22 julio 2003

El profesional de Gestmusic dedicó 10 minutos de TELECINCO a arremeter contra los co-propietarios de la cadena: "¿Telebasura? ¡Tu puta madre!"

Sardá clama desde ‘Crónicas Marcianas’ contra el Grupo Correo (Vocento) por atacar a TELECINCO siendo accionistas

Hechos

  • En julio de 2003 el programa D. Javier Sardá el presentador de ‘Crónicas Marcianas’ producido por Gestmusic y emitido en TELECINCO, dedicó el comienzo de su programa a analizar la actitud del Grupo Correo al hablar de TELECINCO, siendo accionistas de esa cadena.

Lecturas

El 11 de julio de 2003 la revista El Semanal TV publica un reportaje con un rankin sobre los programas ‘más basura’ de la emisión española. Rankin según el cual los seis programas ‘más basura’, son todos de Telecinco: ‘Hotel Glam’ (Gestmusic-Endemol), ‘A corazón abierto’, ‘Salsa Rosa’ (Boomerang), ‘Crónicas Marcianas’ (Gestmusic-Endemol), ‘Aquí hay Tomate’ (Salta) y ‘Gran Hermano’ (Zeppelin-Endemol). La revista El Semanal TV es editada por Taller de Ediciones S. A. (del Grupo Vocento) cuyo presidente es José María Bergareche Busquet, del Grupo Vocento.

En respuesta el lunes 14 de julio de 2003 Xavier Sardà Tamaro inicia su programa en ‘Crónicas Marcianas’ acusando a el Grupo Vocento de hipocresía por ganar dinero con Telecinco y permitir que sea criticado en sus publicaciones. Sardà es respaldado en el programa por los también presentadores Santiago Acosta, Jesús Vázquez, Jordi González Belart, Jorge Javier Vázquez Morales, María Teresa Campos Luque y Boris Izaguirre.

La revista EL SEMANAL-TV había emitido un reportaje calificando de ‘telebasura’ a un importante número de programas de TELECINCO, publicando una portada en la que salían varios de los presentadores de estos programas que habían sido sacados en portada dentro de cubos de basura, dándose la circunstancia de que EL SEMANAL-TV fue una revista del Grupo Correo.

Pero ese reportaje en una revista que no tenía demasiada especial relevancia pública fue la que causó que el presentador y director de ‘Crónicas Marcianas’ D. Javier Sardá dedicara su programa para lanzar una arenga contra el Grupo Correo, sin importarle que este grupo fuera accionista del canal para el que trabajaba (el propio presidente de TELECINCO era del Grupo Correo). El Sr. Sardá recordó que los programas de TELECINCO reportaban muchos millones para el Grupo Correo y les retó a cambiar el debate de la telebasura por el debate de la coherencia.

zap_telebasura5 El Sr. Sardá mostró en pantalla como periódicos propiedad del Grupo Correo como EL DIARIO VASCO o EL CORREO Español tenían páginas de prostitución y eran, igualmente, titulares de televisiones locales como TELEDONOSTI en las que emitían películas pornográficas.  El Sr. Sardá terminó su intervención con una frase que haría historia en la televisión: «¿Telebasura? ¡Tu puta madre!»

LOS PRESENTADORES DE TELECINCO DESAFÍAN A SU ACCIONISTA:

La jugada del presentador de ‘Crónicas Marcianas’, el Sr. Sardá no fue espontánea, tenía muy bien planeado la jugada antes de desafiar a sus jefes, y fue respaldado por todos sus compañeros presentadores del canal. Tras soltar su arenga contra el antiguo Grupo Correo el Sr. Sardá contactó en directo con los principales presentadores de TELECINCO en aquel momento:

zap_telebasura2 D. Jesús Vázquez, presentador de ‘Hotel Glam’, su programa era, según EL SEMANAL-TV, la mayor basura, fue el primero de los presentadores con el que conectó el Sr. Sardá para felicitarle en nombre de todo el equipo de ‘Crónicas Marcianas’ por su trabajo.

zap_telebasura7 D. Santi Acosta, presentador de ‘Salsa Rosa’, entró en directo para dar la enhorabuena al Sr. Sardá por sus palabras, asegurar que suscribían todo lo que acababa de decir y, entre líneas, mandó un mensaje contra el director de EL SEMANAL-TV, que había calificado a ‘Salsa Rosa’ como una ‘infección’, al decir que para él la verdadera infección era la de la intolerancia.

zap_telebasura3 D. Jordi González, presentador de ‘A Corazón Abierto’, se solidarizó con las palabras del Sr. Sardá, y pidió que se abriera ese debate sobre la coherencia.

zap_telebasura4 Dña. María Teresa Campos, presentadora de ‘Día a Día’, tiro de ironía en su intervención, al limitarse a ‘dar las gracias a la gente que nos sigue, supongo que tapándose la nariz’.

zap_telebasura6  D. Jorge Javier Vázquez, presentador de ‘Aquí hay Tomate’, optó por cambiar la indignación de sus compañeros con el humor: «Estamos encantadísimos de tener el quinto puesto en el rankin de telebasura» y se permitió en cuso mandar una puya al Sr. Sardá, «te pisamos los talones, Sardá, acabamos de llegar y estamos a punto de cogerte».

La intervención de todos los presentadores en aquel ‘Crónicas Marcianas’ era todo un jaque, por que si el Grupo Correo, como accionista co-propietario de TELECINCO quería tomar medidas contra el presentador, tendría que tomar aquellas medidas contra todos, algo que  – parecía claro – no lo iba a hacer.

Además el Sr. Sardá se encargó de diferenciar a los accionistas de la cadena, de sus directivos, elogiando a estos últimos, es decir, elogiando al Consejero Delegado D. Paolo Vasile del que resultaba difícil de creer que fuera ajeno a lo ocurrido en aquella emisión de ‘Crónicas’.

 

16 Julio 2003

¡QUE MOSQUEO ESTAR DE ACUERDO CONTIGO!

Carlos Boyero

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No comprendo es que Sardá se ofenda por algo tan legítimo como ser el emperador de la mierda.

El arranque de las Crónicas terrenales del lunes hace presagiar un gag con ínfulas literarias. Sardà, persona leída que seguramente devoró en su inquieta y culta juventud los diarios de Plá y de Pavese, descubre a su enfervorizado público que él también practica género tan intimista y que les va a leer unos fragmentos en los que reflexiona sobre una cuestión trascendente. También aconseja a los expectantes que no se pongan serios y que haya buen rollo desde el principio. Pero a él le sangra una úlcera, vomita bilis, tiene comprensibles hambre y sed de venganza. Nunca he dudado de sus privilegiadas facultades de actor, aunque sólo se haya especializado en un par de impecables registros, pero esta noche se ha empeñado en demostrar que su oratoria como líder de masas es tan hipnótica como torrencial, que puede apasionar y convencer, que no tiene nada que envidiar a la maestría dialéctica de histriones legendarios como Hitler y Castro.

Sardà arremete con el poder y la confianza que le otorga la exagerada rentabilidad de su programa contra los accionistas españoles mayoritarios de TELECINCO que se han permitido la obscena incoherencia o la excesiva felonía de incluir en el hit-parade de la telebasura a ocho de los productos que exhibe su propia casa y que les están enriqueciendo. El rey de la transparencia, el paladín de la libertad brama contra la doble moral, la ancestral hipocresía curil, la metodología jesuítica.

Lo hace con ira y brillantez, disparando al corazón, utilizando una irrebatible lógica, transformando sardónicamente en misiles los principios religiosos que tanto venera la moral conservadora, amenazando a sus agresores, dotando de armonía al énfasis y a la corrosión. Lenny Bruce se ha cabreado con el piadoso capital que intenta compaginar cínicamente la plusvalía del negocio puro y duro con la integridad estética. Los ácratas de lujo, que tanto detestamos su programa, nos solidarizamos con su diatriba contra los empresarios, banqueros, políticos y religiosos que prescinden de la coherencia en nombre del trapicheo. O sea, contra lo invulnerable, contra las leyes intocables del universo.

Pero su vibrante recital tiene algún desfallecimiento, como al dar por seguro que un señor del Opus nunca participaría en un negocio de condones. Admiro su certidumbre de que, sintiéndose pacifista, él jamás sería accionista de una fábrica de armas.Pero que hable en primera persona, que no se atreva a certificar la luminosidad de la conducta humana cuando hay mucha y oscura pasta por medio.

Sardà no está de cachondeo ni mantiene las esencias del zen por encima de la tensión profesional. Está apostando fuerte, haciendo tragar sapos a los que pretenden congraciarse con la repentina alergia del enfermizo Aznar hacia la telebasura. Pero sospecho que el incómodo debate sobre la coherencia nunca se impondrá al permanente esplendor de la basura. Sus felicitaciones fraternales a los compañeros de vertedero pretendían un tono entrañable, pero los sabios directivos de TELECINCO pensarían en la solidez de su blindaje al sentirse tan comprendidos y admirados por la chulería con causa de Sardà. Tiene razón. Lo que no comprendo es que se ofenda por algo tan legítimo como ser el emperador de la mierda.

Carlos Boyero

16 Julio 2003

Sardà, telebasura e hipocresía

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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Javier Sardà ha descargado sus iras en directo, desde un plató de TELECINCO y ante la audiencia de Crónicas marcianas, contra el segundo accionista de su propia cadena, Vocento (nuevo nombre del Grupo Correo tras absorber Prensa Española). El motivo: el suplemento EL SEMANAL TV, editado por Vocento y distribuido con numerosos periódicos, dedicaba su última portada a la telebasura, ilustrándola con fotos de siete personajes -todos ellos de esa misma cadena- de ese tipo de programas, metidos en sendos cubos de -claro- basura.

En su diatriba, el presentador señaló la «hipocresía» de Vocento, que critica tales contenidos pero a la vez se embolsa los beneficios que le corresponden. «No se puede estar en misa y recaudando», sentenció Sardà, pidiendo que el grupo vasco devuelva el dinero o lo entregue a alguna ONG.

Fue una representación extraordinaria de rebeldía, con llamadas a todos los demás agraviados de la cadena para recabar su solidaridad (que María Teresa Campos le concedió «con la nariz tapada»).El silencio de la cadena en estas primeras horas contrasta con lo sucedido anteriormente con otros periodistas: Luis Herrero, tras la llegada de Mario Conde a ANTENA 3, o más recientemente Isabel San Sebastián, por una transgresión infinitamente más leve que la de Sardà, fueron destituidos fulminantemente… El resto del alegato del director de CM, proclamando su programa como el último reducto de la libertad de expresión, fue pura demagogia. Pero su gran reproche queda ahí: ¿cómo pueden las empresas de la comunicación condenar la telebasura y a la vez beneficiarse de ella?

Está claro que la situación de Vocento en TELECINCO se ha vuelto hoy muy difícil, y más si el accionista mayoritario, Mediaset (de Berlusconi) decide mantener CM pese a la diatriba contra sus socios. Estos parecen sensibles a las críticas de Aznar a los empresarios y profesionales que amparan o producen programas de la alcantarilla, pero desde hoy deberán optar por estar dentro o fuera: la portada de su revista y la reacción de Sardà han cortado los puentes.

Quienes le critican aciertan, por mucho que Sardà se queje: estos programas están envileciendo la convivencia española y violando el carácter de servicio público que la ley sigue confiriendo a la televisión, sometida a la concesión de licencias estatales.

¿Cómo afrontar una situación entre sonrojante y tercermundista? Es impensable preconizar la censura ni la imposición de reglas sobre contenidos, más allá de unos mínimos genéricos. Pero sí que se debería ahondar en la idea de un pacto de autocontrol entre canales públicos y privados. Quien la lanzó fue justamente el consejero delegado de TELECINCO, Paolo Vasile, cuando lamentaba el «error» que había sido programar el escandaloso Hotel Glam.Está claro que, si la cadena de Vasile toma la iniciativa, ese pacto podría ser una realidad que el público, sin duda, agradecería.

16 Julio 2003

A cada uno su basura

Ferrán Monegal

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Rabieta interesantísima la que cogió nuestro admirado Xavier Sardà la madrugada de ayer en ‘Crónicas Marcianas’ (TELECINCO). Dolido ante una reciente portada de la revista EL SEMANAL TV, en la que aparecían él y otros compañeros (Boris Izaguirre, Jordi González, Santiago Acosta…) saliendo de un cubo de basura, protagonizó una sentida filípica contra la empresa que edita este semanal, el grupo multimedia Vocento (el antiguo Grupo Correo). El gran enfado de Sardà, por lo que vimos, no fue llamaron a su programa basura. Su airado disgusto fue porque se lo dijo una revista que forma parte de un grupo que también es accionista de TELECINCO.Es decir que, según Sardà, esta publicación también participa de la mugre, y por lo tanto debería estar calladita. ¡Ah! es una extrapolación discutible. La postura que uno o varios periodistas puedan mantener, en un momento dado, dentro de un grupo multimedia, no tiene por qué servil con las estrategias inversoras de dicho grupo. Es más, puede ser encontradas. No es una traición. Es una disidencia que es distinto. Y no es malo que ocurra. Lo triste sería (a veces, ¡ay! lo es) que el periodismo acabase creando una suerte de perritos, ciegos, sordos y mudos, incapaces de oler la basura, la produzca quien la produzca. O sea, que si el mensaje de Sardà consiste en exigir silencio a todos los periodistas  de Vocento, porque Vocento tiene un porcentaje de inversión en programas basura, debo decirle desde aquí que se equivoca muchísimo. Otra cosa es el reportaje que ofreció EL SEMANAL TV. Advertirá Sardà que soy uno de los críticos consultados, y no obstante no figuro entre los que señalan, califican y puntúan la telebasura. Por una razón: su lista de programas basura les quedó cortísima. Tan corta que faltan, por ejemplo, los programas basura que con toda impunidad, y pagando nosotros, produce TVE. Y eso no es justo. A cada basurero, lo suyo.

El Análisis

¿ES VALENTÍA GRITAR A UN JEFE CUANDO TE DEFIENDE OTRO MÁS MAYOR?

JF Lamata

¿Tanto le irritaba al Sr. Sardá que una revista como EL SEMANAL TV, del Grupo Correo, le insultara? (teniendo en cuenta que gran parte del pueblo llano hasta desconocía que existiera). Cada cuál tiene la sensabilidad que quiera, pero es indudable que el presentador de ‘Crónias Marcianas’ pasó a la historia al ser el primer presentador de televisión que arremetía directamente contra el accionista español de referencia de su cadena. No obstante, el acto de valentía queda algo disminuido si se tiene en cuenta que el Sr. Sardá estaba respaldado  al consejero delegado de TELECINCO, D. Paolo Vasile, que tenía el apoyo de Mediaset, que en TELECINCO tenía bastante más peso que el Grupo Correo. (es como hacer la pelota al jefe grande, metiéndote con el jefe pequeño) y sólo encuentra precedentes en la ‘zurra’ de D. Julián Lago con D. Alfredo Fraile en 1993, aunque en este caso fue aún mejor, porque se hacía desde la propia señal de TELECINCO y no desde un medio externo.

Por lo demás, un acierto el del Sr. Sardá el poner de manifiesto el debate de la coherencia. Y, aunque aún tardaran cinco años en poner fin a su matrimonio, se evidenciaba que el ‘la alianza’ entre los vascos de Correo/Vocento y la línea de TELECINCO, no podía durar demasiado.

J. F. Lamata