en la piel de tus propios personajes, de abrir interrogantes y buscar respuestas es un regalo maravilloso para un escritor, aunque en ese proceso una pase momentos solitarios. La escritura exige esfuerzo, dedicación y mucho tiempo de soledad. La literatura me ha enseñado que el mundo se transforma a partir de la unión de numerosos esfuerzos, que siempre hay posibilidades para quienes queremos aprender y construir en positivo.

Como escritora independiente, doy mi apoyo al proyecto de quien ha gobernado les Illes Balears los últimos cuatro años. Mi decisión no es fruto de la ligereza ni de la superficialidad, sino del deseo de participar en la construcción del futuro de las islas. Creo que todo aquello que es positivo se construye desde la suma de esfuerzos, a partir de trabajo duro, del compromiso con la propia tierra y del deseo de colaboración para que nuestros hijos tengan un mundo más digno donde la convivencia sea un auténtico valor.

Hace cinco meses tuve el privilegio inmenso de ser madre. Quisiera que mi hija creciese en una Mallorca tolerante y respetuosa, conservadora de sus raíces, pero también abierta al mundo y a la modernidad. Sé que la sociedad que nos toca vivir cambia a ritmos vertiginosos. Nuevas realidades se incorporan a nuestra realidad más próxima. Muchos se convierten en desafíos inminentes. La llegada de emigrantes que hemos de integrar, la multiculturalidad, las nuevas tecnologías, el cambio climático, los nuevos retos de una economía que ha de hacer frente a todos los fenómenos derivados de la globalización… y tantos otros.

Estas circunstancias y otras muchas nos obligan al análisis profundo, a la flexibilidad y al rigor. Ser flexible no significa nunca ser débil; ser rigurosos no tiene nada que ver con ignorar que la vida se observa desde prismas diferentes. Vivimos un tiempo en el que es importante defender los valores universales que nos definen como individuos: la libertad personal, la tolerancia, la voluntad de comprensión del otro, el respeto hacia la diferencia, el encuentro de las personas y el deseo de todos de creer que hay muchas historias por crear, muchos mundos por construir desde la honradez y el compromiso.

Mi opción ha generado tergiversaciones, interpretaciones equívocas y dudas por parte de algunos medios informativos y personas distintas. No es la primera vez que me ocurre. En el año 2002 quedé finalista del Premio Planeta con la novela Las mujeres que hay en mí. Tres años más tarde, en la convocatoria de 2005, lo gané con Pasiones Romanas. El premio representaba la culminación de un camino, la decisión de hacer llegar a los lectores también mi obra en castellano. Esta opción no implicaba de ninguna manera un olvido de mi lengua. En la vida, creo que siempre es mejor la suma que la resta. Sumar aspectos positivos nos hace mejores. Algunos críticos interpretaron sesgadamente esta voluntad. Qué le vamos a hacer. Siempre hay alguien dispuesto a malinterpretar con rencor el trabajo de los demás. Ahora he vuelto a sufrir agresiones de gente que no está dispuesta a dedicar la atención que necesita cualquier propuesta constructiva y ambiciosa. Desde extremos aparentemente opuestos.

En estos momentos de una cierta confusión interesada, quiero reiterar mi compromiso con el Partido Popular de les Illes Balears. Como intelectual independiente, defiendo también el derecho a la discrepancia razonada y respetuosa. Siempre he creído que la diversidad de opiniones nos enriquece y nos ayuda a comprendernos mejor. Soy una persona dialogante, que cree en las personas y en su capacidad de encuentro. Jamás he querido faltar al respeto a nadie ni ofender ninguna susceptibilidad. Si así se ha interpretado, diré que no era de ninguna manera mi intención.

En cualquier caso, ninguna duda puede afectar a la esencia de mi opción. Un compromiso con la tierra donde nací y donde ha nacido mi hija. Se trata del reto de trabajar en un proyecto en común. Durante años, he tenido la suerte de acceder al estudio, a la lectura, y al pensamiento y a la reflexión personal, y ahora quisiera aportar mi granito de arena para que los ciudadanos de les Illes Balears podamos sentirnos siempre plenamente orgullosos de serlo. Representados por un proyecto, el de Jaume Matas, que puede conseguirlo y que se ha marcado ese gran reto como gran objetivo.

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Maria de la Pau Janer es escritora e integrante de la lista del PP de Baleares a las elecciones autonómicas del próximo mayo.