21 julio 1980

Anson, presidente de EFE y APM protesta ante el Gobierno que el Grupo16 está incumpliendo una normativa del franquismo que prohibía a la prensa distribuir diarios el lunes

Pedro J. Ramírez (DIARIO16) declara la Guerra a LA HOJA DEL LUNES de Luis María Anson al decidir que su periódico se venda también los lunes acabando con el monopolio

Hechos

  • El 21.07.1980 DIARIO16, dirigido por D. Pedro J. Ramírez, llevó a su portada sus diferencias con el presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, editor de LA HOJA DEL LUNES por la decisión de DIARIO16 de distribuirse los lunes desde mayo.

Lecturas

zap_8SalasTVE D. Juan Tomás de Salas, editor de DIARIO16, decidió junto a su director, D. Pedro J. Ramírez, acabar con el monopolio de LA HOJA DEL LUNES los lunes.

Si la guerra entre D. Juan Luis Cebrián y D. Luis María Anson en el periodo 1979-1980 había sido dura, la guerra entre el entonces ‘aliado’ del Sr. Cebrián, D. Pedro J. Ramírez y D. Luis María Anson fue todavía más fuerte.

El origen de la guerra iba a ser una disputa empresarial. D. Luis María Anson en su calidad de presidente de la Asociación de la Prensa era editor de LA HOJA DEL LUNES, periódico propiedad de la asociación y una importante fuente de ingresos de la misma. Durante la dictadura del General Franco, con el Sr. Fraga como ministro de Información se había dictaminado una orden el 2 de marzo de 1968 que prohibía a cualquier periódico privado o público salir los lunes. Es decir, que el único periódico generalista que podía salir los lunes era LA HOJA DEL LUNES del Sr. Anson y no era cualquier cosa, porque los lunes era el día en que los periódicos hablaban del fútbol de los domingos, por lo cual tenía una tirada garantizada.

Llego el mes de julio de 1980 y el recién llegado nuevo director de DIARIO16, D. Pedro J. Ramírez y empresario editor D. Juan Tomás de Salas, decidieron sacar su periódico los lunes, algo que nadie había hecho hasta ese momento, sacar su periódico un lunes.

Luis María Anson reaccionó remitiendo una denuncia al Secretario de Estado de Información del Gobierno Suárez, D. Josep Meliá, acusando a DIARIO16 de incumplir la orden del 2 de marzo del 68. “La ley ampara la exclusiva de LAS HOJAS DEL LUNES y se reclama la intervención de la Administración para evitar tal atropello a la ley y la vulneración de unos derechos adquiridos”.

Pedro J. Ramírez y D. Juan Tomás de Salas consideraban que el artículo 20 de la Constitución democrática dejaba derogada toda la legislación fraguista sobre la prensa de los lunes. Pese a ello el Secretario Sr. Meliá tramitó la denuncia y expedientó a DIARIO16. Ante eso, D. Pedro J. Ramírez pasó a la contraofensiva y publicó un portadazo directo contra D. Luis María Anson el 21 de julio de 1980, algo a lo que nunca se había atrevido el Sr. Ramírez. El titular no podía ser más tremendista: “Anson quiere cerrar hoy este periódico”. Es decir, presentar al Sr. Anson como un censor que quería ‘cerrar DIARIO16’. Naturalmente el Sr. Anson no quería cerrar el periódico, pero sí evitar la salida del periódico los lunes, pero el Sr. Ramírez sabía lo útil que era usar el término ‘cerrar’.

Pero D. Pedro J. Ramírez, que durante toda su carrera sería un experto en presentarse así mismo como un humilde héroe que se enfrenta a gigantes (y gana). Así pues, en el editorial del Sr. Ramírez se atacaba al Sr. Anson, pero a la vez se le reconocía ‘un gigante de la prensa’.

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“Luis María Anson se encuentra sin duda entre los hombres más poderosos del país. Ason es presidente de la Asociación de la Prensa y de la Federación de las Asociaciones de la Prensa de España. – entidades editoras de LA HOJA DEL LUNES – designado por el Gobierno para ocupar la poltrona presidencial de la agencia EFE, ocupa un puesto en el recién creado Consejo de Dirección del diario ABC y pertenece con una alta remuneración a la nómina de LA VANGUARDIA. Si los problemas de la prensa llegaran a requerir el entendimiento de editores, periodistas y gobernantes, muy bien pudiera suceder que Anson apareciera en los tres lados de la mesa”.

“Cada vez que Anson estornuda, hay periodistas que tiemblan”.

“¿Hasta donde pretende llegar este hombre? De momento ya sabemos cuál es la tarascada dirigida a yugular el crecimiento de este joven periódico. Anson quiere cerrar hoy DIARIO16, quiere echarnos de la mañana de los lunes, para que cada vez que la semana comience no haya más voz que la suya”.

“Jamás nos hemos sentido, sin embargo, tan amenazados por un enemigo archipoderoso. Lucharemos con todas nuestras fuerzas. ¡Que la suerte y el destino nos libren de los largos, férreos, indesmayables tentáculos de Anson!”

Conviene recordar que DIARIO16 había experimentado una débil tirada en comparación a la que tenían EL PAÍS, ABC e incluso el YA. Por lo que parece ser que el Sr. Ramírez iba a utilizar la figura de ‘tener un enemigo’ para subir y el Sr. Anson era su primer enemigo.

Al editorial del Sr. Ramírez del día 21 siguió otro artículo de D. Ricardo Utrilla contra el Sr. Anson el día 22: “Si los periodistas de este país quieren seguir jugando a los perros sarnosos, ¡viva LA HOJA DEL LUNES! Si tienen la impudicia de seguir aferrados a la categoría de protegidos y los demás ciudadanos se lo consienten, que viva el señor Anson”.

Y luego otro de D. Fernando Sánchez Dragó (que también estuvo en el acto de toma de posesión de D. Pedro J. Ramírez como director del periódico, que también se ponía del lado del Sr. Ramírez y contra el Sr. Anson “Aspira Anson, me aseguran, a encarrilar la prensa por el cauce de una ley franquista cubierta de telarañas y de un status quo cuya normativa del embudo se remonta nada menos que a la belle époque – o lo que diantre fuese – del general Primo de Rivera”.

¿Y qué opina EL PAÍS?

EL PAÍS no se posicionó oficialmente sobre el tema, pero sí habló su columnista estrella, D. Francisco Umbral el 23 de julio ¿Y cómo? Contra el Sr. Anson:

Del pleito entre los Ansón/Pedrojota soy ecléctico, puesto que compro ambos, uno para envolver la barra de pan (no diré cuál) y el otro para leerlo. Efectivamente, unos cuantos españoles están hoy tirando con pólvora del Rey. La primera escopeta del Reino, tirando a todas las avutardas políticas y periodísticas con pólvora en salvas del rey, es Luis María Ansón. Hoy ya tira a quemarropa.

¿Y qué dijo el Sr. Anson? Pues escribir de su puño y letra un comunicado que fue publicado por LA HOJA DEL LUNES el día 28 pidiendo concordia entre la profesión periodística, que decía así:

“Las Asociaciones de la Prensa han sido víctimas de algunos ataques desmesurados. Ciertos grupos pugnan por el control y la sumisión del periodismo porque no quieren aceptar que la consolidación de un sistema de libertad real es imposible sin la argamasa de periodistas independientes, capacitados y responsables.

Algunos de estos ataques contra las Asociaciones de la Prensa se han personalizado en mi humilde nombre y en ocasiones han llegado a la injuria, a la calumnia, a la descarada manipulación de los hechos, al torpe uso y abuso del concepto de libertad de expresión para enmascarar a veces simples intentos de propaganda comercial. No he escrito una sola palabra de réplica. Presido las Asociaciones de la Prensa por elección democrática de los periodistas españoles y el primer deber de este mandato honrosísimo es mantener la concordia entre los profesionales. Sobran argumentos y razones para responder a ciertas insidias, pero no escribiré en los periódicos palabras que tensen polémicas, sino sólo aquellas que contribuyan al entendimiento de todos los que ejercemos esta dura y hermosa profesión del periodismo”.

Luis María Anson

Como se ve, el Sr. Anson aseguraba que él no iba a replicar a ninguno de los ataques de DIARIO16, pero sin duda se refería a que no respondería ‘de frente’, porque disponía de medios y maniobras para replicar a través de otros.

21 Julio 1980

Los Tentáculos de Anson

Editorial (Director: Pedro J. Ramírez)

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Jamás nos hemos sentido, sin embargo, tan amenazados por un enemigo archipoderoso. Anson quiere cerrar hoy DIARIO16. Quiere echarnos de la mañana de los lunes para que cada vez que la semana comience no haya más voz sino la suya.

Luis María Anson se encuentra sin duda entre los cinco hombres más poderosos del país. Hacia mucho tiempo que los anales del periodismo español no registraban tamaña concentración de influencia en manos de un solo individuo.

Sin mencionar sus conexiones financieras ajenas al sector, Anson es presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid y de la Federación de las Asociaciones de la Prensa de España – entidades editoras de LA HOJA DEL LUNES – fue designado por el Gobierno para ocupar la poltrona presidencial de la agencia EFE, ocupa un puesto en el recién creado Consejo de la Dirección del diario ABC y pertenece con una alta remuneración y categoría a la nómina de LA VANGUARDIA.

Si algún día los problemas de la prensa llegaran a requerir el entendimiento de editores, periodistas y gobernantes, muy bien pudiera suceder que Anson apareciera en los tres lados de la mesa, haciendo así honor a su condición añadida de miembro de la tan traída y llevada comisión Trilateral.

Dejando a un lado el monótono fastidio que produce el que en el mundo de la información el ‘tapado’ sea siempre Luis María Anson, ningún reparo cabe poner a tal irresistible escalada. El talento, la creatividad, la fuerza de voluntad, la capacidad de persuasión son virtudes que este periódico defenderá siempre y todas ellas abundan de sobremanera en la brillante personalidad de nuestro admirado colega.

Lo que de ninguna forma podemos ni aceptar ni consentir es que Luis María Anson utilice tan portentosas dotes para agredir a quienes, tal vez con menos méritos que él, pero al menos con similar dedicación y entusiasmo, tratamos de encontrar un lugar bajo el sol, al margen del sistema lanetario en el que su resplandeciente ego hace las veces de astro rey.

De un teimpo a esta parte cada vez que Anson estornuda hay periodistas que tiemblan. Un día se le ocurre prohibir el ejercicio de la proesión a cuantos no tengan carnet. (Tal y como era de suponer, después de realizar un intenso ‘lobby’ argumentando que sólo de esta manera podría evitarse que el Partido Comunista tomara las redacciones al asalto, ahora se halla a punto de pactarel reparto del condumio con Comisiones Obreras). Otro día pone en marcha maquiavélicas operaciones de dumping lesivas para aquellas agencias que no tiran como él con dinero público, con ‘pólvora del rey’. En una tercera ocasión tiene el atrevimiento de utilizar la infraestructura de la Asociación de la Prensa para difundir una cuarta llena de graves acusaciones contra un respetado compañero al que no se le concede similar mecanismo de defensa.

¿Hasta dónde pretende llegar este hombre? De momento ya sabemos cuál es la tarascada dirigida a yugular el crecimiento de este joven periódico. Anson quiere cerrar hoy DIARIO16. Quiere echarnos de la mañana de los lunes para que cada vez que la semana comience no haya más voz sino la suya.

Y no recurre para ello a introducir mejorar en el órgano que tal fielmente obedece sus consignas, sino a una ley paradigmáticamente franquista, onvalidada a todas luces por la Constitución. No acude al limpio veredicto de los lectores, sino al poder sancionador de un complaciente Josep Meliá, a lo que se ve, dispuesto a recordarnos al peor de cuantos Fragas conocimos.

Pocas veces hemos sabido tan nítidamente que la razón y la justicia nos amparan. Jamás nos hemos sentido, sin embargo, tan amenazados por un enemigo archipoderoso. Lucharemos con todas nuestras fuerzas, pero sin descuidar las rogativas: ¡Que la suerte y el destino nos libren de los largos, férreos, indesmayables tentáculos de Anson!

22 Julio 1980

Los lunes, libertad

Ricardo Utrilla

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Si los periodistas de este país quieren seguir jugando a los perros sarnosos, ¡viva LA HOJA DEL LUNES! Si tienen la impudicia de seguir aferrados a la categoría de protegidos y los demás ciudadanos se lo consienten, que viva el señor Anson.

Cuarenta años de dictadura de los hombres y de las ideas no se superan en un quítame allá esas pajas de cinco años. Sobre todo, cuando se cuenta con mamporreros eméritos.

¿Qué sucedería, en este país si, pongamos por ejemplo, los taxistas consiguieran que los lunes no circularan ni coches privados, ni autobuses municipales, ni el Metro, ni siquiera las ecológicas bicicletas?

Pues sucedería lo que está sucediendo ahora con los periódicos. El supermonopolio del superproteccionismo de la suberarbitrariedad. El gremio de salchicheros debería prohibir los lunes el consumo de todo embutido que no fuera salchichas. La Cooperativa Nacional de Hacedores de Cine (CNHC) cerraría los lunes todas las salas a las películas no producidas por la CNHC. ¿Por qué no callan las radios el lunes por la mañana? Con la tele no hay problema, porque todo queda en casa.

Todavía se recuerda la historia de la marquesa a la que anuncian la llegada de los periodistas: «¡Ay, pobrecitos, que les vayan dando algo de comer!»

Si los periodistas de este país, mejor pagados ya que los de Gran Bretaña, Francia e Italia quieren seguir jugando a los perros sarnosos, ¡viva LA HOJA DEL LUNES! Si tienen la impudicia de seguir aferrados a la categoría de protegidos y los demás ciudadanos se lo consienten, que viva el señor Anson.

Muchos problemas ha tenido la democracia a su llegada a España. Pero pocos tan claros, rotundos, nefastos y costosos como el señor Anson, don Luis María. Claro que, como todo el que vive de las hipotecas ajenas, no pestañea de temor ante ninguna ultranza.

Que quede muy claro para quienes ejercen la profesión periodística: la dignidad no está en poner el ansoniano cazo, sino en ejercer libremente como cualquier otro ciudadano. Y que quede muy claro para el poder: mientras en este país haya quien tenga conciencia de lo que es la democracia, el Gobierno del señor Suárez tendrá que hilar mucho más fino para que le dé patente jeffersoniana, por no decir otra cosa. Tentado está uno de anunciar que con Anson es imposible. Leánse ustedes, caballeretes, la letra y espíritu de la Constitución. Y olviden sus tics franquistas.

Ricardo Utrilla

23 Julio 1980

La pólvora del Rey

Francisco Umbral

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Del pleito entre los Ansón/Pedrojota soy ecléctico, puesto que compro ambos, uno para envolver la barra de pan (no diré cuál) y el otro para leerlo. Efectivamente, unos cuantos españoles están hoy tirando con pólvora del Rey

Iba yo a comprar el pan, el lunes por la mañana, y de paso, LA HOJA y el Diario, de Pedro J., como todos los lunes, que el lunes debiéramos descansar los columnistas, como los zapateros, por la falta de noticias y clima que glosar. Me lo dijo César, en Teide, mientras el tranvía amarillo de Recoletos pasaba por encima de su caligrafía ducal, como un secante, dejando el artículo listo: En LA HOJA DEL LUNES, como siempre, ni una noticia que comentar.

LAs HOJAs DEL LUNES han vivido del fútbol del domingo, desde hace muchos años, para qué vamos a engañarnos, han sido el más madrugador periódico deportivo de la semana, lo cual no quiere decir que no hayan madrugado también en otras cosas. Ahora, DIARIO16, que tiene la mañana del lunes invadida desde hace mucho, como playa virgen de información política, ha sido denunciada en su desembarco hebdomadario por Luis María Ansón, quien reúne en sí LAS HOJAS y asociaciones de España como haz que tú bordaste en rojo ayer. Luis María hace la denuncia ante José Meliá, con lo cual todo se queda, como bien ha dicho el editorialista, de DIARIO16, en «pólvora del Rey», porque con pólvora del Rey, que se gastan en salvas, están dispárando desde hace tiempo unos cuantos palatinos o cortesanos que se lo montan de tales, ya,que el Rey no ha dado permiso a nadie para usar su pólvora -ni a Ansón ni a lnestrillas-, y, en cuanto a privilegios áulicos, todos los camaristas sepia de Madrid se han quedado sin tomar el soconusco con la nueva y austera monarquía, como regocijadamente va a contar Luis Berlanga en su próxima película, que ya le han concedido el palacio de Linares (Cibeles) para rodar. Aparte el pleito entre los dos matutinos lunáticos, pleito en el que por una vez, soy ecléctico, puesto que comgro ambos, uno para envolver la barra de pan (no diré cuál) y el otro podrá leerlo, aparte la reyerta Ansón/Pedrojota, me interesa contar y decantar que, efectivamente, unos cuantos españoles están hoy tirando al plato, al pichón, al venado o al aire con pólvora del Rey, desde los motorístas del 18 de julio, que han sesgado Madrid con sus motos y una vela/bandera española, atirantada por el viento y la velocidad hasta el que proyecta una serie borbónica para Televisión Española (TVE) confiando maligna y equivocadamente en el secreto patrocinio de la Zarzuela.

Motos que, al llevar como vela una bandera nacional, hacen explosionar pólvora del Rey. Cortesanos de improviso que, por haber cruzado un saludo de protocolo con Juan Carlos, se autotitulan válidos reáles y quieren asesorar al monarca en cuestiones de Estado, por carta o telegrama, o tienden a secuestrar democráticamente la monarquía exigiendo una democracia fuerte donde la fuerza, naturalmente, la pondrían ellos. Me lo dice el quiosquero:

,-Si es que van como Fragas.

Señores de La Cierva (veo a Southwoorth en el Mindanao y me cuenta más misterios sobre Ricardo) que se quieren ministros de una monarquía y, sólo a la hora de dar la mano a los huertanos, ministros de una democracia. Colón de Carvajal, que quiso llenar de escudos los aviones Iberia y el uniforme de las compactas azafatas, para mayor realeza. Los directores generales que se lo hacen de europeísirnos y molan demócrata total, para luego dejar libros y películas en el enrejado de diversas jurisdicciones. Oficiosos que prolongan casos miIitares y civiles. Escritores que con Franco iban de republicanos y ahora se abren para la Zarzuela cada martes y cada lunes (con o sin Hoja). Media clase política está disparando abusivamente con pólvora del Rey, cuando todos sabemos que el Rey economiza cartuchos en las cacerías. La primera escopeta del Reino, tirando a todas las avutardas políticas y periodísticas con pólvora en salvas del rey, es Luis María Ansón. Hoy ya tira a quemarropa.

Francisco Umbral

28 Julio 1980

Concordia Profesional

Luis María Anson

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Ciertos grupos pugnan por el control y la sumisión del periodismo porque no quieren aceptar que la consolidación de un sistema de libertad real es imposible sin la argamasa de periodistas independientes, capacitados y responsables.

En los últimos meses, las centenarias y entrañables Asociaciones de la Prensa recibieron generosos elogios por la labor que realizan en defensa de la profesión. Han sido víctimas también de algunos ataques desmesurados. No podía ser de otro modo en la nueva democracia española, en la que ciertos grupos pugnan por el control y la sumisión del periodismo porque no quieren aceptar que la consolidación de un sistema de libertad real es imposible sin la argamasa de periodistas independientes, capacitados y responsables.

Algunos de estos ataques contra las Asociaciones de la Prensa se han personalizado en mi humilde nombre y en ocasiones han llegado a la injuria, a la calumnia, a a la descarada manipulación de los hechos, al torpe uso y abuso del concepto de libertad de expresión para enmascarar a veces simples intentos de propaganda comercial. No he escrito una sola palabra de réplica. Presido las Asociaciones de la Prensa por elección democrática de los periodistas españoles y el primer deber de este mandato honrosísimo es mantener la concordia entre los profesionales. Sobran argumentos y razones para responder a ciertas insidias, pero no escribiré en los periódicos palabras que tensen polémicas, sino sólo aquellas que contribuyan al entendimiento de todos los que ejercemos esta dura y hermosa profesión del periodismo.

Luis María Anson

28 Julio 1980

La Ley del Silencio

Fernando Sánchez Dragó

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Aspira Anson, me aseguran, a encarrilar la prensa por el cauce de una ley franquista cubierta de telarañas y de un status quo cuya normativa del embudo se remonta nada menos que a la belle époque - o lo que diantre fuese - del general Primo de Rivera.

Noticias alarmantes en la capital. Parece ser que mi amigo y otrora condiscípulo Luis María Anson quiere sacar del carca de los malos recuerdos un muestrario de bridas, bozales, orejeras y mordazas que muchos, tan tontos como yo, creíamos irreversiblemente oxidados por el clima de la transición y permanentemente arrinconados por la inminencia – siempre inminencia – de la democracia.

Aspira Anson, me aseguran, a encarrilar la prensa por el cauce de una ley franquista cubierta de telarañas y de un status quo cuya normativa del embudo se remonta nada menos que a la belle époque – o lo que diantre fuese – del general Primo de Rivera. ¿Horario y calendario de cierre y apertura, con un día de reposo, para todas las publicaciones que presumen de ser diarias y, por lo tanto, periódicas? ¡Que mi señor Don Quijote nos asista en tan grave confusión semántica! (…)

Hijo de periodista

No quiero, pues, argumentar, sino tomar partido y prestar testimonio. Soy periodista, hijo de periodistas, primo y sobrino de periodistas y nieto, bisnieto y tataranieto de muchos periodistas. Mi padre salió de Madrid en mala hora y peor día – 17 de julio de 1935 – para informar sobre la que estaba a punto de armarse allende el Estrecho y paseado al amanecer por los del Caudillo – no regresó nunca.

Uno de mis abuelos cofundó esa misma asociación (o mafia) de la prensa que hoy preside el presidente de la agencia EFE. Otro pilotó la nave de LA VANGUARDIA en sus singladuras iniciales. Boté mi primer periódico – ‘La Nueva España’ – a la tierna edad de cinco octubres: era un plagio del ABC, en ejemplar único, que yo alquilaba a mis vecinos por la módica cantidad de cinco céntimos. Veinte años después escogí el exilio e hice en la RAI italiana y en la NHK japonesa todo lo que un hombre de pluma, de voz y de noticia puede hacer con un micrófono en la mano.

El Veto de Ansón

He sido free lancer y corresponsal de muchos periódicos españoles y extranjeros en media Europa y en casi todo el Tercer Mundo. Estaba en Saigón pocos días después de que las fuerzas invasoras del Kremlin – alias Vietcong – lanzaran la brutal ofensiva del Tet, en 1968, y fui de los últimos que entraron en Camboya ante la defenestración de Sihanuk.

Con ello – y con lo que me callo – sólo quiero decir que por mis venas no corre sangre, sino tinta de rotativa, y que hasta el último de sus glóbulos se me subleva al pensar en el veto esgrimido por Anson no contra este periódico, sino contra todos y cada uno de los que salen en el país. Si LA HOJA DEL LUNES quiere vender un millón de ejemplares, que los venda, pero dando la cara y jugando limio, sin recurrir a trucos ni a golpes bajos, ni a enchufes, ni a monopolios.

Mala prensa será y mala prensa tendrá, la que para crecer y subsistir necesite apoyarse en la ley del vacío y del silencio. Y no parecen propias de estos pagos – sino de los que Elia Kazan retrató, con el título que hoy le usurpo, en una película memorable – las tentativas de ejercer presiones sobre el gremio de los quiosqueros para que no vendan en su totalidad la mercancia disponible. No me lo explico.

Luis María Anson, que es un excelente periodista, se pone ahora a confundir Madrid con Chicago, 1980 con 1930 (o 1984), su oficio con el del ciudadano Kane, y la transición, con el franquismo. Lástima. Él y yo leímos muchas veces en la puerta del mismo colegio una frase que decía: ‘La verdad os hará libres’. O viceversa, claro. La libertad nos hará verdaderos. Y responsables. Lo demás es volver a las andadas. Lo demás es el silencio.

Fernando Sánchez Dragó