27 julio 2010

Alfredo Pérez Rubalcaba, Manuel Chavez y el Grupo PRISA entre los que intentaron convencer a Gómez de que desistiera

Tomás Gómez desobedece la petición de Zapatero de renunciar a la candidatura a la presidencia de Madrid en favor de Trinidad Jiménez

Hechos

El 27.07.2010 D. Tomás Gómez reiteró su disposición de aspirar a la candidatura por el PSOE a la presidencia de la Comunidad de Madrid.

Lecturas

El 24 de julio de 2010 el secretario general del PSM, D. Tomás Gómez Franco – Secretario General del PSM en 2007 – interviene en la Cadena SER donde, en una tensa entrevista con el periodista D. Jesús Cintora niega la información dada por este medio en la que se asegura que el Comité Federal del PSOE que lidera el presidente del Gobierno D. José Luis Rodríguez Zapatero, no confía en él como candidato del partido a la presidencia de Madrid en las próximas elecciones de 2011, información de la SER, que según el Sr. Gómez Franco es ‘rotundamente falsa’

El 7 de agosto de 2010 se produce la reunión en La Moncloa en la que el secretario general del PSOE, D. José Luis Rodríguez Zapatero, solicita formalmente a D. Tomás Gómez Franco que renuncie a ser candidato del PSOE en favor de Dña. Trinidad Jiménez, la persona elegida por el Comité Federal para ser candidata del PSOE a la presidencia de Madrid, solicitud que este rechaza, forzando al partido a convocar unas primarias para que los militantes decidan.

El 21 de agosto de 2010 D. Tomás Gómez Franco es el invitado estrella al programa de televisión ‘La Noria’ de Telecinco, en el que ratifica su desafío a la dirección nacional de su partido para ser el candidato. Dña. Trinidad Jiménez también será invitada a exponer su punto de vista en ese espacio, acudirá a ‘La Noria’ el 18 de septiembre de 2010 a confirmar que ella también aspira al cargo y que se dilucirá en un proceso de primarias.

El 25 de agosto de 2010 D. Alfredo Pérez Rubalcaba, considerado ya ‘el hombre fuerte’ en el Comité Federal del PSOE es entrevistado en la Cadena SER en el que reprocha a D. Tomás Gómez que haya desatendido una petición de D. José Luis Rodríguez Zapatero y lo pretenda convertir en un activo político.

El Grupo PRISA fue señalado como un medio de comunicación que respaldaba la postura del Comité Federal frente a D. Tomás Gómez Franco, no sólo a través de la Cadena SER, sino también a través del diario El País donde D. Fernando Garea publica crónicas como ‘El tirón electoral de Trinidad Jiménez supera al de Gómez’ y ‘Los madrileños prefieren a Jiménez’ (12 de septiembre de 2010).

El resultado de las primarias será adverso a esta posición.

Tomás Gómez aceptó ir a la ‘La Noria’ 

Tomas_Gomez_Noria El 21.08.2010 D. Tomás Gómez se atrevió a ir al programa ‘La Noria’ de La Fábrica de la Tele, emitido en TELECINCO y presentado por D. Jordi González. Programa al que se negaba a asistir Dña. Esperanza Aguirre (PP).

27 Julio 2010

Experimentos en Madrid

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Las dificultades para decidir quién será el candidato del Partido Socialista de Madrid en las próximas elecciones autonómicas están adquiriendo los tintes de una comedia de enredo. El secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, no cuenta con el apoyo de la dirección federal de su partido, que fue la que lo aupó hasta su actual responsabilidad. Gómez, por otra parte, se reafirma en su voluntad de ser el candidato, con lo que el choque está servido.

Madrid ha sido desde siempre un punto negro del aparato socialista, y no parece que vaya a dejar de serlo tampoco en esta oportunidad. Gómez, a quien la dirección nacional encargó en su día reconducir la situación, se ha convertido en un nuevo quebradero de cabeza para quienes lo promovieron. La fuerza del secretario general de los socialistas madrileños procede del escaso margen de maniobra que su resistencia deja a la sede central de la calle de Ferraz. O bien esta interviene contraviniendo las exigencias de democracia interna, o bien se pliega a la celebración de unas primarias en las que Gómez parte como favorito, dado el control que ha llegado a ejercer sobre el aparato del partido socialista de la Comunidad.

Más allá, sin embargo, de la querella interna, lo que este nuevo episodio pone de manifiesto es la persistente e ineficaz estrategia seguida por el partido socialista en Madrid, tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento. En lugar de consolidar un candidato a lo largo de varias elecciones, ha intentado en sucesivas ocasiones encontrar una figura que pudiera suplir un trabajo político realizado con constancia. Los resultados están a la vista. Tomás Gómez podrá ser mejor o peor candidato, y eso es algo que tienen que decidir los propios socialistas, pero lo que parece un camino sin salida es continuar en la estrategia de proponer nombres que solo se mantienen en las instituciones madrileñas el tiempo de que se apaguen los ecos de las elecciones.

Mientras los socialistas disfrutaron de una amplia ventaja sobre el Partido Popular en Andalucía y Cataluña, las consecuencias de los experimentos en Madrid eran limitadas. No es el caso en estos momentos. Sobre todo si, según se vienen desarrollando los acontecimientos, el enredo político en torno a la candidatura de Tomás Gómez en Madrid no tiene un desenlace respetable. Por ahora, no lo está teniendo.

27 Julio 2010

Gómez y los teros

Joaquín Leguina

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Tomás Gómez fue promocionado (a) y elegido (como) secretario general del PSM porque era un político joven, pero bregado en una Alcaldía difícil como ha sido siempre la de Parla, ciudad que ha disfrutado de un largo periodo con alcaldes socialistas y de cuyos magníficos resultados -que se deben en buena parte a los mandatos de Gómez- puede dar fe cualquier parleño (o foráneo) que conozca y compare lo que era aquella ciudad «antes» y lo que es «después». Pues bien, todos los socialistas entendimos que la secretaría general era la antesala de su candidatura para la presidencia de la Comunidad de Madrid… y, sin que él sea responsable de ningún desastre, ahora viene este lío que llega en paracaídas desde «las alturas».

¿Y por qué? ¿Porque las encuestas dan malos resultados? ¿Y a qué socialista le dan buenos resultados las encuestas con lo que está cayendo sobre la política española? En tales condiciones, se trata de trabajar para que cambie esa tendencia, no de conspirar para agrandar el pozo.

Nadie ignora, además, que las encuestas -y más si son solicitadas por los partidos- dan los resultados que le convienen a quien las encarga y las paga. En cualquier caso, aquellos que no desean ver a Tomás Gómez como candidato deberían ya destapar a su «tapado», porque si quieren desplazar al secretario general tendrán que presentarse contra él en unas elecciones primarias… y queda poco tiempo. Pero en tal desembarco ha de pesar la mala experiencia que ya vino de la mano de otros «tapados». Por eso me malicio que esta vez no hay «tapado». Lo más probable es que los enemigos de Gómez estén haciendo como los teros («que en un lao pegan los gritos y en otro ponen los huevos»).

Entonces, ¿qué quieren? Pues alcanzar dos objetivos, de los cuales los promotores de esta movida, ocultos entre las sombras, no desean hablar.

El primero: colocar en las listas de la Comunidad y del Ayuntamiento al mayor número de sus parciales y, ya se sabe, con un líder cuestionado se negocia en mejores condiciones… y poco les importa que ese desgaste -provocado desde dentro- no beneficie al PSOE y sí a sus adversarios.

El segundo objetivo tiene que ver, creo yo, con José Blanco -«la mano que mece la cuna» en la que se quiere meter por la fuerza a Tomás Gómez- y con sus objetivos estratégicos, que no son otros que colocar a sus amigos al frente de cuantas más federaciones mejor… pues «no está el mañana en el ayer escrito».

No es la primera vez -yo lo sé muy bien- que se propician «desde arriba» estos movimientos desestabilizadores y suicidas. Se propician, sí, pero sin dar la cara… y si luego las cosas van mal se echa la culpa al empedrado.

Para concluir, me atreveré a darle un consejo al secretario general. Es éste: durante los próximos días ha de tener muy presente una sentencia latinoamericana que dice así: «Al que se afloja lo afligen y al que se aflige lo aflojan». Pues eso.

28 Julio 2010

Tomás Gómez, el Massa de un PSOE sin Alonso

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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A Tomás Gómez, secretario general del Partido Socialista Madrileño (PSM), le está sucediendo lo mismo que a Felipe Massa en la carrera de Fórmula 1 del pasado domingo en Alemania, cuando su equipo le dijo por radio: «Alonso va más rápido. ¿Has entendido el mensaje?». Massa se dejó superar por Alonso, pero Tomás Gómez insiste en que él quiere seguir en la carrera electoral por la Comunidad de Madrid a pesar de los recados que le llegan de la dirección del PSOE, advirtiéndole que otro candidato quedaría mejor.

Tomás Gómez, que dejó la Alcaldía de Parla en julio de 2007 para sustituir a Rafael Simancas al frente del partido en Madrid, tiene el apoyo de buena parte de las bases, pero no ha logrado sintonizar con Zapatero ni Blanco, que no ocultan en privado que preferirían otro candidato con más fuste para enfrentarse a Esperanza Aguirre. Zapatero se quejó en el Comité Federal del «numantinismo» de algunos dirigentes, en alusión a Gómez, y Blanco dejó caer ayer que el partido «siempre apoya a los mejores candidatos para conseguir el mejor resultado electoral». Dado que las encuestas de Ferraz dan perdedor a Gómez, el mensaje de Blanco es tan claro como el del director deportivo de Ferrari.

Gómez pidió el lunes la celebración de primarias, haciendo la broma de que él tiene «la fortaleza de la kriptonita». Aseguró que no va a tirar la toalla y que está dispuesto a enfrentarse a cualquier candidato en unas elecciones internas, saliendo al paso de los rumores de que Zapatero y Blanco prefieren a la ministra Trinidad Jiménez, derrotada en su día por Gallardón en la pugna por el Ayuntamiento de Madrid.

Sea Tomás Gómez o sea cualquier otro dirigente del PSOE, tendrá muy difícil derrotar a una Esperanza Aguirre que, además de su carisma y su peso político, puede esgrimir una buena gestión durante dos legislaturas. Lo mismo puede decirse del candidato socialista a la Alcaldía de Madrid, que tendrá que enfrentarse a Gallardón.

La presidenta de la Comunidad y el alcalde de Madrid han estado permanentemente a la greña en los últimos años, dando la impresión de que eran el Gobierno y la oposición. Pero que nadie se engañe: ha llegado la hora de cerrar filas y eso es lo que van a hacer por mutua conveniencia. Ayer tuvimos un signo inequívoco de la tregua entre ambos contendientes: el vicealcalde Manuel Cobo anunció la retirada del recurso contra la sentencia que archiva la causa del espionaje en Madrid. Precisó que lo hace porque se lo ha pedido el partido, lo cual tiene sentido ante la cercanía de las próximas elecciones.

Volviendo al símil automovilístico, la diferencia es que en el PSOE no hay un Fernando Alonso en condiciones de ganar la carrera, pero no porque carezca de personas competentes y atractivas electoralmente, sino porque la política de alianzas de Zapatero con los nacionalistas hace casi imposible que sus candidatos puedan ganar en Madrid.

Zapatero se ha convertido en el defensor de un Estatut que rompe la igualdad de los españoles, recibe a Montilla como a un jefe de Estado, dice que España es una nación de naciones y es incapaz de evitar que un sector del PSC vote a favor de la prohibición de las corridas de toros. Sería un milagro que un partido que todavía mantiene pactos con ERC y que flirtea con el PNV para seguir gobernando pudiera ganar en Madrid. El problema del PSOE en la capital y en su comunidad no es la personalidad del candidato sino la política de Zapatero. Si el presidente no cambia, ya puede dar por perdidas las próximas elecciones de junio.

02 Agosto 2010

Baile de candidatos

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Los socialistas deben cambiar su estrategia en Madrid, se presente o no Gómez a las elecciones

Tomás Gómez, secretario general de los socialistas madrileños, cerró el curso político con un órdago suicida a la dirección federal, que Rodríguez Zapatero parece dispuesto a jugar, dadas las malas perspectivas del candidato para arrebatar en las urnas la mayoría absoluta de la que dispone Esperanza Aguirre al frente del Gobierno regional. Madrid, antiguo granero de votos socialistas, se ha convertido en un problema para el PSOE que su líder tiene la tentación de resolver mediante un procedimiento que, además de no garantizar el éxito de la apuesta, lesiona gravemente los principios democráticos sobre los que se asienta su partido.

El presidente del Gobierno ya acometió una jugada similar cuando, a la búsqueda desesperada de un candidato capaz de hacer frente en el Ayuntamiento a Ruiz-Gallardón, promovió la candidatura del entonces jefe de la Oficina Económica de La Moncloa Miguel Sebastián. El resultado fue una nueva derrota electoral y el inmediato abandono de Sebastián, que, lejos de cumplir con sus votantes y trabajar desde la oposición, fue rescatado por Zapatero para el Ministerio de Industria.

La historia y, por tanto, el error, podría repetirse si Rodríguez Zapatero cae en la tentación de apartar al que él mismo propuso con los mismos métodos que auparon a Tomás Gómez y que ahora pueden acabar con él. Forzar un congreso extraordinario, imponer un candidato desde La Moncloa y favorecer un baile de políticos que parecen dispuestos a perseverar en su trabajo solo desde el poder es un juego estéril, como bien se ha demostrado, que devalúa el ejercicio de la política y defrauda a los ciudadanos que se movilizaron en busca de un cambio en sus instituciones más cercanas.

Es probable que Gómez, que aún no ha podido batirse en las urnas contra Aguirre, no sea el mejor para disputarle la victoria y es muy posible que otros mejor situados, como la ministra de Sanidad Trinidad Jiménez (derrotada como candidata a la alcaldía de Madrid en 2003 y rescatada también para el Gobierno), tengan más opciones. Razones de cálculo electoral aconsejarían un recambio capaz de acortar distancias con el PP.

Tal como están las cosas, el PSOE debería medir cuidadosamente el procedimiento seguido para abordar ese cambio. Lo que cabe exigirle al partido es que, sean quienes sean finalmente sus candidatos, esta vez se queden, ganen o pierdan.

08 Agosto 2010

A primarias en Madrid

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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La negativa de Tomás Gómez a renunciar abre en el PSOE un proceso lleno de incertidumbre

La candidatura socialista para las elecciones autonómicas de 2011 se decidirá, finalmente, en primarias. Este es el desafío que José Luis Rodríguez Zapatero, secretario general del PSOE, y Tomás Gómez, líder de los socialistas madrileños, sellaron ayer tras una tensa reunión en la que el presidente del Gobierno fue incapaz de convencer a su interlocutor de las bondades de la ministra Trinidad Jiménez para plantar cara a Esperanza Aguirre. Gómez no dio su brazo a torcer y, como mucho, ofreció una candidatura conjunta en la que él iría de número uno y Jiménez, de número dos. Zapatero rechazó de plano esta posibilidad. Las primarias son un procedimiento democrático que el PSOE ha utilizado en el pasado. Sin embargo, no es menos cierto que una batalla interna de meses, con el consiguiente desgaste para el partido y sus líderes, no parece la mejor manera de definir una alternativa en una comunidad tan importante y difícil para los socialistas como es Madrid. Un candidato sólido, con auténticas opciones y apoyado por todos los sectores del partido habría sido el mejor camino para una empresa muy complicada: volver al poder en Madrid tras lustros en la oposición.

Es evidente que lo sucedido estos días -la escalada de declaraciones, la suspensión de la primera entrevista prevista en La Moncloa, entre otras circunstancias- no ha ayudado a la imagen del partido, al margen del coste que para la autoridad de Zapatero supone la negativa de un líder regional que él mismo aupó. Sin duda, el presidente apelará a que su partido es, ante todo, un colectivo que respeta los procedimientos internos, pero es evidente que lo sucedido no le deja en buen lugar ni habla bien de cómo se ha gestionado este asunto por ambos bandos.

Fue Zapatero quien, tras la derrota repetida de Rafael Simancas frente a Aguirre, señaló al entonces alcalde de Parla, Tomás Gómez, como nuevo mirlo blanco capaz de capitanear al socialismo madrileño. Lo hizo por razones estrictamente electorales: Gómez había sido en dos elecciones consecutivas el alcalde más votado de España. Además, ha conseguido en estos tres años mantener el partido bastante cohesionado, superando las taifas tradicionales de la antigua FSM (ahora PSM). La paradoja de este embrollo es que el principal argumento contra él, que era poco conocido, ha quedado superado: su resistencia le ha convertido en un personaje famoso.

El PSOE quería que las elecciones en Madrid atrajeran el foco de las próximas autonómicas por dos razones. La primera, porque las encuestas internas del partido, con Jiménez al frente, mostraban alguna posibilidad de éxito. La segunda, porque los líderes del partido preferían centrar en la capital la atención antes que en otras comunidades en las que las posibilidades de éxito se ven muy mermadas por las pésimas expectativas electorales del PSOE, las peores desde que Zapatero accedió al poder. El foco ya lo han conseguido. Está por ver que el camino ahora elegido sea el mejor.

09 Agosto 2010

Antonio Hernando: ""El compañero Gómez sabe que la ministra es mejor"

Entrevista de Anabel Díaz

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Antonio Hernando, diputado nacional y responsable federal de Política Municipal del PSOE, está seguro de que los militantes del PSM sintonizarán con la sociedad en las elecciones primarias.

Pregunta. Tomás Gómez defiende su derecho a ser candidato, en tanto que el líder del PSOE le pidió que no lo fuera.

Respuesta. Claro que el secretario general del PSM tiene derecho a ser candidato, pero por encima de su derecho está la obligación de cualquier candidato, que es la de gobernar. Ahora mismo, hay una oportunidad cierta de gobernar y la obligación del PSM es elegir al mejor. El compañero Gómez sabe que Trinidad Jiménez es mejor candidata que él para ganar a la derecha en Madrid.

P. En el PSM se duda de esas encuestas.

R. Pues no ofrecen dudas. Tenemos encuestas internas que señalan claramente que la ministra no solo es más conocida que Tomás Gómez, sino que tiene mucha mejor valoración y es preferida frente a él por los votantes de la Comunidad de Madrid. Es mejor candidata en conocimiento, preferencia y valoración.

P. Pero son los militantes del PSM los que tienen que decidir quién es mejor candidato.

R. Creo que los militantes de mi partido elegirán a quien piensen que puede acabar con 20 años de gobierno de la derecha; elegirán a aquella persona que tenga capacidad de cambiar en Madrid.

P. Por su conocimiento del partido, ¿cree que los militantes están en la misma sintonía que los votantes?

R. Los militantes del partido saben que, en los pueblos en los que viven, los vecinos y vecinas declaran que la ministra es la mejor candidata para hacer frente a Esperanza Aguirre.

09 Agosto 2010

En defensa de Tomás Gómez

Gregorio Peces-Barba

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Parece que no existe acuerdo sobre el candidato a la presidencia para las elecciones en la Comunidad de Madrid. Se trata de que la presidenta Aguirre pierda al menos la mayoría absoluta, lo que no parece imposible. Perdimos una gran ocasión cuando se produjo el llamado tamayazo, por la traición de dos diputados que habían sido elegidos en las listas socialistas. El secretario general, compañero Rodríguez Zapatero, vino a Ribadesella a ofrecerme la candidatura y acepté. Sin embargo, los compañeros que entonces dirigían Madrid rechazaron la propuesta y el secretario general no se atrevió a mantener su oferta. Perdimos las elecciones con Simancas de candidato y desde entonces la señora Aguirre ha ido aumentando la diferencia a su favor en sucesivas elecciones. Después de aquella ocasión perdida, la presidenta reconoció que conmigo de candidato ella no hubiera ganado.

Ahora parece posible, aunque no seguro, que pueda perder esa mayoría absoluta. Escribí hace ya varios días al presidente del Gobierno y secretario general expresándole mi opinión para que Tomás Gómez fuese el candidato y que no hubiera más desembarcos de otros terceros. Me consta que otros compañeros le comunicaron que eran de la misma opinión. No tuve ni siquiera acuse de recibo y hemos sabido por la prensa que tiene la pretensión de presentar a la ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, que ya fue candidata a la alcaldía de Madrid frente a Ruiz- Gallardón, desgraciadamente sin éxito. Conozco desde hace muchos años a Trini y a su familia, la admiro y creo que es una excelente ministra. De casta le viene al galgo porque su padre ha sido un magnífico magistrado del Tribunal Supremo, honra de su importante profesión. Sin embargo, no soy partidario de aterrizajes que han sido siempre infructuosos en Madrid. Por otra parte Tomás Gómez ha reconstruido la unidad del PSOE y ha realizado una muy buena labor después de haber sido quizás el mejor y más votado alcalde de Parla. Creo que merece ser candidato y quiere serlo, como ha manifestado al compañero Rodríguez Zapatero. No merece la desconsideración de proponer una candidata alternativa, pero el presidente sigue en su empeño y Tomás Gómez no desiste. Creo que tiene razón el secretario general de Madrid, apoyado por la gran mayoría de las agrupaciones y también por muchos alcaldes como Enrique Cascallana, el buen alcalde de Alcorcón, aunque algún otro ha dicho una cosa y su contraria con pocas horas de diferencia. Al final, la solución mejor ante la tozudez del presidente son las elecciones primarias, si Trinidad Jiménez o cualquier otro compañero o compañera presentan su candidatura aparte de la de Tomás Gómez. Estoy seguro de que, como siempre en el partido, será una competición limpia y no se presionará desde el aparato de Ferraz. Por mi parte, sabe Tomás Gómez que cuenta con mi apoyo en lo que pueda valer y estoy seguro de que también cuenta con la mayoría de los militantes de nuestra querida comunidad.

Gregorio Peces-Barba fue presidente del Congreso de los Diputados.

14 Agosto 2010

Gómez contra Jiménez

Carmelo Encinas

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Tomás Gómez tiene cara de pena. No es ni mucho menos un tipo triste y su tendencia es a sonreír, pero tiene de natural un gesto lastimero, como si pidiera disculpas por existir. El destino ha querido que ese gesto suyo sea el apropiado para afrontar la actual circunstancia en la que el secretario general de los socialistas madrileños ha echado el órdago de su vida. Trabajador tenaz y deportista, este consumidor de cervezas sin, coca-colas light y té verde parece impregnado del carácter calvinista de su Holanda natal. Un punto cuadriculado que le ha restado cintura para driblar a sus rivales políticos o sortear las adversidades mediáticas. Para lo bueno y para lo malo, Gómez está considerado un hombre de piñón fijo. Y con ese piñón en la cadena aguantó en Moncloa como un ciclista escalando el Tourmalet las dos horas más largas de su vida. Las que Zapatero empleó en tratar de convencerle para que no presentara su candidatura a la presidencia de la Comunidad de Madrid en favor de Trinidad Jiménez.

Puedo imaginar el sentimiento de frustración del que un día fuera el alcalde más votado de España. Puedo imaginarle tratando de convencer al que hasta ahora fue su héroe del trabajo realizado en tres años al frente de una federación que encontró como la cubierta de un barco pirata. Puedo imaginar su impotencia viendo resbalar sus logros, propuestas y argumentos sin que nada calara en la piel de Zapatero, impermeabilizada por el marketing. Puedo hasta imaginar el apretón de manos de la despedida menos prieto que el del saludo.

Es verdad que Trinidad Jiménez es a priori mejor candidata que Tomás Gómez. Es atractiva, impetuosa y cálida. El suyo es un discurso vibrante y le sonríe la cara. Por si fuera poco, viene de realizar una buena gestión al frente del Ministerio de Sanidad. Pudo estrellarse, recién estrenada como ministra, con la gripe A y recogió halagos hasta de la oposición por convenir la prevención con los consejeros autonómicos sin mirar su color político. Es de las mejor tratadas por la encuesta del CIS y, según las encuestas de Ferraz, que solo Ferraz maneja, tiene más posibilidades de ganar a Esperanza Aguirre que Tomás Gómez.

Así, el Partido Socialista de Madrid y toda su militancia se ven abocados a un debate a corazón partido para determinar qué ha de pesar en la elección de sus candidatos. Si lo prioritario es su gancho en las urnas o el trabajo constante. Si estamos ante un salto de pértiga o una carrera de fondo. Hay razones en las dos partes.

El Partido Popular arrebató Madrid a la izquierda manteniendo con insistencia a unos candidatos que al principio parecían flojos y terminaron siendo imbatibles. Es algo que no hizo bien Trinidad Jiménez. Se marchó del Ayuntamiento de Madrid y ese será su punto flaco en las primarias de octubre. En cambio, la debilidad de Tomás Gómez es que aún no le ubica mi madre. En los tres años al frente del partido en Madrid ha trabajado más hacia adentro que para afuera. Es verdad que en el partido había mucha tarea, pero, en los tiempos que corren, un candidato ha de forjarse de cara a la ciudadanía con más empeño y sofisticación del empleado por Gómez en estos años. Lo cierto es que hasta ahora el nivel de conocimiento de Tomás Gómez era raquítico. Apenas le paraban por la calle no porque despreciaran su labor, sino porque no sabían quién era. Esta circunstancia es la que está cambiando ahora gracias paradójicamente a la adversidad de la dirección federal. En las tres últimas semanas Gómez ha logrado más portadas y foco mediático que en tres años. Empieza a ser conocido como el tipo que le planta cara a Zapatero, y el señor presidente no está precisamente en horas altas.

El proceso de primarias permitirá a la oposición airear el fantasma de la división interna, pero obtiene unos réditos impagables en términos de atención informativa para ambos contendientes. El pulso de Tomás Gómez y Trinidad Jiménez no es un mal negocio para el socialismo madrileño.

15 Agosto 2010

Efectos secundarios

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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Las primarias en Madrid condicionarán decisiones como la remodelación del Gobierno

La agitación que está produciendo entre los socialistas madrileños la pugna por la designación de sus candidatos para las elecciones de 2011 deriva seguramente del especial interés del PSOE por hacer de esas elecciones, y especialmente de las autonómicas, el eje de su estrategia de recuperación con vistas a las generales del año siguiente: porque creen que los escándalos de corrupción pasarán factura a Esperanza Aguirre y porque piensan que derrotar a una dirigente tan señalada del PP elevará la decaída moral del electorado de centro-izquierda y detendrá el deterioro que reflejan las encuestas.

La pugna fue iniciada por Zapatero al proponer a Trinidad Jiménez. Cabe preguntarse si calculó las consecuencias de una implicación tan directa. Porque la resistencia de Tomás Gómez a retirarse en favor de la ministra ha conducido a la necesidad de elecciones primarias; los dirigentes socialistas se han felicitado porque vayan a celebrarse y han resaltado su carácter democrático por oposición al método digital seguido por el PP en casos como la sucesión de Aznar por Rajoy.

Sin embargo, es evidente que no eran primarias lo que deseaban esos dirigentes, al menos, Zapatero, que intentó convencer a Gómez para que se retirara. Precisamente porque se consideraba un riesgo para la cohesión interna la existencia de dos candidaturas enfrentadas. Y en todo caso, que el presidente no consiguiera su propósito es un síntoma de su pérdida de infalibilidad en el cara a cara.

Los resultados del proceso que ahora se inicia tendrán consecuencias asimétricas para los aspirantes. Aunque gane las primarias, si Jiménez pierde ante Aguirre se considerará un fracaso suyo (y de Zapatero), mientras que si lo mismo le ocurre a Gómez, saldrá reforzado: podrá seguir siendo el líder del partido, pero ahora mucho más conocido, jefe de la oposición desde la Asamblea regional y candidato en 2015. En el caso del Ayuntamiento, si Lissavetzky no gana, a nadie extrañaría que cuatro años después volviera a ser candidato, aunque seguramente ya no contra Gallardón, que aspira a más altas misiones.

El proceso también tendrá influencia en el Gobierno. El PP ha pedido la dimisión de Jiménez por considerar incompatible ser ministra y participante en una pugna de partido. Tiene sentido dimitir al ser proclamado candidato a presidir una comunidad, pero es dudoso que aspirar a ello exija abandonar el Consejo de Ministros si no está así previsto en los estatutos del partido. Las elecciones internas no son una cuestión privada, sino parte del funcionamiento de la democracia.

En todo caso, las primarias se celebrarán el 3 de octubre. Si gana, Jiménez tendrá que dejar el Gobierno, lo que dará un pretexto para la remodelación tan largamente aplazada, pero si pierde lo más probable es que también salga del Ejecutivo, pese a su buena gestión en Sanidad. ¿Había previsto Zapatero esas consecuencias cuando tomó la iniciativa de exteriorizar sus preferencias?

22 Agosto 2010

Gómez consigue en La Noria su primera victoria sobre Trinidad Jiménez

Cecilia Guzmán

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Tomás Gómez ganó por primera vez a su rival en las próximas primarias por la candidatura socialista de Madrid, Trinidad Jiménez. Según la encuesta de La Noria de este sábado, de 9.040 personas, el 63%, votó a favor del ex alcalde de Parla a la pregunta de quién es el candidato más adecuado para vencer a Esperanza Aguirre.

Lo ha reconocido sin reparo el propio Gómez, “en tres semanas” ha conseguido lo que no ha podido “en tres años “al frente del PSOE madrileño, “acaparar una gran atención mediática”. Seguramente esa posibilidad de estar “bajo los focos” es lo que le ha permitido obtener ese resultado en el sondeo de La Noria.

«La política no es una profesión»
El líder de los socialistas madrileños, que ha sido entrevistado por el director de El Plural, Enric Sopena, y por la periodista de Intereconomía Isabel Durán, ha compartido su creencia de que “la política no es una profesión, ni el político debe ser un profesional, la política es sólo para un tiempo y luego debes volver a tu vida”, ha reflexionado.

«Competición democrática», no «batalla campal»
Gómez está convencido de que la mayoría de los madrileños quiere un cambio político en Madrid, porque “hay una mayoría progresista”. Ha querido dejar claro que su desafío con Trinidad Jiménez es una “competición democrática», porque su «contrincante político nunca será un socialista». Y ha querido desligarse de la “batalla campal” que existe entre Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón.

«No busco un sueldo y un coche oficial»
El alcalde más votado de España ha explicado que su decisión de continuar apostando por su candidatura en Madrid “no es un acto individual, sino fruto de una reflexión colectiva. “En términos personales habría sido más fácil tomar cualquier otra decisión”, ha dicho más de una vez, antes de afirmar que no busca “un sueldo y un coche oficial”.

«La única herramienta de los ciudadanos»
Gómez se ha mostrado como un hombre que cree en la política y sus posibilidades. “La política es la herramienta para hacer que las cosas cambien. La política no la podemos hacer en cotos privados, la política es de la gente, es la única herramienta con la que cuentan los ciudadanos”, ha reivindicado el líder del PSM.

La foto del Gobierno, 13 de mayo
Tomás Gómez ha tratado de restar importancia al sondeo que decidió a la dirección del PSOE a buscar una alternativa al líder del PSM. “Las encuestas son buenos instrumentos de trabajo, pero son sólo una foto y la vida no es una foto, es una película”, argumenta. Y en lo que parece un intento de convencer a su propio partido, va más allá y pone un ejemplo para explicar su visión del asunto.”Una encuesta del 10 de mayo no hubiese tenido nada que ver con otra el 13 de mayo, un día después de que el Gobierno tomara las medidas para reducir el déficit”.

«Los sondeos no sirven para tomar decisiones»
“Las encuestas no pueden servir para tomar decisiones. La política está por encima de las encuestas. Creo en el trabajo del grupo, no en la improvisación”, refuerza Gómez, quien, sin embargo, sí se valió de los sondeos para vaticinar que Madrid estaba preparada para un cambio político desfavorable a la derecha. Una contradicción que Enric Sopena le señaló.

Su proyecto político
Aunque la discrepancia con Ferraz sigue estando en el centro de la atención mediática, Gómez tuvo tiempo de esbozar el proyecto político que propone a los madrileños. Asegura que está en condiciones de crear 150.000 puestos de trabajo, apoyando a los autónomos y favoreciendo el crédito a las empresas a través de Caja Madrid.

Una Sanidad Pública de ricos
En referencia a la Sanidad, ha reiterado su sueño de conseguir un nivel tan alto que “el ciudadano más rico quiera ir al servicio público”. Para Educación, propone una “auténtica revolución, el modelo alemán, que plantea que un título de FP tenga igual, o más valor, que uno universitario, y escuelas infantiles de 0 a 3 años con carácter universal y gratuitas para que las familias puedan crecer lo que quieran y no se piensen el tener más hijos por esta cuestión».

Dependencia y planificación territorial
También un apartado para la Dependencia. “En Madrid hay 200.000 personas dependientes”, menciona. Y también para la reordenación de territorios. “Madrid tiene 179 municipios, hay que definir el territorio”, dice.

1.800 muertos por contaminación
Otro tema que le preocupa al líder del PSM es la contaminación ambiental, que se cobra cada año 1.800 vidas, según los datos con los que cuenta.

El Parlamento, la voz de los ciudadanos
Por último, Tomás Gómez propone a los madrileños “calidad democrática” en la Asamblea de Madrid. “El Parlamento tiene que ser la voz de la transparencia y los medios de comunicación no pueden ser instrumentos de publicidad de nadie”, defiende.

«El Gobierno no asfixia a Madrid»
A la afirmación de la otra entrevistadora, Isabel Durán, de que el Gobierno actualmente “asfixia” a la Comunidad de Madrid, donde los ciudadanos “valen la mitad que los catalanes”, según la afirmación de Durán, Tomás Gómez responde que “eso no es verdad” y lo desmiente con datos: “En la época de Aznar, sólo en infraestructuras, que el lo único que quiere medir el PP, su Gobierno dedicaba 2.345 de millones al año para esta Comunidad, Zapatero destina 2.630 millones. Se han llevado adelante hasta 160 proyectos en Madrid”. En referencia a un tramo peligroso de la M-501, que según Durán, el Gobierno ha dejado abandonado, Gómez rectifica que es competencia de la Administración de Aguirre, dejando en mal lugar a la periodista de Intereconomía.

Parla, ¿falta de transparencia?
Ante la pregunta de Durán de por qué el municipio de Parla, donde fue alcalde durante años, no presenta sus cuentas?, Gómez lo desmiente. “Todas las cuentas de ese Ayuntamiento están presentadas con sus correspondientes procedimientos. Mi ciudad obtuvo la calificación de ser el primero en transparencia urbanística”.

¿Gürtel en Parla?
Y sobre la contratación con una empresa Gürtel, en su etapa como alcalde de Parla, Gómez dice que habrá “sido la mejor oferta en su momento”. A una pregunta de Sopena sobre si él estaría dispuesto a hacer una auditoría en la Comunidad de Madrid para eliminar de tajo la corrupción, el líder socialista responde que él  no quiere «ganar gracias a la corrupción, sino que quiere eliminarla, porque es el único instrumento que tienen los ciudadanos para tener una buena Educación y una buena Sanidad».

Galván, Leguina y Barranco
Gómez reivindica el Madrid “amable” y que “seduce” de Tierno Galván, Joaquín Leguina y José Barranco” y asegura que tras las primarias, tanto si él gana como si pierde, la imagen del presidente del Gobierno, que se ha expuesto a unas primarias, quedará reforzada.

25 Agosto 2010

La noria de las vanidades

Moncho Alpuente

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Tomás Gómez tiene los glúteos definidos y los abdominales en perfecto estado de revista, además de una depilación perfecta. La reportera de Sálvame, programa de variedades y nimiedades de Tele 5, proporcionó estos datos imprescindibles a la audiencia en la sobremesa de una bochornosa tarde de agosto como posdata a una entrevista leve a pie de calle. La revelación produjo una cascada de comentarios picantes y risillas conejiles por parte de los contertulios de un espacio diario en el que reina Belén Esteban, la princesa del pueblo.

En los cuarteles de verano de Trinidad Jiménez, esta irrupción vigoréxica de su rival debió producir escalofríos: ¿estarán los glúteos de la candidata ministra a la altura de las circunstancias? Por muy ergonómicos que sean los asientos de sus despachos, la vida sedentaria de los políticos causa estragos allí donde la espalda pierde su honesto nombre para llamarse culo. Los culos se desfondan y se almohadillan y hasta los más respingones y pizpiretos sufren los efectos de la ley de la gravedad. Los culos fofos amortiguan desde luego los efectos traumáticos de esas patadas que cualquier político debe afrontar a lo largo de su carrera, pero desmerecen la imagen de sus portadores. Por muy bien que tengas amueblada la cabeza si tus glúteos no se definen convenientemente, tus abdominales se difuminan en un mar de grasa y tu depilación deja mucho que desear, tus oportunidades de triunfar en la política disminuirán considerablemente.

Mens sana in corpore sano debería ser el lema de campaña de la ministra de Sanidad. Vivimos estos días un renacimiento de las artes y de la cultura, de las artes marciales y de la cultura física: el continente prima sobre el contenido, la forma es el fondo, la ética es la cosmética y esta filosofía se impone sobre todo en la televisión y contribuye a ganar elecciones. Ahí tienen a Berlusconi con sus implantes capilares y su maquillaje de payaso, a Sarkozy con alzas en los zapatos para pasear a Carla Bruni por las pasarelas políticas y a José María Aznar haciendo la danza del vientre.

Una buena imagen vale más que mil buenos conceptos, por eso Correa regalaba trajes a la medida y Camps se ocupaba personalmente de los retoques para no mostrarse jamás en público con los glúteos caídos. En busca de una imprescindible repercusión mediática, que hasta ahora se le había negado, Tomás Gómez se subió hace unos días a la noria de las vanidades de Tele 5. La noria es un magacín nocturno que ha incluido a los políticos como teloneros de lujo sobre la pista del circo. «Quiero presentarles a un hombre valiente», así introdujo el polimorfo Jordi González al buen Tomás antes de soltarle a los leones. Para afrontar la faena, Tomás Gómez lucía patillas de torero que endurecían su rostro de buen chico y seguro servidor de los intereses públicos. Los dos entrevistadores seleccionados para el interrogatorio ejercían de poli bueno, el ponderado Enric Sopena y de poli mala, Isabel Durán, implacable Erinia (queda más fino que arpía y casi significa lo mismo).

En la encuesta del programa, los partidarios de Gómez se imponían a los de Trini antes de que Tomás hubiera abierto la boca, pero como el precandidato socialista repetiría varias veces a lo largo del encuentro, las encuestas son siempre coyunturales y no hay que fiarse mucho de ellas, sobre todo cuando son adversas.

Decía Jardiel Poncela que en una comedia hay que repetir las cosas tres veces: la primera para que se enteren los actores, la segunda para que se entere el público y la tercera para que se enteren los críticos. En televisión, si se quiere dejar claro un mensaje hay que repetirlo al menos media docena de veces. Tomás Gómez llevaba la lección bien aprendida y reiteraba hasta el hartazgo sus axiomas: la política no es una profesión, la política es un instrumento de cambio y lo más importante en la política es el compromiso ético. También definió su programa como un producto fresco basado en la creación de empleo, la sanidad, la educación y la dependencia, las cuatro patas quebradas del Gobierno de Aguirre.

Gómez capeó con largas cambiadas las preguntas sobre los apoyos y las zancadillas de Zapatero y su aparato federal, y salvó la cara. La emisión de unas antiguas declaraciones de Trinidad Jiménez en las que daba por finalizada su etapa madrileña y prometía no volver a presentarse nunca en su circunscripción contribuyeron a la victoria de Tomás unos días antes de que su definición muscular aumentara sensiblemente sus opciones.

En política, nunca significa por ahora no. En política lo importante es que hablen de ti aunque no se digan más que tonterías. Ahora solo queda que Trinidad Jiménez acuda a Sálvame y defina sus glúteos y su programa. Seguiremos informando.

28 Agosto 2010

Después de 20 años

Pedro Castro Vázquez

A favor de Trinidad Jiménez

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Días atrás escribí en mi blog: «Ni un minuto más, no es el momento». He intentado mantener una cierta distancia sobre el proceso de primarias de PSM porque entendía que, hasta el 6 de septiembre, era mucho más importante centrar todos nuestros esfuerzos en el trabajo que nos preocupa y nos ocupa a muchos en estos momentos: el empleo y el bienestar de los ciudadanos y ciudadanas de mi ciudad y de la Comunidad de Madrid. Veo, con cierta preocupación, cómo algunos están más interesados en trasladar a los medios de comunicación el debate interno que en seguir trabajando en el proyecto socialista madrileño.

Nunca me pareció una buena idea el proceso de primarias en estos momentos. Esto no significa que esté contra él, simplemente considero que los ciudadanos y ciudadanas podrían percibir que dejamos de trabajar en sus problemas durante estos dos meses para dedicarnos a nuestros procesos internos justo cuando más nos necesitan. No pienso permitir que los ciudadanos y ciudadanas de Getafe y del resto de la Comunidad tengan esta percepción errónea. Ahora bien, una vez que el proceso está en marcha, quiero volver a afirmar que este es un gran ejercicio de democracia interna, digno de un socialismo moderno y dinámico que defiende la ética y valores fundamentales como la libertad, la igualdad y los derechos individuales.

Tampoco puedo estar de acuerdo con la oposición frontal al PSOE federal. Me resulta del todo innecesaria una estrategia de erosión hacia el Gobierno y hacia su presidente que daña sensiblemente, no solo al socialismo, sino a la propia imagen de nuestra nación.

Tomás Gómez y Trinidad Jiménez son dos políticos de una talla y trabajo incuestionables. Pero no estamos debatiendo eso. En Madrid falta oxígeno democrático. Falta un Gobierno regional que escuche las propuestas útiles que puedan llegar desde otras posiciones políticas.

El objetivo de todos los militantes madrileños es acabar con el panorama desolador que presenta Madrid y la situación de indefensión que tienen muchos ciudadanos y ciudadanas de municipios castigados por Esperanza Aguirre. Y, por esa razón, estoy obligado a apoyar al candidato que presenta más posibilidades de acabar con esta situación en Madrid. Trinidad Jiménez tiene mayor apoyo de la ciudadanía y en estos momentos los datos reflejan que tiene más posibilidades para llevar adelante el proyecto socialista; por lo tanto, tiene mi apoyo para ganar Madrid.

Pedro Castro es alcalde de Getafe y presidente de la FEMP.

28 Agosto 2010

Compromiso, dedicación y capacidad

Matilde Fernández

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Por tercera vez, Tomás Gómez se presenta a unas primarias. No conozco a ningún otro dirigente de nuestro partido que haya hecho frente a este complejo proceso democrático en más de una ocasión. Hace falta mucho coraje, se lo garantizo. En las tres ocasiones aposté y apuesto por él.

Primero en 1999, cuando se presentó ante los socialistas de Parla como candidato a alcalde. Allí, en una asamblea con militantes, pedí que apoyaran a Tomás porque era un joven con futuro, con sus estudios terminados, que tenía un puesto de trabajo fuera de la política -y esto es importantísimo para no querer vivir de ella siempre- y que dedicaba su tiempo libre a las políticas municipales con los jóvenes de Parla. Entonces ganó las primarias y las elecciones, su equipo trabajó bien y volvieron a ganar con muchos más concejales socialistas y siendo Gómez el alcalde más votado de toda España. Esto solo es posible con mucha dedicación, mucha cercanía y mucho trabajo bien hecho. En 2007, el secretario general del PSOE pidió a Rafael Simancas que dimitiera y diera paso a Gómez. Yo, que había apoyado a Simancas, no lo compartí y estuve una temporada con algo más que enfado. Pero vi cómo Gómez renunciaba a lo conseguido para empezar de nuevo presentándose a otras primarias y también le apoyé por su experiencia política adquirida en el municipalismo (el mejor sitio) y una gestión pública seria con la que había transformado la no tan pequeña ciudad de Parla, haciendo que naciera un sentimiento de orgullo de ser y vivir en ella. Le apoyé por su experimentado liderazgo, su exigente compromiso con la gente, su sentido del deber y su compromiso con nuestra organización, especialmente con Zapatero. ¿Qué quieren votar los progresistas de Madrid? Compromiso, dedicación al trabajo, capacidad de hacer equipos y de contar con los mejores en cada materia (hay centenares de expertos profesionales y militantes trabajando en el próximo programa bajo su dirección), conocimiento de los problemas y de las aspiraciones -él dice sueños- de los hombres y mujeres de esta región. A las gentes serias nos gustan los buenos trabajadores. Podemos cambiar el olor a rancio que sufrimos en esta querida Comunidad tras 15 años de gobiernos conservadores. Nada tiene que ver esto con encuestas sobre quién es más popular. Debemos tener clara la libertad para decidir y que el lema sea: «Y nos miran para ver nuestro talante y calidad democrática».

01 Septiembre 2010

Primarias emponzoñadas

Javier Pradera

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El verano político ha estado amenizado por el anuncio de la celebración de elecciones primarias para la designación del candidato socialista a la presidencia de la Comunidad Autónoma de Madrid. Los dos únicos aspirantes serán Trinidad Jiménez, todavía ministra de Sanidad del actual Gobierno, y Tomas Gómez, secretario de la Federación del PSOE de Madrid (PSM).

Las primarias son una herramienta de ingeniería electoral importada de Estados Unidos que permite a los afiliados y simpatizantes de los partidos intervenir en el nombramiento de los candidatos a cargos públicos representativos, rompiendo así el monopolio de los aparatos burocráticos; su inconveniente principal es que las preferencias de los militantes no siempre reflejan los gustos de los votantes. La estructura de los partidos (laxa y descentralizada en América, rígida y jerárquica en España) y los sistemas de financiación y normas reglamentarias que rigen el procedimiento diferencian las primarias de uno y otro lado del Atlántico.

Ideada para democratizar a los partidos e impedir el mandarinato de sus dirigentes, la novedad ha tenido poco éxito en España, tal y como prueba la escasez de sus convocatorias. El PP continúa fiel a la práctica de que no sean los afiliados sino los órganos de dirección quienes invistan a los candidatos para las alcaldías, las presidencias de Comunidad y la presidencia del Gobierno. Así, Francisco Álvarez Cascos, pese a contar con importantes apoyos entre los militantes populares de Asturias, no podrá exigir que se celebren unas elecciones internas para designar candidato a la presidencia de su comunidad en mayo de 2011; Rajoy será el candidato del PP a la presidencia del Gobierno llueva, truene o relampaguee, a menos que un Congreso ordinario o extraordinario del partido lo impida.

Las primarias también han tenido un corto recorrido entre los socialistas por las restricciones estatutarias que las prohíben en determinados supuestos. De añadidura, la convocatoria para la presidencia de la comunidad autónoma madrileña no pretende tanto dirimir las pretensiones de dos aspirantes en igualdad de condiciones como resolver el conflicto creado entre las direcciones nacional y regional socialistas. El presidente del Gobierno apadrinó en su día la elección de Tomás Gómez, por entonces alcalde de Parla, como secretario general del PSM tras la dimisión semiforzada de Rafael Simancas, perdedor de las autonómicas de 2007; hace pocas semanas, sin embargo, Zapatero presionó -sin éxito- a su antiguo protegido para que renunciara en 2011 a la candidatura a la presidencia de la Comunidad en beneficio de Trinidad Jiménez, que perdió en 2003 la batalla por la alcaldía de Madrid cuando era una desconocida y fue impuesta como cabeza de las listas municipales socialistas por el actual presidente del Gobierno.

Zapatero intervino igualmente en la designación del candidato a las municipales madrileñas de 2007 imponiendo el nombre del novato Miguel Sebastián, premiado con el Ministerio de Industria después su previsible derrota. En ambos casos la operación de paracaidismo político perjudicó el normal desenvolvimiento de las instituciones municipales: la deserción los dos concejales socialistas electos y trasquilados -Trinidad Jiménez y Miguel Sebastián- dejó a la oposición socialista sin cabeza visible.

La resistencia de Tomás Gómez a satisfacer el deseo de Zapatero prolonga el levantisco historial de la Federación Socialista Madrileña, desgarrada en facciones movidas por las pasiones y los intereses. Pero la decisión de Tomás Gómez de forzar unas primarias cabría interpretarla también como un síntoma de que el poder o la autoridad del presidente del Gobierno está en retroceso: si el carisma de los dirigentes es una consecuencia de sus éxitos electorales, la caída en los sondeos es capaz de producir los efectos opuestos. El argumento más sólido a favor de Trinidad Jiménez y en contra de Tomás Gómez era -antes de que comenzase la trifulca- la desvaída imagen ante la opinión pública del secretario regional madrileño. Pero el anuncio de la celebración de las primarias ha reducido la ventaja de Trinidad Jiménez y proyectado la figura de su rival como un intrépido David que ha pasado del oscuro anonimato a un iluminado escenario. Por lo demás, las declaraciones de los ministros José Blanco y Alfredo Pérez Rubalcaba poniendo en berlina al modesto ex alcalde de Parla y acusándole absurdamente de ser un peón de la derecha, arroja serias dudas sobre la sinceridad de los propósitos gubernamentales de respetar la neutralidad del aparato oficial.

03 Septiembre 2010

¿Es extraterrestre Trinidad Jiménez?

Juan Carlos Rodríguez Ibarra

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Nunca me gustaron las primarias a la española. Son una mala copia de las americanas, pero sin la participación del electorado. En la época de Internet, son también una antigualla. Un mes del tiempo de los posibles candidatos para decidir algo que se puede averiguar en un minuto, haciendo clic en el nombre de cada uno de los contendientes, es un ejemplo de lo antiguos que nos estamos quedando en esto de los partidos.

Además, el candidato que gana unas primarias condiciona el programa que el partido en cuestión debe presentar a sus electores en el momento clave de la campaña electoral. ¡A ver quién es el guapo que se atreve a escribir una línea que, dentro de la ortodoxia partidaria, no sea aceptada por quien ganó las primarias! Supongamos que el ganador de unas primarias es enemigo mortal de las corridas de toros o de la energía nuclear, pero que en el desarrollo de la campaña interna no lo ha explicitado ante los militantes encargados de elegirle. Llegado el momento de elaborar la alternativa electoral del partido, en la que se supone que participan los afiliados, a los que no se les puede relegar a elegir solo al candidato, si la mayoría de las propuestas internas se decantan por apoyar las corridas y la energía nuclear, estará claro que, si no son apoyadas por el ganador de las primarias, esas propuestas deberán ser guardadas en un cajón para mejor ocasión. No estaremos, entonces, ante la propuesta electoral de un partido, sino ante el proyecto personal de un candidato, sin que nadie de ese partido, salvo el candidato, se responsabilice del cumplimiento de dicho programa.

Si a ese personalismo en la elaboración de las propuestas electorales, unimos la voluntad indeclinable del ganador a la hora de incorporar o vetar nombres en las listas electorales -que para eso ha ganado unas primarias-, nos encontraremos con que el principio constitucional de que los partidos tienen que tener un funcionamiento interno democrático, se convierte en papel mojado, de lo que se concluye que, lo que aparentemente comenzó siendo un acto estrictamente democrático acaba convirtiéndose en una rendición al espíritu y a las propuestas de una sola persona.

Pero puesto que el mal ya está hecho en el Partido Socialista Madrileño (PSM), y ya no queda más que arar con estos bueyes, bueno será que se expliciten, públicamente, las razones que impulsan a los dirigentes socialistas madrileños a defender una u otra candidatura en el debate abierto en el seno de esa federación del PSOE.

Según dice la prensa, y al parecer con exactitud, Tomás Gómez ya fue alentado para ser candidato a presidente autonó

mico por el 95% del Comité Regional de la federación madrileña el pasado mes de julio.

El Comité Regional es el máximo órgano de representación y decisión entre congresos. Los más de 500 que allí se dieron cita representan al conjunto de los madrileños que militan en las filas de los socialistas. Se supone que cuando esa aclamación se produjo, quienes manifestaban su preferencia por Tomás Gómez sabían que estaban ejerciendo ese acto democrático no solo en función de lo que pensaba cada uno de ellos individualmente, sino también sabiéndose representantes de los miles de militantes socialis-tas de la Comunidad de Madrid, de los que recibieron su representación.

Hay que intuir que cuando se produjo esa proclamación, en la forma casi unánime en que se hizo, todos y cada uno de los miembros del Comité Regional valoraron los méritos del candidato que les presentaba la Comisión Ejecutiva de los socialistas madrileños. Resultaría extraño que ningún miembro del Comité Regional se parara a pensar en Trinidad Jiménez, pongamos por caso, para ser candidata a la presidencia de la Comunidad Autónoma por el PSM.

Suponiendo que algunos lo hubieran pensado, y debió ser así, porque en estos pocos días en que ambos candidatos se han postulado, más de uno ha salido apoyando el nombre de Trinidad, resultaría necesario que explicaran las razones por las que, intuyendo que era la mejor candidata, no propusieran su nombre en ese acto supremo, sino que, al contrario, decidieran amortizarlo apostando con su palabra o con su silencio por el que creían que reunía menos condiciones que la que hoy es su contrincante, es decir, que apoyaran a Tomás Gómez.

Salvo que esté errando en esta descripción de los hechos, no se entiende muy bien que alguien que representa a los militantes en el Comité Regional del PSM, tomara la palabra para defender a quien, como ellos mismos manifiestan hoy, no es el mejor candidato posible.

Solo se puede explicar este galimatías si se tiene en cuenta que el que hoy no es el mejor candidato posible era y es el único secretario general de los socialistas madrileños. Y ya se sabe el poder que tienen los secretarios generales en los partidos políticos. Tanto, que su solo nombre es capaz de concitar el fervor de los que no apostaban por sus posibilidades como candidato a presidente de la Comunidad de Madrid y, lo que es más importante, de paso, salvaguardar los intereses partidarios, políticos y electorales de quienes no creían en Tomás, pero consideraban que apoyándole hacían un acto de siembra de cara a sus respectivos futuros políticos.

¿Qué ha podido ocurrir para que donde se dijo digo ahora se diga Diego? Que ha aparecido en escena otro secretario general, con más poder que el secretario general anterior.

Ha hecho acto de presencia el secretario general del PSOE y presidente del Gobierno de España y, como no podía ser de otra forma, los que solo pensaban en ellos y en su futuro apoyando a Tomás Gómez para candidato a presidente de la Comunidad de Madrid, aun considerando que no era el idóneo, ahora se desdicen y acuden solícitos a votar a quien es considerada por José Luis Rodríguez Zapatero como la mejor candidata para desbancar a Esperanza Aguirre, es decir, a Trinidad Jiménez.

José Luis Rodríguez Zapatero hizo lo que creyó mejor, pero Trini, militante veterana, mujer joven y excelente ministra, está ahí desde hace años, aunque, por lo visto, casi nadie había reparado en su presencia. Entiendo que ni ella misma, ya que no propuso su candidatura cuando el 95% de los miembros del Comité Regional apoyaron a Tomás Gómez. Solo José Blanco pensó siempre lo mismo en este asunto.

Sería una excelente labor si algún reportero diera a conocer los nombres y apellidos de los miembros más destacados del Comité Regional del PSM que aceptaron explícita o implícitamente a Tomás Gómez para candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, y que se fuera informando de las razones que animan a los que ahora se pronuncien en contra de ese candidato que ellos mismos auparon. Sería un ejercicio interesante para que quien cambie de criterio sepa que tendrá que explicar las razones por las que no se acordó, antes, de que hay una militante en su federación que se llama Trinidad Jiménez, que no es ninguna extraterrestre que acaba de llegar al planeta Tierra.

Votar lo que diga el secretario general regional del PSM solo porque él lo dice, conlleva la indignidad de votar unas semanas más tarde otra cosa diferente porque lo dice el secretario general federal del PSOE. No es extraño que los políticos tengan cada vez menos consideración en el ánimo de los ciudadanos. Si yo fuera Trinidad Jiménez, no me fiaría de los conversos.

12 Septiembre 2010

El tirón electoral de Trinidad Jiménez supera al de Gómez

Fernando Garea

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Trinidad Jiménez obtendría mejor resultado en las elecciones en la Comunidad de Madrid que Tomás Gómez, es mejor valorada por los votantes socialistas y posee más capacidad de movilización que su oponente en las primarias del PSOE. Así lo revela una encuesta de Metroscopia para EL PAÍS, que muestra que, en cualquier caso, de celebrarse ahora elecciones, la vencedora sería Esperanza Aguirre, del PP.

El sondeo constata un mayor tirón electoral de la ministra de Sanidad, que no solo obtendría mejor resultado (un 38,7% de votos frente al 32,2% de Gómez), sino que su candidatura erosiona más a Aguirre, que frente a Jiménez se quedaría en un 48,3% de votos, frente al 51,6% que recogería con Gómez de contrincante.