27 octubre 1993

La redacción del YA se levanta en guerra contra el nuevo propietario, Miguel Ángel Gnecco, al que califican de ‘delincuente’

Hechos

En octubre de 1993 D. Miguel Ángel Gnecco aseguró al a redacción que había comprado la mayoría de las acciones de la editora del YA, la Editorial Católica.

Lecturas

La compra del YA por parte de Antena 3 TV no había traído más que disgustos al Sr. Asensio que tuvo que soportar como los empleados del periódico le formaban piquetes y agitaban pancartas ante sus galas. En diciembre de 1992 Antena 3 TV logró desacerse del periódico cediéndoselo a unos empresarios mexicanos que, en verano de 1993 declararon suspensión pagos abriéndose el camino para el cierre del periódico. Pero en un acto de resistencia que supuso un hito en la historia periodística, toda la redacción del YA y empleados del mismo se mantuvieron unidos como una piña para evitar el cierre y el periódico continuó saliendo día tras  día pese a no tener ni director. “En los dos últimos años del YA se hizo un Comité de Empresa que marcara la orientación” – explica el Sr. Igartua – “se hizo un diario autogestionario, todo el mundo cobraba lo mismo, se repartía el dinero que había que llegaba por publicidad”. El  propio  Rey  felicitó al equipo del YA por aguantar un año en la calle sin empresario

25 Noviembre 1993

Serres y Arbeola

Comité de Empresa YA

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Ramón Serres Fontseca, el sujeto hasta ahora administrador único de Edica, amigo personal de Antonio Asensio, al que éste encargó la liquidación de nuestro periódico el pasado agosto y que, tras varios intentos de llevarse el dinero de caja durante este mes, finalmente desapareció de la empresa el día 27 en un coche policial, para no volver a aparecer desde entonces. Este Ramón Serres de borrascoso pasado y conocido en el YA entre otras malandanzas por sus agresiones físicas a trabajadores de este medio, vuelve ahora, al cabo de tres meses, a meter su mano en los asuntos de nuestra Empresa, cuando le creíamos en su casa de Vilasar de Mar disfrutando de todo el dinero que se llevó de Edica a costa del engaño a los trabajadores de este periódico. Y esta nueva y vergonzante intromisión del citado ‘profesional’ se produce, como no podía ser de otra manera, de la forma más rastrera y cobarde que cabe imaginar y, lo que es peor, es connivencia con el delincuente Miguel Ángel Gnecco Lillo, ése que dice haber adquirido las acciones de la Editorial Católica. Así, el ‘especialista’ huido Ramón Serres, ejerciendo a destiempo y a traición su nominal autoridad, ha nombrado como director gerente con plenos poderes a un tal Álvaro Arbeloa Antoñanzas, socio y cómplice, precisamente, de ese viejo conocido de comisarías y cárceles, maestro de estafas y cheques en descubierto, partícipe y colaborador en empresas filiales de Banesto, que es el ya tantas veces citad, el italo-chileno Gnecco. Hace falta devergüenza para que el administrador de los supuestos propietarios mexicanos acabe nombrando a alguien del grupo del nuevo supuesto propuesto (Gnecco) cuando supuestamente Editoriales del Sur y Kensington University en España nada tienen que ver entre sí.

ANTENA 3 TV y Banesto deben poner fin a este estado de cosas y ofrecer soluciones para la viabilidad futura del YA. Pero, en todo caso, lo que es abslutamente inaceptable es que esa cadena privada de televisión mantenga oficialmente que nada tiene que ver con el periódico y mientras tanto Serres, el empleado de Asensio, siga maquinado según las instrucciones recibidas en contra de este diario y a favor de esos personajes que, como el delincuente Gnecco y su socio malagueño en negocios de aviones, el aventurero Arbeloa sólo pretende pescar en río revuelto, sacar tajada de crisis ajenas o escupir a la dignidad de unas personas a las que únicamente nos queda el repetir, para que de una vez por todas lo escuchen en Banesto y en ANTNEA 3 TV: ¡Basta ya!

Comité de Empresa YA

23 Agosto 1993

La muerte de un diario

Martín Prieto

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El diario madrileño YA, antaño uno de los grandes periódicos de difusión nacional, se encuentra en electroenceflaograma plano, no desde hace días, sino de años, atendido esplendorosamente por las gentes que lo hicieron y que querían continuar su andadura.

Ni siquiera persona física o jurídica desmonitorizará al cadáver tras comprobar durante veinte minutos que la acidosis metabólica es irreversible. Simplemente se acabará el papel y los trabajadores del YA habrán de reclamara sus legítimos derechos desde la acera. El gran diario YA está muerto, aun cuando todavía no haya fallecido legalmente.

Anterior a la guerra civil, gran escuela de periodistas, de él puede decirse que nunca hirió a nadie en concienca y que muere sin la justicia de la memoria histórica que se merece. Mi solidaridad con los deudos del difunto es total, y entiendo su táctica, por más que me conste por experiencia que está destinado al más absoluto de los fracasos.

Yo en el YA estuve dos meses hasta que comprendí que la Conferencia Episcopal se había desprendido de él para que otros hicieran un by-pass inmobiliario y les fueran alejando del desastre. Luis Blanco Vila, también años ha, el hombre que pudo reflotar esa casa y no le dejaron, acaba de contar exactamente las claves internas del diario de la Iglesia española deseándole una muerte rápida, dulce, y sobre todo, no inútilmente encarnizada.

Dicho esto no se me alcanza qué responsabilidades reales y sobre todo morales, tienen el editor, Antonio Asensio, y el banquero Mario Conde en este naufragio tan largamente anunciado.

Casi nunca es el asesino aquel que sorprendemos con el cuchillo chorreante en la mano. ¡Vamos, que ni los mexicanos, últimos propietarios del cadáver!.

Una Conferencia Episcopal dividida y medrosa ante la transición política dejó al pairo un diario sólido y hasta con una cartera publicitaria por palabras casi monopolística, prepotente ante polluelos que nacían entonces como DIARIO16 o EL PAÍS. Simplemente: muerto Franco, los obispos tuvieron terror a poseer un periódico. Ya irremisiblemente debilitado el medio, otra Conferencia Episcopal se lavó las manos buscando apuntilladores en el mercado de los matarifes.

Yo creo que también es saludable que la Iglesia pase por el confesionario. Asensio y Conde tendrán sus pecados colgados del armario, pero no sé por qué habrían de cargar también con los de los señores obispos. En algún almacén del YA estarán empolvándose los retratos de los últimos Papas, y la empresa que cierra se llama Edica: Editorial Católica. Que ese palo aguante esa vela.

14 Octubre 1993

YA, la historia de una resistencia

Cristina Frade

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EL corazón del YA no ha dejado de latir -dos meses después de la presentación de un expediente de suspensión de pagos- aunque en las últimas dos semanas se ha llevado más de un sobresalto. En la sede del periódico madrileño, directivos y trabajadores siguen cumpliendo el acuerdo de mantenerse en sus puestos, pese a la desbandada de los propietarios mexicanos, Editoriales del Sur, y sus representantes legales. Todo su afán es que el diario siga llegando puntualmente a los kioscos. No han faltado ni un día a su cita, ni piensan hacerlo, al menos hasta noviembre. «Tenemos materias primas para todo octubre, y con los recursos que generamos podemos aguantar incluso un par de meses más. Si no nos ponen ninguna traba judicial, seguiremos adelante», afirma Miguel Revuelta, presidente del comité de empresa. En septiembre, los trabajadores volvieron a renunciar a la mitad de su sueldo y destinaron una parte de la mitad restante a la compra de materias primas, como ya habían hecho en agosto. A esos recursos se añade cada quince días el importe que les corresponde de la facturación publicitaria, liberado por la agencia Publicitas. Han sido dos meses de resistencia, salpicados por numerosas manifestaciones de protesta ante las empresas y organizaciones a las que consideran responsables de una «operación encubierta de cierre»: la Conferencia Episcopal, Banesto y, sobre todo, Antena 3 TV, la anterior propietaria de Ya. El diario parecía en un callejón sin salida hasta que el viernes pasado un individuo llamado Miguel Angel Gnecco Lillo se presentó en la sede de Alcobendas, diciendo haberlo adquirido a través de la empresa Kensington University. El hombre no era un desconocido para el comité de empresa, aunque las referencias que de él se tenían no eran precisamente buenas. Gnecco, de 38 años, era una de las personas que desde el mes de agosto se interesaron por la compra del Ya. Según las investigaciones del diario, confirmadas por Asuntos Penitenciarios, el nuevo propietario, que usa unas veces la nacionalidad chilena y otras, la italiana, ha ingresado en dos ocasiones en la prisión de Madrid I (Carabanchel) y una tercera vez en la de Foncalent (Alicante) por delitos económicos. Gnecco se encuentra actualmente en libertad provisional y, según ha publicado Ya, tiene al menos dos juicios pendientes. El periódico asegura también que en su ficha policial constan más de treinta detenciones, la mayoría de ellas por estafas, cheques sin fondos y reclamaciones judiciales. Con estas informaciones, la desconfianza de los trabajadores parecía plenamente justificada. El viernes pasado, Gnecco se limitó a leer unos párrafos de una supuesta escritura -de la que los trabajadores aún no tienen constancia- y respondió con evasivas a las preguntas sobre su proyecto empresarial y periodístico. La respuesta del Ya no se hizo esperar. Al día siguiente, titulaba: «Un presunto estafador intenta hacerse con el periódico» y daba amplia cobertura a los antecedentes penales del presunto nuevo dueño. En los días siguientes, Ya ha denunciado también la supuesta relación entre Miguel Angel Gnecco y Banesto, lo que confirmaría su tesis de que el diario está viviendo una operación encubierta de cierre desde que Antonio Asensio se desprendió de él. «Vamos a luchar por todos los medios para desmontar esta compra y para no quedar en manos de un delincuente, aunque sea recurriendo al Ministerio Fiscal», explica Revuelta. Gnecco no ha vuelto a aparecer por el periódico después de su anuncio del viernes pasado. De hacerlo, no sería muy bien recibido: «Todavía no sé qué haremos, tal vez ni siquiera le dejemos entrar». El caso es no rendirse. Hoy se presentará la anunciada querella criminal contra Antonio Asensio,