2 febrero 1881

El periódico lleva en su macheta que es 'órgano de expresión del Partido Constitucionalista'

Nace en Barcelona el periódico LA VANGUARDIA fundado por los hermanos Carlos y Bartolomé Godó y Pié afín a Sagasta

Hechos

En 1881 se publicó el primer número del periódico LA VANGUARDIA en Barcelona.

Lecturas

El 2 de febrero de 1881 nace La Vanguardia de Barcelona fundado por D. Carlos Godó Pié y su hermano D. Bartolomé Godó Pié como órgano de expresión del partido de D. Práxedes Mateo Sagasta en Cataluña. Su objetivo es competir con El Diario de Barcelona fundado en 1792 y referente mediático de la burguesía catalana.

LA VANGUARDIA apareció por primera vez en 1881 y ya desde principios del siglo XX gozaba de muy buena salud. Se trataba del periódico de masas mejor acabado de la época, con excelentes profesionales e información internacional contrastada.

Sus fundadores fueron Bartolomé Godó y Pié y su hermano Carlos Godó y Pié. A la muerte de estos tomó las riendas como editor Ramón Godó Lallana (hijo de Carlos Godó y Pié) que se obsesionaría por el perfeccionamiento técnico del periódico adquiriendo una fábrica de papel propia en Poble Sec y renovó continuamente la rotativa con nueva maquinaria. Ramón Godó y Miguel Santos Oliver convertirían LA VANGUARDIA en el periódico más importante de Barcelona en competencia con DIARIO DE BARCELONA, el ‘Brusi’.

Sus fundadores fallecieron en 1894 (D. Bartolomé Godó) y 1897 (D. Carlos Godó Valls), respectivamente.

El Análisis

El éxito de saber adaptarse

JF Lamata

Fundado el 2 de febrero de 1881 por los hermanos Carlos y Bartolomé Godó Pié, La Vanguardia nació como el brazo mediático del político liberal Práxedes Mateo Sagasta en Barcelona. Concebido para competir con El Diario de Barcelona, que desde 1792 era el referente mediático de la burguesía catalana, el periódico no solo logró su objetivo inicial, sino que, con el tiempo, se convirtió en el espejo en el que se reflejaría la dinámica burguesía catalana durante décadas. Su éxito fue tan rotundo que ya a principios del siglo XX era considerado el periódico de masas mejor acabado de la época, con profesionales de primera línea y una cobertura internacional impecable.

La dinastía Godó ha demostrado una habilidad excepcional para adaptarse a los cambios políticos y sociales, manteniendo a La Vanguardia relevante y bajo su control durante más de un siglo, algo que pocas familias editoras han logrado. Desde estar a favor de la Restauración en 1881, pasando por su apoyo a Primo de Rivera en 1923, a la Generalitat de la II República en 1932, a Franco en 1939, y finalmente a la Constitución de 1978, La Vanguardia ha sabido leer los tiempos y alinearse con el poder de turno. Esta capacidad de adaptación ha permitido que el periódico no solo sobreviva, sino que prospere, convirtiéndose en un símbolo de la capacidad de adaptación y el éxito a largo plazo en el mundo editorial. Mientras otras familias, como los Luca de Tena, han perdido el control de sus publicaciones, los Godó han evolucionado y modernizado su periódico, dejando una marca indeleble en la historia de la prensa española.

J. F. Lamata