10 mayo 1940

La reina Guillermina de Holanda abandona el país, pero el rey Leopoldo de Bélgica permanecerá durante la ocupación alemana

Segunda Guerra Mundial: la Alemania de Hitler invade Bélgica, Holanda y Luxemburgo para sitiar Francia

Hechos

El 10.05.1940 el ejército de Alemania invadió a Bélgica, Holanda y Luxemburgo a pesar de no haberles declarado la Guerra.

Lecturas

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL: Invasión de Holanda, Bégica y Luxemburgo por Alemania

La Blitzkrieg (guerra relámpago) alemana, que comenzó el 9 del presente mes, ha alcanzado sus objetivos con la ocupación de todo el Benelux y la inutilización de la célebre línea Maginot, eje de la defensa francesa. Los hechos se desarrollaron cronológicamente así:

9 de mayo de 1940 – El grupo blindado alemán dirigido por el general Paul Ewald con Kleist, una gigantesca falange extendida a lo largo de 160 kilómetros, atraviesa las Ardenas (juzgadas infranqueables por el estado mayor francés) y se adueña de la orilla derecha del Mosa.

10 de mayo de 1940 -La ofensiva alemana contra Bélgica y Holanda se desencadena simultáneamente a las 5 h 35. Los paracaidistas habían ocupado durante la noche los puntos estratégicos, como puentes o nudos de comunicaciones. El fuerte de Eben Emael, pieza clave en el plan defensivo belga, cae tras un golpe de mano. Apenas se conocen las primeras noticias de la invasión, unidades francesas y británicas entran en Bélgica, alejándose así de sus bases logísticas hecho que el mando alemán ya había calculado.

11 de mayo de 1940 – Las tropas alemanas ocupan Luxemburgo, cuyo territorio sólo tuvo un defensor, un gendarme, que hizo notar a la primera columna de tanques alemanes que estaban violando la frontera. El gendarme fue arrestado. La princesa Carlota consiguió huir poco antes de la llegada de las tropas.

12 de mayo de 1940 – Las fuerzas alemanas apoyadas por ataques aéreos masivos, atraviesan el Mosa. Al mismo tiempo, las tropas al mando del general Erwin Rommel atacaron la I División francesa, dejando intactos sólo 17 tanques, y consiguieron rodear la línea Maginot, que queda así inutilizada. Los panzers del general Guderian ocupan Sedan.

13 de mayo de 1940 – La reina de Holanda (Países Bajos), Guillermina, que es un principio se negaba a abandonar el país, fue obligada a huir ante el incontenible avance de las tropas alemanas. La Wehrmacht se abre paso rápidamente hacia el mar del Norte, en cumplimiento de la operación ‘Golpe de Hoz’. El ala derecha alemana, apoyada en sus divisiones de blindados, amenaza aislar las tropas belgas y aliadas del grueso del ejército francés, en la frontera francobelga. Como consecuencia de la previsible evolución de las operaciones el ejército británico recibe la orden de replegarse y abandonar el continente por Dunkerque.

15 de mayo de 1940 – Amsterdam, la capital de Holanda, que permanecía cercada desde hace tres días por las fuerzas alemanas se han rendido. La ciudad está en llamadas, a causa de un masivo ataque aéreo alemán, que causó 900 víctimas mortales.

19 de mayo de 1940 – Las defensas de Francia se derrumban ante los bombardeos de los Stuka de Alemania. El nuevo primer ministro francés, Paul Reynaud, aprovecha el deterioro de la situación para volcarse a la derecha: designa ministro de Defensa al mariscal Petain, de 84 años y pone las fuerzas armadas al mando del general Louis Maxime Weygand.

28 de mayo de 1940 – El rey de Bélgica, Leopoldo III anuncia que capitula sin condiciones ante los invasores alemanes, lo que significa para las fuerzas aliadas una amputación de medio millón de soldados. El primer ministro de Reino Unido, Winston Churchill condena la traición de Leopoldo III al que acusa de haber entregado al enemigo, sin lucha ‘el ejército más importante de que haya dispuesta nunca su país’. La primera etapa de la ‘Blitzkrieg’ ha terminado.

VISIÓN DEL CONFLICTO DESDE ESPAÑA.

Se repiten los acontecimientos de hace un cuarto de siglo: la guerra en Occidente, con su cortejo de devastaciones, (…) con grandes masas y movimientos estratégicos ha comenzado (ABC, 11-5-1940)

Holanda capituló ante Alemania el 15 de mayo partiendo su reina al exilio, y Bélgica el 28 del mismo mes, aunque en su caso el rey Leopoldo ha preferido permanecer en su país y colaborar con los invasores.

En junio de 1940 Italia decide intervenir en la guerra al lado de Alemania y tras ella siguen su ejemplo las demás potencias hasta entonces “no beligerantes”. Era lógico, qué mejor que apoyar a caballo ganador, como parecía entonces el III Reich. Pero España se mantiene neutral, pese a que los historiadores antifranquistas intentan fomentar la existencia de una triple alianza fraternal entre Franco-Hitler-Mussollini, en los editoriales españoles no se ve tanta cordialidad con el Eje, es más los medios – probablemente por orden del gobierno, insisten en alardear de  la neutralidad española.

Cuando en septiembre se 1940 se oficializa el pacto del Eje como alianza militar para “un nuevo orden en Europa y en Asia”, el pacto lo firman Alemania, Italia, Japón, Rumanía, Eslovaquia, Bulgaria, Finlandia y Noruega (y la Francia de la dictadura de Petain, Vichy). Pero España optó por no firmar con el Eje. ¿Por qué? Estaba claro el alineamiento del general Franco con el fascismo ¿No era acaso el general Franco tan defensor o más del autoritarismo como los otros? Quizá la discrepancia con los germanos era una cuestión de enemigo, España no debía acabar de entender por qué Hitler se empeñaba en arremeter contra Reino Unido cuando el mal del mundo – a ojos del franquismo – estaba en la URSS.

Pero se daba la circunstancia que desde el pacto Hitler-Stalin, la prensa madrileña evita en todo momento arremeter contra el régimen de Stalin, ni cuando las tropas de la URSS invaden Estonia, Letonia y Lituania, ni cuando agentes stalinistas asesinan a Trotsky. Por un tiempo España evitó hablar del «malvado comunismo ruso» (en ese momento aliado del ‘amigo alemán’. En menos un año la situación se alteraría.

11 Mayo 1940

Las Tropas alemanas entran en Bélgica, Holanda y Luxemburgo

ABC (Director José Losada de la Torre)

Leer

Se repiten los acontecimientos de hace un cuarto de siglo: la guerra en occidente con su cortejo de devastaciones; la guerra de verdad, con grandes masas y movimientos estratégicos ha comenzado. La desconfianza natural que existe entre los beligerantes y más aún desde los acontecimientos de Dinamarca y Noruega, ha hecho que los alemanes volvieran a tomar la iniciativa ante el temor de que esta vez pudieran perderla. Resulta difícil orientarse en los primeros momentos de noticias precipitadas, y tenemos que aplazar todo juicio para cuando se conozcan los documentos que aclaren las relaciones de La Haya y Bruselas con Londres y París.

En la lucha a la vida o muerte que se inicia las democracias se hallan, políticamente, otra vez en situación de inferioridad. Frente al bloque granítico de sus adversarios, existen en Inglaterra y Francia hondas divisiones que es de suponer cesen ante el peligro inminente, Churchill es considerado como el ‘hombre fuerte’ de Inglaterra y la presencia de los prohombres derechistas en el Gobierno francés es buen síntoma en ese sentido. En cuanto a la preparación bélica hace tan sólo horas que Churchill confesó que los aliados no podían tomar la iniciativa a causa de la superioridad de la aviación alemana.

Sin embargo, no es de creer que la lucha se parezca a la que se ha desarrollado en Noruega, Bélgica y los Países Bajos tienen buenos Ejércitos y defensas acuáticas. Además son vecinos de Francia e Inglaterra y desde el momento de la invasión, aliados de estas potencias. Sorpresa aparte, pronto conoceremos las respectivas fuerzas que van a enfrentarse en verdaderos campos de batalla y no detrás de líneas inexpugnables.