27 abril 1969

Muere en accidente mortal el dictador de Bolivia, René Barrientos

Hechos

El 27 de abril de 1969 falleció René Barrientos Ortuño.

Lecturas

En la villa de Arqué, cerca de Cochabamba, ha muerto en un accidente de helicóptero este 27 de abril de 1969 el presidente de Bolivia, René Barrientos Ortuño.

Las poco claras circunstancias del accidente han generado multitud de especulaciones.

Si es un atentado este habría sido el séptimo intento de asesinar con su vida desde 1963.

Barrientos, que se hizo con el poder mediante un golpe de Estado en 1964 y legalizó fraudulentamente su mandato en 1966, ha sido reemplazado en el cargo por el vicepresidente Adolfo Siles Salinas.

Vinculado a la política pronorteamericana de Brrientos, Siles no parece contar con demasiadas simpatías entre los altos mandos del ejército.

29 Abril 1969

El General de los Campesinos

Miguel Torres

Leer

Conocí a René Barrientos en Madrid a comienzos de 1966 en los meses que mediaron entre su dimisión como copresidente de la Junta Militar que gobernaba Bolivia desde el golpe de Estado de noviembre de 1964 y las elecciones generales de julio de 1966. Joven, de mediana estatura y complexión atlética, sonriente, optimista y franco, aquel general de Aviación, que había encabezado el golpe de fuerza que derribó al presidente Víctor Paz Estenssoro se preparaba para llegar de una forma constitucional a la presidencia al frente del Movimiento Popular Cristiano, agrupación de cinco partidos políticos, creado por él mismo.

Barrientos hablaba con entusiasmo de los campesinos, cuyas reivindicaciones encarnaba frente al obrerismo minero capitaneado por el ex presidente Juan Lechin. Casi toda la tierra de cultivo está concentrada en Bolivia – uno de los países de más bajo nivel de vida del continente americano y que, además, carece de salida al mar – en manos de unos pocos, mientras en el extremo contrario se da la proliferación del minifundio y la afición a cultivos como el de la hoja de coca, que sirve para adormecer el estómago engañando al hambre. La obra de Barrientos en estos años ha estado dedicada a remediar semejante situación, con resultados interesantes pero insuficientes, y que ahora habrá de prolongarse, sin duda, bajo la presidencia de Luis Adolfo Siles Salinas.

La violenta actitud de los mineros, fenomenal fuerza laboral (recuérdese que el estaño es la base económica de Bolivia) había llevado al país a una gravísima situación al final de los doce años de gobierno del Movimiento Nacional Revolucionario de Víctor Paz Estenssoro y Hernan Siles Zuazo. Cuando Paz Estenssoro llegó a la presidencia en 1952 nacionalizó las minas de estaño propiedad de las familias Aramayo, Patiño y Hochshild, la exportación de cuyos productos representaba el 90% de los ingresos del país, con los que había de comprarse prácticamente todo, incluido la mayor parte de los productos alimenticios a causa de una política agrícola prácticamente inexistente. Pero esta nacionalización fue más burocrática que efectiva, con lo que la agitación minera, protagonista de sangrientos sucesos, abría el peligro de que el poder pudiera pasar a manos de Juan Lechin, que habría inclinado a su país hacia el castrismo.

Contra esta situación se levantó René Barrientos en 1964, expulsando del país a Paz Estenssoro, Siles Zuazo y Lechin. Barrientos hubo de vencer la dificultad que suponía la casi completa eliminación del Ejército en los años anteriores, sustituido por unas milicias armadas de obreros y campesinos que acabaron por pasarse a las filas del nuevo régimen defraudadas por las muchas promesas incumplidas.

La grave situación social de Bolivia llevó a sus tierras a Ernesto Che Guevara que allí encontraría la muerte en lucha contra las Fuerzas Armadas que realizaban por orden de Barrientos, una eficaz campaña contra los guerrilleros.

Barrientos ha ido a caer sobre las tierras que tanto amó y para cuya redención se movió hacia el poder.

Miguel Torres