26 febrero 1981

El nombramiento del alto cargo militar se produce en un momento de Gobierno en funciones

El General Alfonso Armada Comyn, militar próximo al Rey, es nombrado Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército

Hechos

El 3.02.1981 el General Alfonso Armada fue nombrado Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército.

Lecturas

El 12 de febrero de 1981 el general D. Alfonso Armada Comyn tomó posesión como Segundo Jefe del Estado Mayor del Ejército, convertido en el adjunto del teniente general D. José Gabeiras Montero, jefe del Estado Mayor. El general Armada Comyn sustituye al general D. José Martínez Jiménez.

El nombramiento del Sr. Armada Comyn fue solicitado por el Rey Juan Carlos I, del que este fue secretario en la Casa del Rey, pero D. Adolfo Suárez González se opuso a ello por sus malas relaciones personales con este y ha sido precisamente en el momento de su dimisión, con D. Agustín Rodríguez Sahagún como ministrod de Defensa ‘en funciones’, cuando se ha efectuado el nombramiento.

El General de división Alfonso Armada fue nombrado Segundo jefe del Estado Mayor del Ejército por un decreto del Ministerio de Defensa. D. Alfonso Armada nació en 1920 y es diplomado de Estado Mayor; fue profesor del Rey durante su preparación para la Academia General Militar, y después de ocupar diversos cargos militares fue jefe de la Secretaría de la Casa del Rey, puesto que ya había ocupado cuando don Juan Carlos era Príncipe de España.

 

El Análisis

UN MOMENTO INQUIETANTE

JF Lamata

El General Alfonso Armada no era nombrado Segundo Jefe del Estado Mayor, segundo cargo más importante en el Ejército por detrás del General Gabeiras, en un momento normal. D. Adolfo Suárez había dimitido como presidente el 29 de enero y hasta el 20 de febrero no se preveía la investidura de un nuevo Presidente del Gobierno. Por lo que el nombramiento del General Armada se producía en un momento de cierto desgobierno. Pero es que además se proveía en medio de los rumores de que el General Armada podía ser la solución a la crisis de Gobierno, rumor que había llegado incluso a la prensa. Si había rumores ‘de sables’ parecía lógico que el Rey quisiera tener a un hombre de confianza en un puesto relevante en el ejército. Aunque, a la vista de los hechos, la presencia de Armada fue más enredadora que conciliadora.

J. F. Lamata