Los empresarios franceses Pierre Bergé, Niel y Pigasse toman el control del diario LE MONDE derrotando al Grupo PRISA de España

El grupo español Prisa y el coloso de las comunicaciones Orange tenían las expectativas de protagonizar la recapitalización del diario Le Monde, pero la ambiciosa alianza, que también reunía al grupo de Le Nouvel Observateur, se ha topado con la oposición de los periodistas.

Están representados en la Sociedad de Redactores (SRM), controlan del 22% del periódico y han llegado a un concluyente plebiscito (90,8% de los votos) para otorgar el porvenir de Le Monde a la oferta de los empresarios Pierre Bergé, Xavier Niel y Matthieu Pigasse.

La decisión no era estrictamente vinculante, pero el Consejo de Vigilancia de Le Monde, a quien correspondía ayer la última palabra, difícilmente podía oponerse a un veredicto cuya unanimidad se explica en la independencia respecto a las presiones «externas». La votación del Consejo se saldó con una mayoría de 11 votos y 9 abstenciones, sobre un total de 20 votos.

Externas quiere decir que el presidente de la República, Nicolas Sarkozy, había oteado o supervisado la operación de salvamento del diario francés. Necesitaba el periódico reaccionar a una deuda de 69 millones, así es que el Elíseo aprovechó la crisis en rojo para empujar la candidatura del gigante de las telecomunicaciones Orange.

Era una manera de articular la concentración de medios que el propio Sarkozy ha reivindicado como una terapia y un estímulo en plena decadencia de la prensa escrita. El problema es que el Estado permanece como accionista de referencia de Orange (26%) y que, por idénticas razones, la redacción de Le Monde temía las injerencias o las maniobras de intimidación.

Para ahuyentarlas, la SRM se ha decantado por la extravagante alianza que forman Pierre Bergé, Xavier Niel y Matthieu Pigasse. Les identifica sus convicciones ideológicas en la izquierda y los recelos que ha expresado sottovoce el Elíseo.

Particularmente a propósito de Xavier Niel, cuyo papel de pionero en las telecomunicaciones -grupo Iliad- y en internet -Free- no impiden que los allegados del presidente francés lo hayan considerado un guerrillero y un exhibicionista.

Más respeto suscita Pierre Bergé, filántropo de la gauche, promotor de Ségolène Royal y viudo de Yves Saint Laurent, mientras que Pigasse ha formado su reputación a partir de la banca Lazard y de la revista trendy Les Inrockuptibles.

Ya se conoce al triunvirato con las iniciales de sus apellidos -BNP- y se les aprecia por los 110 millones de euros prometidos, aunque buena parte del entusiasmo que han suscitado en Le Monde proviene de las garantías de independencia.

¿Cuáles? Sobre todo la creación de un comité ético y de un consejo de opinión que garantizan el peso de la redacción y que se constituyen para velar por la coherencia de la línea editorial sin lugar a presiones interesadas ni intervenciones.

Semejantes precauciones no estaban demasiado claras en la alianza Orange-Nouvel Observateur-Prisa, aunque el grupo español, titular de El País, se diferencia de sus socios en que conservaba el 15% de las acciones de Le Monde antes de definirse los nuevos equilibrios.

No le gustan lo más mínimo a Sarkozy, pero está claro que el interés que se había tomado el presidente a favor de Le Monde se ha demostrado una estrategia contraproducente.