19 noviembre 1976

El franquista aperturista Fernando Suárez reprocha su actitud a los franquistas inmobilistas: "No traten de convencernos de que para ser leales a Franco, hay que impedir al pueblo español, en el que Franco tanto confió, que exprese su opinión"

Las Cortes franquistas aprueban la ‘Reforma Política’ de Suárez y Torcuato Fdez. Miranda enterrando legalmente la dictadura

Hechos

En noviembre de 1976 las Cortes aprobaron la ‘Reforma Política’ defendida por el Gobierno de D. Adolfo Suárez.

Lecturas

El 18 de noviembre de 1976 la sesión de Las Cortes franquistas presidida por D. Torcuato Fernández-Miranda Hevia aprueba la reforma política que equivale la disolución de las Cortes y la celebración de unas elecciones a cortes constituyentes si la reforma es respaldada en referéndum.

La propuesta de reforma política es defendida por el procurador D. Miguel Primo de Rivera Urquijo, que defiende la necesidad de celebrar elecciones democráticas en España. En contra de la reforma política intervendrán tres procuradores: D. José María Fernández de la Vega, D. Blas Piñar López y D. Manuel Escudero Rueda. Los dos primeros en nombre del ‘bunker’ (que consideran la reforma política una ‘traición’ al General Franco) y el tercero en nombre de la HOAC, el movimiento obrero católico. En defensa del Gobierno intervino el procurador D. Fernando Suárez González.

El resultado de la votación es de 497 votos a favor de la Reforma, frente a 59 en contra y 13 abstenciones.

Si la reforma política es ratificada en referéndum se abrirá el camino para la celebración de elecciones libres.

PROTAGONISTAS DEL DEBATE:

 El procurador franquista D. Miguel Primo de Rivera y Urquijo fue el encargado de presentar la Ponencia de la Reforma Política del Gobierno Suárez. El Gobierno quiso que fuera él quién la presentara por el valor que suponía que fuera un miembro de la familia Primo de Rivera el que anunciara la ponencia. Era hijo de D. Fernando Primero de Rivera y sobrino de D. José Antonio Primo de Rivera (ambos asesinados durante la Guerra Civil). D. Miguel Primo de Rivera reafirmó su lealtad tanto al franquismo como a José Antonio, pero defendió que, una vez muerto este, debía de haber elecciones para designar a los nuevos gobernantes y que por eso votaba sí a la Reforma.

El procurador franquista D. Blas Piñar, presidente de la revista FUERZA NUEVA – considerado un destacado representante del llamado ‘bunker’ – se mostró en contra de la reforma denunciando que esta pretendía cambiar el Estado Nacional por un Estado Liberal, defendió una enmienda a la totalidad. Durante su intervención se dirigió expresamente al Presidente de las Cortes, el franquista aperturista D. Torcuato Fernández Miranda, al que acusó de ser el auténtico responsable de la Reforma Política y le retó a que fuera él quién bajase al escaño a dar la cara.

El procurador franquista D. José María Fernández de la Vega presentó, al igual que D. Blas Piñar y D. Manuel María Escudero Rueda una enmienda a la totalidad, alineándose con los de ‘el bunker’. Su intervención fue la más radical contra el Gobierno Suárez al que acusó de haber traicionado al General Franco y de hacer el juego a ‘la misérrima oposición’ que se había dedicado a calumniar al fallecido dictador.

El ex Vicepresidente D. Fernando Suárez, franquista aperturista, fue el encargado de replicar en nombre del Gobierno a las enmiendas a la totalidad apoyando al Gobierno de D. Adolfo Suárez. El ex Vicepresidente negó que hubieran traicionado al Dictador y aseguró que ellos siempre habían pensando en que, tras morir el General Franco, habría que convocar elecciones. D. Fernando Suárez afeó la actitud del Sr. Fernández de la Vega de llamar ‘misérrima oposición’ a los políticos que no pensaban como él. «Piense Su Señoría como quiera, pero no trate de demostrarnos que para ser leales a Franco hay que impedir al pueblo español, en el que Franco tanto confió, que exprese su opinión».

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La victoria del Gobierno en Las Cortes Franquistas fue bien recibida por la mayoría de la prensa de ámbito nacional.

Lista de los procuradores franquistas que votaron NO (‘El Bunker’):

ultras_procuradores Sres. Girón, Fernández Cuesta, Utrera, Suevos y Valdés Larrañaga

Blas Piñar Lopez,  Jose Antonio Girón de Velasco , Raimundo Fernandez Cuesta,  Jose Utrera Molina,  Jesus Suevos Fernandez, Manuel Valdés Larrañaga, General Carlos Iniesta Cano (ex director de la Guardia Civil), Monseñor Jose Guerra Campos (obispo de Cuenca), Rafael del Aguila Goicoechea, Fernando Aguilar Gaciana, Luis Aguilar Sanabria, Jerónimo Almagro y Montes de Oca, Agustín Aznar y Gerner, Manuel Baldellou Ciprés, Agustín de la Bárcena y Reus, Antonio Barroso y Sanchez-Guera, Francisco Cabeza López (Presidente de la Diputación de Málaga), Jose Maria Gabilondo Guerrero, Juan Castañon de Mena, Fulgencio Coll de San Simón, Jose Ignacio Escobar Kirkpatrick, Eduardo Ezquer Bgabaldon, Felix Fernandez Casanova, Ricardo fernandez de la Vega, Vicente Ferrer Mondina, Alfredo Galero Paniagua, Julio Garcia Ibañez, Vicente Agarcia Ribes, Miguel Gatell Poblador, Joaquin Gias Jové, Jose Gonzalez Sáez, Antonio Jose Hernandez Navarro, Luis Ibarra Landete, Anselmo de la Iglesia Somavilla, Alfredo Jimenez-Millas, José Lacalle Lagarda, Francisco la Piedra de Federico, Eugenio Lostay Roma, Dionisio Martin Sanz, Jose Ramón Martinez Galán, Luis Martinez Gutierrez, Fernando Mateo de Ros, Manuel Mendoza Ruiz, Manuel Montro Valle, Jose Maria de Oriol Pulido, Alfonso Perez Vinieta y Lucio, Fidel Deoro Pulido Lopez, Rafael Piera Tormo, Manuel Rivas Guadilla, Diego Salas Pombo, Julio Salvador y Diaz, Julio de la Torre Galán, Eduardo Orgoirri Casado, Ramón Velazquez Zambrano, Rodrigo Vivar Tellez, Jose Luis Zamaniolo y Pedro Zaragoza Orts.

Imagen de los procuradores D. José Bañales, D. Carlos Iglesias Selgas y D. José Antonio Girón de Velasco durante el debate.

Lista de procuradores franquistas que se ABSTUVIERON:

EmilioRomero FE_JONS_Pilar_Primo_Rivera Sres. Emilio Romero y Pilar Primo de Rivera

Emilio Romero Gómez, Pilar Primo de Rivera y Saens de Heredia, Fernando Dancausa de Miguel, Jesus Florentino, Antonio José Garcia Rodriguez, Fernando Hernandez Gil, Jose Maria Serrats Urquiza, Blas Tello y Fernandez, Teresa Corina Cortés, Santiago Pardo Canalis, Bernabé Peris Gimeno, Mónica Plaza de Prado y Manuel Sola Rodriguez.

Es llamativo que Dña. Pilar Primo de Rivera, que habitualmente votaba en contra de todo proyecto de reforma, esta vez se abstuviera. Quizá en su abstención influyó que su sobrino D. Miguel Primo de Rivera y Urquijo, fuera firme defensor del sí.

19 Noviembre 1976

Victoria abrumadora del Gobierno

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián)

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Congreso de Diputados, elegido por sufragio universal y sistema proporcional - El Rey podrá consultar al pueblo cualquier opción política

Por abrumadora mayoría, las Cortes aprobaron ayer el proyecto Suárez de reforma política que consagra el sufragio universal y la representación proporcional en la Cámara Baja o Congreso. Este es el primer paso efectivo hacia la instauración de un régimen democrático pluralista en España. De los 497 presentes en el palacio de la Carrera de San Jerónimo, 425 votaron sí; 59 dijeron no y 13 se abstuvieron. Se encontraban ausentes tan solo 34 procuradores.

El Gobierno Suárez consiguió así, a las nueve y media de la noche de ayer, su primera gran vicioria en el proceso reformista ante unas Cortes que en los debates precedentes a la votación utilizaron todas sus armas para conseguir la modificación del proyecto, especialmente en el tema del sistema electoral.Tras dos días y medio de intensas negociaciones y largos debates para dilucidar principalmente si los próximos diputados serán elegidos a través de un procedimiento proporcional -como defendía el Gobierno- o bien mayoritario -como propuso el sector continuista de la Cámara, representado por Alianza Popular a través de su portavoz Cruz Martínez Esteruelas- se llegó a última hora de la tarde a un acuerdo, adoptándose un sistema mixto.

El texto que propuso la ponencia -y que se votó por separado- fue: «Las elecciones al Congreso se inspirarán en criterios de representación proporcional, conforme a las siguientes bases 1) Se aplicarán dispositivos correctores para evitar la excesiva fragmentación de la Cámara, a cuyo efecto se fijarán los porcentajes mínimos de sufragio para acceder al Congreso, y 2) La circunscripción electoral será la provincia, fijándose un número mínimo inicial de diputados para cada una de ellas.

Esta propuesta fue sometida a una votación aparte, obteniendo dos votos en contra -uno de ellos, Eduardo Ezquer- y 57 abstenciones.

En nombre del Gobierno intervino momentos antes de la votación el ministro de Justicia, Landelino Lavilla, quien manifestó que la polémica que ha rodeado las sesiones recientes de las Cortes sobre purísimos conceptuales no ha progresado ni ha llegado a buen fin.

Añadió que la fórmula del Gobierno sobre el sistema de representación proporcional ha sido objeto de una concreción en algunas correcciones propuestas, y que el Gobierno acepta en el fondo y en el procedimiento las mejoras hechas por la ponencia. No se puede hablar en nombre del pueblo sin haberle consultado.

El ministro declaró que el proyecto es sencillo en su formulación, profundo en su alcance y eficaz en su aplicación. Por último manifestó que España tiene necesidades concretas en sus pueblos y que será mejor atendida con el nuevo planteamiento. Con este proyecto -añadió- se da luz a la nueva vía y se hace posible el cambio. Agregó también que hay que afrontar los problemas de la convivencia de los españoles, y que no se concibe este proyecto contra nada y contra nadie.

El presidente, Fernández Miranda, anunció, antes de pasar a la votación final, se procedería a la votación por separado de la modificación sobre el sistema electoral por sistema ordinario. Una vez realizada ésta manifestó que se pasaba a la votación total del proyecto, advirtiendo que se necesitaban dos tercios de los presentes para que ésta se considerara aprobada y pudiera pasar al referéndum de la nación.

Por orden alfabético, uno -por uno fue contestando en voz alta sí, no, me abstengo, según iba leyendo su nombre uno de los secretarios de la Cámara. Algunos de los procuradores explicaron su voto. Así, Eduardo Ezquer dijo: «Voto no por mi lealtad al 18 de julio»; Fernando Liñán dijo: «Sí, por Franco», y Julio García Ibáñez gritó un no rotundo con una fuerte voz.

Los votos negativos correspondieron al sector más ultraderechista de la Cámara. Entre los militares, sólo los que se encuentran en la reserva votaron no y de los dos representantes de la Iglesia, monseñor Guerra Campos, votó también no.

Al conocerse el resultado de las votaciones, un gran aplauso sonó en el hemiciclo. El Gobierno en pleno y su presidente aplaudieron también mirando a los escaños, Adolfo Suárez se mostraba visiblemente emocionado y se mantuvo aplaudiendo durante breves minutos. A la salida, las felicitaciones al presidente fueron numerosas y entre los primeros que se acercaron a estrecharle la mano estaba Manuel Cantarero del Castillo, que entró en ese momento en el hemiciclo.

El ambiente era de auténtica fiesta franquista. Como en las mejores ocasiones del régimen, los pasillos de las Cortes mostraban rostros sonrientes y los abrazos y las fuertes palmadas se repartían mutuamente por doquier.

En definitiva, la habilidad con que el Gobierno había llevado la tramitación de la reforma y el presidente de las Cortes había conducido los debates se reconocían como algunos de los mayores méritos que habían logrado este resultado final. Asimismo, el tono mesurado de la intervención del ministro señor Lavilla y la llamada a la concordia por parte del ponente Fernando Suárez se estimaban como las mayores contribuciones al éxito gubernamental, sin excluir la capacidad negociadora desplegada por el Gabinete con los distintos sectores de la Cámara.

Hoy se celebrará en Castellana, 3, sede de la Presidencia del Gobierno, una reunión extraordinaria del Gabinete, sin orden del día previo y bajo la presidencia de Adolfo Suárez, según informa Europa Press.

Se cree que en esta reunión el Gobierno analizará la situación creada con la aprobación del proyecto de ley de reforma constitucional. Asimismo, estudiará una disposición reguladora del próximo referéndum, de acuerdo con los trabajos que efectúa desde hace varios meses la comisión interministerial creada al efecto.

En medios políticos consultados por Europa Press, no se descarta la posibilidad de que, con motivo de la aprobación del proyecto de reforma política y del anuncio del referéndum, el presidente del Gobierno pronuncie un discurso a través de Radio Televisión Española.

18 Noviembre 1976

Nobleza obliga

Antonio Izquierdo

(Contra Miguel Primo de Rivera)

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Una ventaja si advierto en la España ‘un poco desolada’, al decir de José Antonio Girón: que el confusionismo cede a la claridad y, poco a poco, lentamente, cada cosa, persona o institución vuelven a su ser y a su identidad primaria. Se acabó el carnaval: ¡abajo los disfraces!

Las jornadas que llevan consumidas las Cortes Españolas en los debates del proyecto de reforma política, han contribuido, notablemente, a esa clarificación y han puesto en su lugar a los señores procuradores. En esta hora expectante, los señores procuradores representan sobre cualquier otra base, una identidad personal e intransferible. Me permitiré poner, como ejemplo la intervención que, en defensa del ‘proyecto Suárez’ y del trabajo del a Ponencia, hizo don Miguel Primo de Rivera. Vaya por delante el testimonio de mi consideración hacia el heredero de ese egregio apellido, con cuya amistad me honro; y vaya, también por delante, que si discrepo radicalmente de su posición política, no por eso desdeño su amistad. En una ocasión lejana, a otro egregio español le pusieron ante el dilema de renunciar a la aventura y la gloria o de renunciar a la familia. Se limitó a contestar, telegráficamente: “Ni renunció a la aviación, ni renuncio a la familia”.

La independencia que exige mi profesión, obliga, en ocasiones, a objetivizar las cosas de tal manera que incluso se corre el riesgo de que queden fundidos o aniquilados en el plomo de las líneas que componen el artículo respetables consideraciones y afectos. Lo diré así, sencillamente: no entiendo a Miguel Primo de Rivera, que es de mi generación. No le entiendo, al menos en las versiones que desearía entenderle y en las que él se ha proclamado fiel: como joseantoniano y como Consejero Nacional, del Grupo de Ayete. Como Joséantoniano no me explico que pueda conciliar un proyecto que supone el establecimiento de los partidos políticos – incluidos los ejecutores del propio José Antonio – con la tesis del fundador de FE sobre esos partidos políticos. Tampoco comprendo que pueda conciliarse en conciencia la crítica absoluta de José Antonio al sistema parlamentario y liberal, con la defensa de un proyect que implica la vuelta a ese mismo sistema. Menos aún, que se acepte, desde una interpretación estricta del pensamiento de aquel joven universitario, cualquier indicio que pueda incitar a la disgregación o los separatismos que combatió hasta el último instante de su vida: hasta caer acribillado, frente a un pelotón de milicianos. Como ‘testamento’ del Caudillo, ¿cómo puede conciliarse el estricto sentido de la misión que Franco otorgó a ese grupo, elegido por él, con el apoyo a un proyecto que destruye el Estado de Franco y su sistema orgánico?

No. No puedo compartir la posición de Miguel Primo de Rivera. Y lo siento. No puedo compartirla, al margen incluso consideraciones ideológicas, porque resulta incongruente. Supongo que el defensor del proyecto habrá tenido poderosas razones para actuar, sin quebranto de conciencia, de esa manera. ¿Merecerá una explicación que desvanezca cualquier razonable duda respecto al entendimieto que del término joseantoniano puede hacerse en 1976? Personalmente acataré el proyecto cuando sea ley. Mientras sea solo proyecto, estaré frente a esa tesis por dos razones esenciales: porque mi  pensamiento se ciñe, en lo político al legado doctrinal de José Antonio y por fidelidad sentimental, hacia la memoria de Francisco Franco, que naturalmente no me hizo nunca Consejero Nacional. Puedo apurar más los argumentos y decir que en Miguel Primo de Rivera han coincidido altos honores y desdeñar las responsabilidades. Lo siento. De ahora en adelante ya sé que Miguel Primo de Rivera está en un sitio perfectamente claro y respetable y yo, oscura y modestamente, en otro.

Antonio Izquierdo

19 Noviembre 1976

El fin que persiguen algunos 'No'

José María de Oriol y Urquijo

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No me baso en el hecho histórico de la evolución y desarrollo del tradicionalismo desde sus orígenes. Voy a tan sólo referirme al próximo pasado. El 28 de agosto de 1937 en escrito dirigido a S. E.  el Generalísimo por el delegado nacional de la Comunión, D. Manuel Fal Conde, manifestó éste, al ver que el Movimiento se convertía en una guerra: “Dejé, de acuerdo con el Rey, en suspenso todos los organismos y actividades políticas de la Comunión y la monte en puro instrumento y servicio de aquella (de la guerra), convencido de que nada mejor para abreviarla que mantener la tensión espiritual de la retaguardia…”

Los carlistas continuaron en plena libertad, sin depender una jerarquía política organizada, que no existía, y con una absoluta coincidencia en los principios. De aquí que unos cerca del Conde de Barcelona colaboren intensamente en la redacción de las Bases Institucionales de la Monarquía española, que se llamaron de Estoril del 28 de febrero de 1946. Se daba forma en la Base 8º a la especificación de las Cortes como único cuerpo legislador, en el que un tercio de sus miembros sería elegido por sufragio universal directo; otro tercio, por los Municipios integrantes de la nación, y el tercero, por las entidades culturales y profesionales.

Otros colaboraron con quienes preparaban la promulgación de los Principios del Movimiento entendido como Comunión de los españoles en los ideales que dieron vida a la Cruzada. Así, en el lento pero continúo caminar en íntima y constante colaboración con otros, pudo surgir como superación de otras Leyes Fundamentales, la Ley Orgánica del Estado, aprobada por referéndum.

Con satisfacción y alegría creímos que ya estaba trazado el camino de la constante y necesaria evolución para mantener el efectivo progreso que exigía nuestro pueblo y en el que tanta parte había tenido el Movimiento Nacional. Pero, en lugar de surgir una ley que articulara las funciones del Consejo Nacional para promover la vida política, se montó el Movimiento organización, auténtico paso atrás hacia aquellos días ya superados del final de nuestra guerra.

Cerrada toda evolución pocos años después, el 72, ya estos sentimientos brotaron con fuerza inusitada en nuestra vieja Castilla. Dos ilustres personalidades muy ligadas, una a la guerra y a la colaboración efectiva de Gobierno después, otra, más joven, manifestaron la necesidad de habilitar fórmulas para recoger diversas tendencias que incluso se permitieron señalar. No se les hizo caso. Gracias a Dios, la solución prevista por Franco, aclamada entusiásticamente por las Cortes, servida de corazón e inteligentemente por S. M. el Rey, ha permitido caminar en este año difícil en que estamos tras una evolución.

Todos tenemos fe en nuestro pueblo ¡qué duda cabe! Todos recelamos de las influencias externas, a quienes no agrada un país con nuestra historia, puesto en eficiencia y evolución. Pero confiamos en las instituciones y en nuestro pueblo. Por eso, el fin que persigue algún “no” no es otro que volver a ofrecer, como siempre lo hicimos, en estos momentos de pluralidad, una opción mantenida con decisión durante cuarenta años, y a la que servimos porque creemos responde a las constantes históricas de España.

Cuando, gracias a Dios, tenemos la presencia de S. M. el Rey, eslabón de una cadena que es la familia, el ‘no’, es un ‘sí’ a la evolución y al desarrollo, y a la decisión de seguir actuando al servicio de unos ideales que son los permanentes del pueblo español, el de ayer, el de hoy y el de mañana, por todos los caminos lícitos que la vida nos vaya señalando.

José María de Oriol y Urquijo

19 Noviembre 1976

Cartas a un elector

José María Ruiz Gallardón

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Mi querido amigo:

Como podrá usted ver, ya tenemos Proyecto de Ley para la Reforma Política, prácticamente en vigor. No le voy a aburrir con mis críticas ni con mis diritambos: eso pertenece al pasado, aunque sea un pasado tan reciente. Ahora, mi querido amigo, la figura predominante, me atrevo a decir que inminentemente acosado con mimo inmisericorde, va a ser usted.

Porque, querido señor o distinguida señora, lo que tras el referéndum – que se gana, sin duda – se va a decidir, es que vuelva usted a la política. Que cobre usted el protagonismo que, curiosamente, todos quieren otorgarle… (para que usted se lo devuelva cuanto antes en forma de acta de diputado). Se va a ver asediado, perseguido, elogiado, convocado, aludido y hasta piropeado. Y lo cierto es que, con su voto, va a tener en sus manos el futuro de España: repito, de su voto y del voto de los demás, nacerán las próximas Cortes, que serán constituyentes. El sentido de esa Constitución depende de usted.

No haga usted, por otra parte, demasiado caso de las discrepancias que, según sin duda le han contado, se vieron, o se presintieron, estos días en las Cortes. Ya verá usted como las aguas vuelven a su cauce y los que ayer, en los pasillos más que en los escaños de la Cámara, se miraban casi ferozmente vuelven a almorzar juntos y hasta a presentarse bajo la misma etiqueta. Los políticos, querido amigo, son así. Y la sangre, como usted habrá visto, no llegó al río.

Por todo ello el apunte político de hoy, en esta carta que me he permitido dirigirle. Porque lo que ocurrió ayer en las Cortes y que podrá leer en otras secciones de este ABC, tiene un telón de fondo: ganar las elecciones. Y para eso, tirios y troyanos, partidarios de Ariosto o de Don Torcuato (Tasso, no Fernández Miranda) le necesitarán a usted y con urgencia. Y le necesitarán con toda su fe y con todas sus capacidades, críticas y de buen sentido, intactas.

Yo, hoy, me he permitido adelantarme a los políticos. Antes de que le empeicen a zarandear, antes de que usted sea bombardeado por la propaganda de unos y otros, quisiera que recordara mediándolas si lo tiene a bien, estas tres verdades:

Primera – Que lo españoles, el pueblo llano, tenemos va madurez bastante y hemos pasado mucho como para que nos dejemos cegar por extremismos marxistoides. Sabemos poner primero lo que está primero: la paz, la unidad de España en su diversidad, el orden ciudadano y la justicia.

Segunda – Que no estamos desamparados; que allí, en su nada ostentoso chalet de las afueras de Madrid, vive una familia que encarna sus ideales y los míos, y cuya única misión es velar por la prosperidad de todos y por el respeto para todos. Son, usted lo sabe, lo más allegados a cada uno de nosotros, y los más solícitos: son los Reyes de España.

Y, Tercera. – Que ahora que todo va a depender de su voto piense que la paz, el trabajo y el porvenir de los suyos es lo único que debe quedar garantizado con aquel.

Perdóneme esta intromisión y sépame a sus ordenes.

 José María Ruiz Gallardón

19 Noviembre 1976

El primer paso

EL PAÍS (Director: Juan Luis Cebrián)

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Ha triunfado el sentido común. El sistema proporcional, con correctivos que esperamos sean mínimos, dada su ambigua definición, será el que informe la ley Electoral de acuerdo con el proyecto de reforma política aprobado por las Cortes. Nos congratula esta victoria del Gobierno ante, unos procuradores necesariamente dóciles, porque creemos que el acto de ayer supone el probable comienzo de una nueva etapa política en España: el final de las instituciones de la dictadura y el comienzo de la democracia.No está todo hecho, ni mucho menos, sino que quedan todavía gran cantidad de cosas por llevar a cabo. El Gobierno, una vez resuelto el referéndum con un indudable signo positivo, debe pactar la ley Electoral; debe esforzarse por conseguir que toda la oposición, sin excepción alguna, concurra -con garantías de libertad e imparcialidad- a las elecciones; debe lograr que la campaña electoral no se desborde en ningún sentido ni alumbre los revanchismos o las violencias; debe desmontar el aparato del partido único, amenaza contra la realización de auténticas elecciones libres, y debe coronar así su obra de reforma presidiendo y garantizando unos Comicios en la próxima primavera que hagan posible el sueño inalcanzable de tantos años: que los españoles podamos, por fin, elegir libremente a quienes nos gobiernan.

Lo de ayer ha sido, pues, sólo el primer paso. El Gobierno no puede ir a unas elecciones sin antes modificar todavía muchas cosas, sin acabar con el sectarismo vulgar e irritante de la televisión, sin desmontar las organizaciones terroristas de todo signo, sin controlar la calle, pactando el orden social y garantizando las libertades.

Pero hay dos aspectos adicionales que conviene señalar en este punto. El primero, la necesidad de que el diálogo oposición-Gobierno se instrumente efectiva y rápidamente para llegar a los acuerdos necesarios que hagan posible la culminación del proceso. Nunca será inútil la insistencia en que todos los partidos políticos que respeten las normas clásicas de la democracia tienen derecho y deben participar en las elecciones y en los pactos sobre la ley Electoral. El tema del Partido Comunista debe ser de una vez arrumbado como tabú o como discriminatorio. Tener fuera de las Cortes una oposición de izquierda de este signo es lo peor que le podría suceder a un régimen que nace con aspiraciones de estabilidad.

El segundo tema es el hecho, nada despreciable, de que el Gobierno ha vencido en toda regla frente a una ofensiva que los sectores más representativos y supuestamente más ,populares del franquismo desencadenaron contra él. No sólo ha ganado, pues, el Gabinete Suárez, sino que han perdido también el bunker y la Alianza Popular.

Comienza a sonar la hora en que los gobernantes no serán nombrados a dedo ni se repartirán generosamente los escaños de las Cortes. Falta, insistimos, mucho por andar, y conviene ser mesurados y prudentes. Por el momento, el presidente Suárez ha ganado sólo la primera batalla de lo que esperamos no sea nunca una verdadera guerra, sino el tránsito pacífico, pero cierto y sin recortes, de una dictadura a un régimen democrático. El acto supremo, en definitiva, de la devolución de su soberanía al pueblo español.

19 Noviembre 1989

Enhorabuena español

DIARIO16 (Director: Ricardo Utrilla)

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El Gobierno Suárez, montado en la omnipotente ola histórica que está demoliendo la dictadura, no ayer en las Cortes una resonante victoria que se abre a los españoles el camino de la libertad. No ganó Suárez, ganó el país. No fueron derrotadas las Cortes, perdió el fascismo residual que cante cuarenta años nos mantuvo en la opresión. Y por ello, alegría, alegría, se acerca el monto en que el español pueda decidir su propio ;tino como si fuera ya mayor de edad, las Cortes del franquismo, esa dedocracia insig-que nunca creyó en sus propios principios y por j jamás aplicó ni siquiera la democracia orgánituvieron al menos la grandeza histórica sufinte para hacerse el haraquiri en paz. Es algo como si el Gran Consejo Fascista de Mussolini hubiera traído y sancionado la democracia de De Gasperi. Inaudito, pero cierto. Si la operación la reforma sale bien, va a haber que escribir tados de ciencia política para describir´ la inosúnil aventura de una dictadura que se convirtió a si misma en un régimen de libertad.

El Gobierno logró un éxito radiante, pero en el dio lo pasó muy mal. Los nervios ministeriales aban a flor de piel al mediodía del jueves, cu.auel neofranquisino militante de los representande Alianza Popular amenazaba con arrastrar a támara a una posición numantina en defensa de principios fascistas que la dieron vida. Tan nersos estaban, que llamaron a D16 repetidas vecas, llorando casi que la palabra ´´bunker» no vol-a a salir en nuestros títulos si queríamos evila grave crisis constitucional que se mascaba. sin embargo, todo salió bien. ´ salió bien porque detrás de la operación de mantelamíento del franquismo está el país eni, con una unanimidad que espanta. Hasta las tes de la dedocracia, hasta esos procuradores nunca eligió nadie, hasta esos líderes sindicales color azul que hablan del mundo obrero como uera propio, pero al .que nunca quisieron conar, basta todo ese variopinto mundo de las Corfranquistas había llegado ensordecedoramente resión de la opinión nacional. E3 pueblo español ;e su derecho a nombrar, revocar y controlar a propio Gobierno. Y esa presión, mucho más que labilidad táctica indudable del Gobierno, es la logró la victoria.

,0 importante en esta hora es recordar que, por mera vez en cuarenta años, el pueblo español a ser consultado y va a elegir a sus representanpp r sufragio universal directo y secreto. Evidenlente esta aberración pone los pelos de punta & Girones j Blas Pinares que han hecho del fasTio a la española su credo, su doctrina y su iasmento de poder. Pero el país exige el voto libre, exige machas otras cosas más de las que podes empezar a hablar ahora. í los primeros «pe tienen que hablar son el bienio y-ia oposición democrática. Liberado ya el olio de las Cortes, el Gobierno Suárez debe inir de inmediato una negociación a fondo con la ssición que permita celebrar elecciones signifiivas en pocos meses. De esas elecciones habrán salir unas Cortes constituyentes que deberán de>ler uno a uno los pilares que afin quedan de la •tadura y construir uno a uno los peldaños del togobierno y la libertad. Con un optimismo se10, sabiendo lo mucho que queda aún por hacer, rece que hoy es día para que entre nosotras nos digamos: Enhorabuena; español.