29 junio 2012

Ira en la izquierda por la destitución del jefe de Informativos de todo el periodo Zapatero

El PP designa a Gónzález-Echenique presidente de RTVE y a Julio Somoano director de informativos reemplazando a Fran Llorente

Hechos

  • El Congreso, con la mayoría absoluta del PP designó a D. Leopoldo González-Echenique presidente de RTVE y este, a su vez, nombró a D. Julio Somoano, director de Informativos reemplazando al Sr. Fran Llorente.

Lecturas

El cargo de ‘presidente de RTVE’ está vacante desde el pasado mes de julio de 2011 cuando dimitió D. Alberto Oliart Saussol. Al contrario que en las dos últimas elecciones, las de D. Luis Fernández en 2006 y D. Alberto Oliart Saussol en 2009, que fueron elegidos por consenso, este nombramiento ha sido unilateral del PP.

El 4 de junio de 2012 el PP propone oficialmente a  D. Leopoldo González-Echenique Castellanos de Ubao como nuevo presidente de RTVE, apoyado únicamente por el PP, que cuenta con mayoría absoluta. El Sr. González-Echenique toma posesión como presidente de RTVE el 29 de junio de 2012 . Ese mismo días e hace pública su decisión de destituir a D. Francisco Llorente Campos, que ha sido director de Informativos de TVE durante todo el mandato del Gobierno Zapatero y nombrar en su lugar a D. Julio Somoano Rodríguez, periodista proveniente de Telemadrid y considerado afín al Partido Popular. Dña. Alicia Gómez Montano (considerada afín al PSOE) es destituida como directora de ‘Informe Semanal’ y reemplazada por D. Jenaro Castro Muiña (considerado afín al PP).

El 13 de julio de 2012 la dirección de RTVE decide destituir a D. Juan Ramón Lucas Fernández como conductor del magacine matutino de RNE ‘En Días como hoy’, que será reemplazado por D. Manuel Hernández Hurtado ‘Manolo H. H.’, que cambiaré el nombre del programa por ‘El Día menos pensado’.

Ese mismo viernes 13 de julio de 2012 se despide de la audiencia desde los micrófonos de RNE el Sr. Toni Garrido [D. Antonio Garrido Coronado], conductor del programa de las tardes de RNE, que aprovecha, asumiendo que ese también será su último día en RTVE y reivindicando su labor realizada en la era de Zapatero por D. Juan Ramón Lucas Fernández, Dña. Ana Pastor García y D. Francisco Llorente Campos. Será sustituido pro Dña. Yolanda Flores Remon.

El 4 de agosto de 2012 Dña. Ana Pastor García comunica en Twitter que ha sido destituida como directora y presentadora del programa ‘Los Desayunos’ de TVE. Será sustituida como presentadora por Dña. María Casado Paredes y como director por D. Ignacio García Mostazo.  Ese mismo día se hace oficial el cese de D. Xabier Fortes López como conductor de ‘Las Noche en 24 Horas’, siendo reemplazado por Dña. Ana Ibáñez. El Sr. Fortes López permanecerá como empleado raso en TVE, pero Dña. Ana Pastor García pedirá su baja para pasar a trabajar al sector privado, en CNN en Español (11 de septiembre de 2012) y en La Sexta de Atresmedia, cadena dirigida por D. Antonio García Ferreras, pareja de la señora Pastor García con quien tiene un hijo.

Finalmente el 31 de agosto de 2012 es D. Javier Gallego Crudo, conductor y director del programa ‘Carne Cruda’ de Radio 3 (emisora de RNE) el que comunica que su programa ha sido retirado por el responsable de Radio 3, D. Tomás Fernando Flores.

Las destituciones son criticadas por por El País y otros medios progresistas en contraposición a los que se produjeron en 2004 cuando el Gobierno Zapatero tomó RTVE despidiendo a los principales referentes de la etapa Aznar, que entonces sí fueron respaldados por estos medios.

En el caso concreto de D. Javier Gallego Crudo su despido si fue respaldado desde El Mundo por el Sr. Quico Alsedo por haber convertido un espacio de la radio pública en un programa a favor del 15-M y la ‘izquierda anti-partidos’.

NUEVOS DIRECTIVOS DE RADIO TELEVISIÓN ESPAÑOLA:
D. Leopoldo González-Echenique, nuevo Presidente de la Corporación de RTVE.

D. Julio Somoano, nuevo Director de Informativos de TVE.

D. Sergio Martín, nuevo Director del CANAl 24 HORAS de TVE.

D. Jenaro Castro, nuevo Director de ‘Informe Semanal’ de TVE.

Las elecciones de noviembre de 2011 dieron el triunfo al Partido Popular de Mariano Rajo Brey, pero los informativos siguieron dirigidos por D. Francisco Llorente por la incapacidad del PP y PSOE para consensuar un nuevo Consejo de Administración de la Corporación. Esta situación se prolongó hasta junio de 2012 cuando el Gobierno Rajoy Brey modificó por Real Decreto el apoyo para la elección del Presidente de la Corporación de mayoría de dos tercios a mayoría absoluta del Congreso de los Diputados. Ante esa situación el PSOE se negó a negociar la nueva composición del Consejo de la corporación por lo que su presencia se redujo al mantenimiento del único consejero al que aún no le había caducado su mandato.

Por PP: D. Leopoldo González-Echenique (Presidente), D. Andrés Martín Velasco, Dña. María Luisa Ciriza, D. Fernando Navarrete y D. José María Peñalosa.

Por PSOE: D. Miguel Ángel Sacaluga Luengo.

Por CiU: D. Óscar Pierre Prats.

Por Izquierda Unida: Dña. Teresa Aranguren Aménzola. 

D. Leopoldo González-Echenique designó a D. Julio Somoano Rodríguez como Director de Informativos de TVE, D. Ignacio Corrales Rodrigañez el de Director de TVE y a D. Manuel Ventero Velasco como Director de RNE.

El Congreso de los diputados, con la mayoría absoluta del PP designó a D. Leopoldo González-Echenique presidente de RTVE y este, a su vez, nombró a D. Julio Somoano, director de Informativos reemplazando al Sr. Fran Llorente.

El Sr. Gónzález-Echenique permanecerá en la presidencia de RTVE hasta septiembre de 2014. 

16 Mayo 2012

Un compromiso con la tele pública

Miguel Ángel Sacaluga

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Tan preocupante es cambiar por decreto ley la composición y elección del Consejo de Administración y presidente de RTVE, porque afecta a su independencia, como recortarle más de 200 millones de euros, porque tiene graves consecuencias tanto para el servicio público que presta como para el crecimiento y el empleo del sector.

RTVE, primera empresa audiovisual del país, puede paliar esos efectos negativos y activar el crecimiento, incentivar el empleo si, ante la nueva realidad económica y empresarial, clarifica su estrategia en clave de utilidad, compromiso y responsabilidad pública. Sin renunciar al modelo que tan buenos resultados ha dado en audiencia, independencia y equilibrio presupuestario -aunque mejorable en producción interna-, debe maridar la prestación de un servicio público plural, de calidad y con más producción propia con la dinamización de la industria española audiovisual, cinematográfica y tecnológica.

RTVE, con una mermada capacidad de inversión y compras, debe elegir, apostar por la industria española y europea o mantenerse en otros mercados, principalmente el norteamericano. Su margen de maniobra está limitado por los efectos del recorte sobre el coste de plantilla, un mercado peculiar donde se asumen compromisos con meses y años de antelación y la necesidad de reducir o abaratar su oferta de canales y contenidos para conseguir equilibrio presupuestario. En esta coyuntura adversa urge reorientar la estrategia de gasto, gestión y oferta hacia cinco prioridades:

1. Optimizar el uso de recursos propios, aumentando sustancialmente la producción interna para garantizar la eficacia empresarial y el mantenimiento de los puestos de trabajo, objetivo irrenunciable. Producir los programas informativos, culturales y actualidad e incrementar su participación en infantiles, deportivos, ficción…

2. Contratar preferentemente con la industria española de contenidos y servicios, priorizando en parrilla la producción independiente y reforzando la inversión, estímulo y emisión de producciones cinematográficas españolas y europeas. Series como Cuéntame o Águila Roja no pueden desaparecer por razones económicas. En función de audiencia, coste y calidad, TVE no saldría perjudicada y la industria y el empleo se beneficiarían. La película de estreno norteamericana más vista este año en TVE, La momia: la tumba del emperador dragón, emitida en el mismo horario y con coste similar a un capítulo de ficción española, tuvo 3,3 millones de espectadores, 18,7% de cuota. El último capítulo de Águila Roja, 6,1 millones y 30%. La media de la serie, 5,9 millones y 31,1%. Cuéntame cerró temporada con 5,1 millones de media y 25,5%. Sin contar los ingresos por su venta al mercado nacional e internacional.

3. Adquirir preferentemente derechos sobre eventos deportivos subastados en el mercado interno, anteponiendo la contratación de competiciones españolas -o con representación oficial española- y de interés general a aquellas donde puedan participar españoles pero no a título oficial.

Consecuentemente, RTVE debe, inmediata o progresivamente relegar la contratación de producciones no europeas, vender o subrogar derechos ya adquiridos y/o renunciar a renovar o contratar ex novo series y cine de las majors norteamericanas o acontecimientos deportivos no prioritarios. Asimismo, reforzar los criterios de austeridad en el gasto, diversificación de proveedores, transparencia y eficacia en la contratación, favoreciendo estrategias conjuntas con empresas públicas y explotando las posibilidades legales de ingresos.

4. Apostar por I+D+i al definir formatos y contenidos y primar las inversiones en nuevas tecnologías, HD, HBBTV, 3D…

5. Desarrollar la participación social y profesional y el derecho de acceso y reforzar el Consejo Asesor, dotándole de un reglamento de funcionamiento para su operatividad y eficacia.

De lo que decida RTVE depende el futuro de la Corporación, de sus trabajadores, del servicio público y de buena parte de la industria audiovisual. El sector debe colaborar y crear complicidades; el Gobierno, ayudar, no asfixiar económicamente, y firmar un contrato programa que garantice empleo, estructura territorial, suficiencia financiera y equilibrio presupuestario.

Miguel Ángel Sacaluga es consejero de CRTVE. Firman también este artículo Jesús Trancho (secretario general de UGT-CRTVE), Dolores Arocha (secretaria general de CC OO-CRTVE) y Alejandro Perales (presidente de AUC).

06 Junio 2012

Involución

EL PAÍS (Director: Javier Moreno)

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El nombramiento sin consenso del presidente de RTVE agrava el deterioro institucional

El proceso abierto para nombrar al presidente de RTVE y renovar a parte de su Consejo de Administración es un claro exponente del deterioro democrático que sufren las instituciones españolas. La incapacidad de los dos principales partidos para consensuar el recambio de Alberto Oliart, que dejó el puesto hace 11 meses, ha sido para el Gobierno de Rajoy la excusa perfecta para cambiar las reglas del juego y regresar al modelo de radiotelevisión gubernativa. Apenas cuatro meses después de llegar a La Moncloa, el Ejecutivo aprobó un decreto ley que le permite nombrar sin negociación alguna al nuevo presidente y ahora remata la faena de la peor manera posible. Registró el lunes en el Congreso el nombre de su candidato —el abogado del Estado Leopoldo González-Echenique— al límite del plazo para hacerlo, escenificando la ausencia de negociación con el principal partido de la oposición, que, en protesta, dejará dos sillas vacías en el Consejo, además de denunciar el decreto ley de abril ante el Tribunal Constitucional.

Los mimbres tejidos por el Gobierno para RTVE no son los más adecuados para garantizar su independencia informativa. No hay ningún sistema perfecto para lograrla, pero el estatuto de 2006 que obligaba a consensuar los nombramientos ha convertido los telediarios de La 1 en los más neutrales de las últimas décadas y en los de mayor éxito de audiencia. Es lamentable y alarmante la celeridad con la que Rajoy ha desbaratado esa histórica —y ahora efímera— conquista. Pero las consecuencias del atropello son de mayor envergadura. Porque, aparte del resultado del cambio en el seno de la corporación, se ha tensado la relación con los socialistas, lo que sin duda va a repercutir en la buena marcha y la renovación que necesitan otras instituciones del Estado, como el Tribunal Constitucional, ya suficientemente erosionadas.

Cabe preguntarse, no obstante, si la reacción del PSOE dejando dos de sus tres sillas vacías en el Consejo de RTVE es adecuada. Es difícil de entender una automarginación que dificultará a los socialistas la supervisión de la labor de los nuevos gestores justo cuando más se necesita. Estar en el Consejo puede facilitar el cambio de esas reglas que no gustan y mantener, al mismo tiempo, al consejero cuyo mandato aún no ha caducado desvirtúa tan discutible medida de presión.

RTVE atraviesa problemas financieros que el nuevo presidente tendrá que afrontar. Ese perfil técnico que tanto pondera el PP habría sido la mejor carta de presentación para lograr el consenso con el PSOE. Descartar tal posibilidad es un desprecio a las prácticas democráticas más extendidas en nuestro entorno. Por lo demás, la medida de la capacidad de gestión y su respeto al pluralismo informativo solo la darán los equipos que forme y el desempeño en su labor de González-Echenique, un abogado sin experiencia en el sector audiovisual. Pero llega con un pecado original difícil de soslayar.

05 Junio 2012

Que el PP no vuelva al sectarismo en RTVE

EL MUNDO (Director: Pedro J. Ramírez)

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TRAS la imposibilidad de llegar a un acuerdo con los socialistas, el PP hizo público ayer el nombre del que será nuevo presidente de RTVE y otros tres consejeros. La persona propuesta es Leopoldo González-Echenique, un abogado del Estado, que es ahora secretario general de NH. Todo indica que el Gobierno ha optado por un gestor de perfil bajo para sanear las cuentas. A diferencia de lo que sucedió hace cuatro años, el PSOE se ha negado a pactar con el PP con el pretexto de que el partido de Mariano Rajoy ha cambiado la ley, a lo cual estaba obligado para romper el bloqueo que impedía la renovación del Consejo. El PP tiene ahora un cheque en blanco para controlar políticamente una RTVE que le era manifiestamente hostil. Esperemos que eso no suponga la vuelta al sectarismo.

10 Junio 2012

La tele de Polo

Miguel Ángel Noceda

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El reto de Leopoldo González-Echenique, candidato del Gobierno para reestructurar RTVE, es ganarse la confianza general

Hasta hace seis días era un perfecto anónimo. Un hombre de esos que acuden al trabajo encorbatado, embutido en trajes hechos a la medida y con camisas claras con las iniciales bordadas en el pecho. Un ejecutivo con posibles que probablemente se va con su mujer y su prole de niños a pasar los fines de semana en una casa de campo y que, a veces, le entran unas enormes ganas de comerse el mundo. Una de esas personas de aspecto intachable de las que se supone que han estudiado una carrera y que, probablemente, han hecho oposiciones para ser abogado del Estado.

Seguramente, él habría querido otra cosa. Pero el lunes pasado, cuando Leopoldo González-Echenique Castellanos de Ubago, Polo para los amigos, llegó temprano a las oficinas de NH en Madrid, donde ejerce de secretario general, sabía que su vida estaba a punto de dar un vuelco trascendental y que su nombre iba a embadurnarse en la polémica. El Gobierno iba a anunciar esa mañana que le proponía a él, un abogado del Estado anónimo, para presidir Radio Televisión Española (RTVE) y recortar un agujero de 204 millones de euros.

Y la polémica saltó de forma inmediata. El Gobierno, rotas las relaciones con el PSOE para consensuar un candidato, cortó por lo sano. Mariano Rajoy se lo encargó a Soraya Sáenz de Santamaría y decidió el dedo de esta. Su entorno se vanagloriaba de haber llevado el asunto con absoluta discreción. Tanta que altos responsables del PP, de los que se supone que tienen que estar enterados, no pudieron dejar de mostrar cierto desconcierto al enterarse como cualquiera de los mortales. Mientras, en el PSOE empezaban a indagar las virtudes y, sobre todo, los defectos de un candidato desconocido, cuyo nombramiento está asegurado por el rodillo parlamentario del PP.

El candidato resultó ser un abogado del Estado, como la vicepresidenta, y compañero de promoción del marido de esta (Iván Rosa), nacido hace 42 años en Madrid, de familia de abogados (su padre ejercía en un despacho y su abuelo fue abogado del Estado como él). Sus progenitores le llevaron al colegio del Pilar —cantera de políticos con pedigrí—, de donde salió con una pátina que luego modeló tras pasar por las manos jesuitas de la Universidad de Comillas, donde estudió Derecho y Empresariales. La impronta le cundió, y lo prueba que lleva a sus cuatro hijos a un colegio de la Compañía.

Pertenece a la promoción que se graduó en 1996 y en la que salió con el número 19, un puesto discreto en el escalafón de estos amos del universo administrativo. A esa promoción, llamada la Gloriosa, pertenece también Jaime Pérez Renovales, secretario de Estado de Presidencia, que fue su principal mentor. El número dos de Sáenz de Santamaría fue testigo de la boda de González-Echenique y Mónica López Monis, también de la promoción y hoy responsable de la asesoría jurídica de Banesto. Tras ejercer en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y en Interior, Renovales le fichó para los servicios jurídicos de la CNMV y, posteriormente, se lo llevó a Economía, que entonces regía Rodrigo Rato. Después estuvo en la Sociedad de la Información con Josep Piqué como ministro del ramo. Esa es la relación más cercana con las comunicaciones y, según ha confesado, donde más ha disfrutado, pese a que solo duró 10 meses.

Debió transmitirlo con euforia a sus compañeros de profesión en las cenas de cuadrilla que suelen hacer. Así que, llegada esta oportunidad, su amigo no ha desaprovechado para recomendarle. Pero antes de volver a la esfera pública, ha pasado casi un decenio en la parte privada, repartidos entre Barclays y NH. Allí seguía el viernes a la espera de acontecimientos y guardando silencio. Le han dicho en La Moncloa que no hable con nadie y que no se deje hacer fotos hasta nueva orden, y él cumple. No coge el teléfono ni a los amigos.

De la Gloriosa, llamada así por la cantidad de altos cargos que ha dado al Gobierno de Rajoy, están, además de Renovales, su mujer e Iván Rosa, Miguel Temboury (subsecretario de Economía), Lourdes Centeno (secretaria general técnica de Economía), David Villaverde (director general de Deportes), Luis Aguilera (subsecretario de Interior), Marta Silva (abogada general del Estado) y José Miguel Alcolea (servicio jurídico de Iberdrola), entre otros. Esta vocación por lo público choca con el éxodo al sector privado de etapas recientes. Parece que la llegada de Santamaría y el PP ha vuelto a crear una conciencia de Estado, aunque él, que solo se reconoce monárquico, no milita en el partido.

Con muchos de ellos disfruta jugando al golf y al tenis. En ese círculo de amigos, donde todos le llaman Polo, se mueve con cercanía. Le gusta cultivar las amistades desde los tiempos del Pilar. Sus allegados destacan que hay que valorar el sacrificio, ya que pierde más de la mitad del sueldo. “Forma parte de esa especie de funcionarios que piensan que el dinero no es fundamental”, asegura uno. Pero el cargo al que va tiene tirón y abre muchas expectativas. La merma de caudales puede afectar el alto tren de vida al que está acostumbrado, en el que se priva de pocas cosas, una pequeña casa cerca de Madrid y los veranos en la selecta urbanización gaditana de Sotogrande.

Todos hablan maravillas de Polo. Detrás de su aspecto de fino señorito se guarda una persona dispuesta y simpática. Las apreciaciones se extienden fuera del círculo de íntimos, donde vuelve a ser Leopoldo. Compañeros de trabajo, jefes y subordinados, encadenan calificativos elogiosos: afable y abierto, leal por encima de todo, de risa fácil, nada arrogante y muy dialogante, modesto, no es trepa ni tiene dobleces.

Pero hasta ahora nunca ha tenido el mando, y menos de una institución como en la que está a punto de aterrizar. Y el mando, que tendrá que ejercer con firmeza, imprime carácter. Dicen que una de las cosas que aprenden los abogados del Estado es a superar obstáculos, pero de cómo acceda al cargo y de cómo desarrolle su mandato va a depender que todos los calificativos que ahora le caen como pétalos de rosas no se conviertan en lanzas. “Se llevará bien con la oposición y con los empleados”, aventura uno de sus jefes en estos años. “Va a suponer un soplo de aire fresco”, añade otro.

Falta le va a hacer. En este instante de su biografía le llega una reválida vital. Tiene la oportunidad de colocar el cum laude a su graduación. Pero sabe que se va a sentar en una silla eléctrica a la que llega con la idea preconcebida por el PP de reestructurar a cualquier precio. Tendrá que decidir si vuelve a recurrir a la publicidad para financiarse ante la reducción del presupuesto y si debe enfrentarse a recortes de plantilla. Y todo eso le va a colocar en el centro de la diana de la izquierda y de los sindicatos, mientras la derecha ya le guarda como uno de los suyos y La Moncloa confía en haber acertado.

02 Julio 2012

Relevo

David Trueba

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El nombramiento de Julio Somoano como jefe de informativos de TVE ha causado descorazonamiento. La despedida del anterior responsable, Fran Llorente, provocó la ovación de sus compañeros de redacción. Acostumbrados a que los jefes sean taimados, insolidarios y abyectos, lejos de esa figura ejemplar y casi paterna que impulsaba el oficio y la identificación del trabajador con su empresa, un suceso así nos alienta. Pero más allá de sus colaboradores, los informativos de televisión han sido en estos años premiados y elegidos porque despertaban confianza y fiabilidad gracias a esa rara cualidad de no vivir bajo el dictado del poder.

Que el nuevo responsable venga de Telemadrid, cadena pública asfixiada por la presión del poder autonómico que ha llegado a relevar a presentadores de noticias tras una entrevista no sumisa, levanta sospechas. Pero quien llega ahora a TVE se va a encontrar un espacio de gestión y trabajo más libre, menos interferido, por lo que, si es inteligente y delicado, será capaz de beneficiarse de algo que cuesta tanto lograr. Puede que nuestra tendencia sea juzgar el pasado, pero nuestra obligación reside en vigilar el futuro. Conocemos el estado en que se reciben los servicios informativos y juzgaremos el lugar en el que se dejan.

La comentada tesis de Somoano no es más que un repaso superficial de la imagen del Partido Popular allá por 2005, y ofrece rasgos de sentido común. Recomendar el silencio mediático de Aznar, reconocer la penosa e inexcusable gestión inmediata de los atentados del 11-M, abandonar las teorías conspirativas subsiguientes, recuperar la complicidad con los partidos nacionalistas, aceptar el matrimonio homosexual y hasta afear imágenes concretas como la de Zaplana leyendo el periódico en la comparecencia parlamentaria de Pilar Manjón, suena a eficaz hoja de ruta para volver al poder. La paranoia sobre series de ficción televisiva que impulsan los valores socialistas propone una tarea conservadora para mejorar su imagen en la sociedad. Pero es ahí, en la realidad y no en la ficción, en la dirección de informativos de TVE, por ejemplo, donde se va a gozar de la mejor oportunidad para decirle a los españoles que se aprendió de los errores del pasado y hay voluntad de preservar pluralidad, análisis crítico y fortalecimiento de contenidos.

20 Julio 2013

Esa televisión de todos

Carlos Boyero

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Leo en los rótulos del Telediario 1 de ayer: “Seis detenidos y nueve agentes heridos”. Al parecer, resumen lo que ha ocurrido en las cercanías de la sede del PP después de que dos mil personas ociosas que habían sido convocadas a través de las subversivas redes sociales fueran a darles la bronca al transparente, incorrupto y ejemplar partido que gobierna heroicamente la existencia de los españoles. Pero en las imágenes que plasman ese asedio y en las que presuntamente los bárbaros han herido a nueve agentes del orden y por lo que habrán sido lógicamente detenidos, veo la cabeza calva y chorreando sangre de un señor vestido de calle y a otro que parece estar cerca de la ancianidad en idénticas circunstancias, con su rostro y su cabeza machacadas a conciencia. Y ateniéndome a la veracidad de esos rótulos me pregunto si esa gente con cuya anatomía las porras o los puños de sus irritados enemigos han decidido jugar al ping-pong eran policías infiltrados, agentes de la ley y el orden, esas cosas. Pero juraría que no, que los que han sido masacrados pertenecen a la jauría humana que pretende dudar de la honorabilidad de ese partido que se rompe el alma por sacar de la ruina al desagradecido populacho. La información y las imágenes están ferozmente divorciadas. Alguien se la va a cargar.

Siempre recordaré con nostalgia aquellos tiempos franquistas y felices en los que durante alguna manifestación rojeras los acorralados policías se veían obligados a disparar al aire y esas balas después de rebotar en el cielo se incrustaban milagrosamente en el cuerpo de algún manifestante irresponsable. Al menos, eso contaban en el telediario. Y el telediario nunca miente.

Leo en el periódico algo tan sesgado pero también alentador como que vuelve a TVE el equipo del inolvidable Urdaci, aquel épico guerrero aznariano que según las últimas noticias ha terminado ejerciendo de director de comunicación, o jefe de prensa, o asesor (me hago un lío con esos cargos) de ese empresario modélico conocido como El Pocero. Y me pregunto para qué necesita Somoano a los intelectuales centuriones de Urdaci cuando podría traerse a su nuevo reino a sus antiguos colegas de Telemadrid, la tele más legendaria en la implacable guerra contra el mal. Pero claro, aquellos combatían por Esperanza y estos deben salvar a Rajoy. Sobre todo, de Esperanza.

11 Julio 2012

Ni tirios ni troyanos

Carmen Rigalt

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DESDE que me asiste la memoria democrática, Televisión Española no ha gozado de buena fama, especialmente en lo que refiere a su vertiente informativa, tocada casi siempre por un sectarismo atroz. Cierto es que en los albores de la Transición hubo una época que se recuerda como un destello de libertad, aunque a lo mejor fue un espejismo. TVE era entonces la única televisión de España y cualquier pasito que daba caía como una bendición. En aquella época no existían mecanismos de control, y si existían no se notaban. Los telediarios estaban hechos por periodistas que se controlaban a sí mismos con las reglas de la profesión. Recuerdo a Lalo Azcona, todo un icono, a Martín Ferrand, Sotillos o al glorioso Felipe Mellizo, que aterrizó más tarde pero estaba hecho de la misma pasta que los anteriores. Cuando los partidos se enconaron y los periodistas tomaron posiciones en torno a ellos, la política informativa de TVE perdió su frescura. Lo demás ya lo sabemos: tirios y troyanos se alternaron en el poder y el resultado fue el que vimos.

La televisión pública, en abstracto, tiene buena prensa, porque lo público le suena bien a todo el mundo, excepción hecha de unos cuantos cafres que privatizarían hasta el aire que respiramos. Nuestra televisión pública ha hecho honor a su nombre en la última etapa, seguramente la mejor de todas. Valoraciones económicas aparte (TVE está tiesa: el hachazo que le arrebató 200 millones del Presupuesto ha acabado con su liderazgo), los informativos han vivido su mejor momento. Razones: la ley que obligaba a elegir al presidente de la Corporación por dos tercios de la Cámara, colocando a pepé y pesoe en la difícil tesitura de ponerse de acuerdo. Así llegó Oliart, un señor que pintaba poco y sin embargo significaba mucho. Ahora vuelve la gresca. Las mayorías absolutas están para usarlas y el pepé no se lo ha pensado dos veces. Los otros también lo harían.

Se cierra un paréntesis de felicidad. Ha recogido sus bártulos Fran Llorente, el impecable jefe de Informativos, y con él Pepa Bueno, otra magnífica. Se supone que a Ana Pastor le queda poco. Pastor es roja pero «cañera». Que se lo digan a los propios ministros del pesoe. Ellos hubieran preferido en su lugar a un pánfilo de derechas.

El Análisis

JF Lamata

 

zap_FranLlorenteD. Fran Llorente fue destituido, aunque fue homenajeado por los partidos políticos de izquierda (PSOE e IU) y por los sindicatos (UGT y CCOO) como el mejor Director de Informativos de la historia.

Jordi Évole sugiere en LA SEXTA que los responsables de TVE nombrados en la era Zapatero se mantengan indefinidamente en sus cargos

En el programa ‘Al Rojo Vivo’ de LA SEXTA, D. Jordi Évole defendió que el director de informativos de TVE, Sr. Fran Llorente, debería haberse mantenido de manera indefinida al frente de los informativos de la televisión pública por su buena gestión. El Sr. Llorente fue nombrado director en 2004, nada más llegar el Sr. Rodríguez Zapatero al poder (antes incluso de la ley 2006 que marcó el consenso PP-PSOE para designar presidente de la Corporación a D. Luis Fernández y a D. Alberto Oliart). Precisamente aquel nombramiento se atribuyó a D. José Miguel Contreras, amigo del Sr. Zapatero y Consejero Delegado de LA SEXTA.