Elecciones Com. Madrid 2003 (I) – El PP pierde la mayoría absoluta, abriendo la puerta a un Gobierno PSOE-IU presidido por Simancas

Dña. Esperanza Aguirre había dejado el Senado para aceptar el reto de ser la candidata del PP a la Presidencia de Madrid (y no a la alcaldía, como muchos analistas habían señalado). Consiguió ser la candidata más votada, pero el PP madrileño sabía muy bien que sin mayoría absoluta no podría ganar. Aquellas elecciones eran, aparentemente, un varapalo que podían suponer el fin político de la Sra. Aguirre, en esa momento era difícil supone que desde las filas de su rival se les ofrecería en bandeja una fórmula para repetir las elecciones.

D. Rafael Simancas había ganado el congreso de la FSM de 2000 marcándose el difícil reto de poner fin a ‘las familias’, pero al final no le había quedado otro remedio que tratar de pactar con ellos, incluido con el inquietante sector ‘Renovadores de la Base’ que lideraba D. Eduardo Tamayo, apodados ‘los fenicios’, el Sr. Simancas logró que apoyaran su candidatura a cambio de un puesto en las listas y un determinado número de puestos en el Gobierno. Nada más saberse que habría Gobierno de izquierdas, el grupo del Sr. Tamayo reclamó cargos para ‘su familia’, pero ahora el Sr. Simancas debía incluir en el reparto a IU sí quería gobernar, el resultado de aquellas negociaciones acabaría siendo una explosión que reventaría la FSM.

D. Fausto Fernández, carismático alcalde de Rivas Madrid, logró hacerse con el liderazgo de Izquierda Unida en Madrid después de varias batallas internas contra el sector de D. Ángel Pérez, al igual que el Sr. Simancas en el PSOE, el Sr. Fernández tuvo que negociar con sus rivales la composición de la lista, en el llamado el reparto de ‘los impares’ (los seguidores de D. Fausto, como D. Luis Suárez o Dña. Reyes Montiel) y ‘los pares’ (los seguidores del Sr. Pérez entre los que estaban D. Fernando Marín, D. Eduardo Cuenca o el Sr. Moral Santín). Sin olvidar al sector del ex coordinador, Sr. Reneses incluido en la lista como número 3.

Al conocer que PSOE e IU sumaban más que el PP, Izquierda Unida se frotó las manos viéndose como la clave del pacto. Se repetía la situación de 1991, con la diferencia de que ahora IU sí quería consejerías, algo a lo que renunció entonces. Quería hasta la vicepresidencia, pero ese tanto querer terminaría de torcer la crisis interna que se estaba cociendo en la FSM.