15 agosto 2000

Haro vinculó a Anson con los crímenes franquistas, mientras que Campmany se burló de errores gramaticales de Haro

Polémica entre Anson (LA RAZÓN), Haro Tecglen (EL PAÍS) y Jaime Campmany (ABC) en torno a las palabras ‘rojo y maricón’

Hechos

Las palabras ‘rojo y maricón’ se recogieron en una msima semana en tres artículos diferentes: uno de D. Luis María Anson en LA RAZÓN, otro de D. Eduardo Haro Tecglen en EL PAÍS y otro de D. Jaime Campmany en ABC.

Lecturas

El artículo de D. Luis María Anson Oliart en La Razón el 12 de agosto de 2000 titulado ‘Rojo y Maricón’ en el que aseguran que el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Gallardón, está favoreciendo a directores de teatro por tener esas dos condiciones. El 20 de agosto de 2000 Haro Tecglen responde a su artículo con otro en El País criticando a ‘los de Anson’ de haber cometido crímenes durante la Guerra Civil y defendiendo a artistas homosexuales como ‘Pérez de la Sosa’ y ‘Luis Fernando de Goa’. Jaime Campmany Díez de Revenga intervendrá en la polémica desde ABC el 32 de agosto calificando a Haro Tecglen de ‘momia’ y reprochando que ha escrito mal los nombres de Pérez de la Ossa y Luis Fernando de Igoa. El 6 de septiembre de 2000 Haro Tecglen se defenderá de El País asegurando que los errores fueron responsabilidad de su corrector electrónico.

Durante la polémica entre los Sres. D. Luis María Anson y D. Eduardo Haro Tecglen el columnista del diario EL PAÍS aludía a que había habido un cambio de capital y a que el Sr. Anson ya no era el dueño de LA RAZÓN. Se refería a que había habido un cambio accionarial, había salido el Grupo Zeta y en su lugar había entrado el Grupo Planeta.

12 Agosto 2000

ROJO Y MARICÓN

Luis María Anson

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Diálogo ficticio redactado por Anson entre el presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y su consejera de Cultura, Alicia.

– Alicia, me han dicho en EL PAÍS de las maravillas que hay un director de teatro muy bueno que trabaja en los alternativos y tú no me informas – le reprocha Ruiz-Gallardón a su consejera de Cultura.

– No sé quién será, presidente. Hay varios buenos.

– Se llama Mengánez.

– ¿Mengánez? – se interroga Alicia – Ah,  sí uno que es rojo.

– ¿Rojo?

– Sí, rojo de verdad, no de los que se han hecho ecologistas y defienden el medio ambiente. No, Mengánez es un rojo partidario de Anguita, de los que creen que el comunismo volverá a Rusia. Además, presidente, Mengánez es maricón.

– ¿Rojo y maricón? ¡Que maravilla, Alicia, que maravilla! Hay que ccontratarle enseguida, no se nos vaya a adelantar Andrés.

– Le podemos dar una subvención para algo, presidente. A la última comedia que estrenó asistieron en total 123 personas, en los veinte días que se representó. Fue un gran éxito de crítica. Necesitará dinero. Porque puestos, lo que se dice puestos, no tenemos hasta que invirtamos los diez mil millones en el nuevo Teatro.

– Pues menuda contrariedad… Claro que podemos presionar al Ayuntamiento que está muy levantisco… Tal vez para El Español…

– No creo que trague Manzano, presidente. Pérez Puig no es rojo ni maricón pero con cada obra que estrena llena durante meses. Y además dirigió el último Buero. Ni siiquiera podemos hacer campaña diciendo que es un facha.

– Pues algo habrá que hacer.

– No sé, presidente.

– Claro, te dedicas a leer todos los días la canela fina de Anson, en lugar de EL PAÍS de las maravillas, Alicia, y así te luce el pelo.

– Anson sabe un huevo de teatro, presidente. Lo dice mi madre. Y además a Anson le importa un rábano que los directores sean rojos o no, maricones o no. Lo que quiere es que sean buenos directores.

– Pero cuando se es rojo y maricón uno tiene ya el ochenta por ciento hecho, que a Anson le pasa lo que a Aznar, que no se entera. Imagínate que todavía sigue con la cantinela de la libertad de expresión, con lo fácil que es dejar eso en manos de Polanco. Así es que habrá que buscar un puesto de relieve para Mengánez. Si Manzano no traga, llamaremos a Andrés, que toda esta gente del Partido Popular son como muy retrógrados y si nos descuidamos, lo mismo tienen la desfachatez de nombrar para los teatros públicos a gentes cercanas al PP. ¡Que osadía, Alicía, que osadía!

Luis María Anson

20 Agosto 2000

ROJO Y MARICÓN

Eduardo Haro Tecglen

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El dueño de LA RAZÓN - creo que ya no lo es: ha entrado un capital que parece inteligente: hasta ahora no se nota - lo que quiere es ayudar a destruir a Ruiz-Gallardó

Reproduzco el titulo de un artículo de Luis María Anson en su sección Canela Fina – no tan fina – en su diario LA RAZÓN (12.08.2000). Finge, con su estilillo, una entrevista entre Ruiz-Gallardón, presidente de la Comunidad de Madrid, y su asesora Alicia Alonso. Pregunta don Alberto por un director de teatro que le interesaría, y Alicia le explica que es ‘rojo y maricón’. Y sin espectadores: no como Gustavo Pérez Puig, que ‘no es ni rojo ni maricón, pero con cada obra que estrena llena durante meses’. Gustavo fue algo rosado, no tanto como Anson, que algo cogió de China cuando creyó que el futuro estaba ahí: no es homosexual, pero no se sabe cómo puede evolucionar la gente. Está en una edad peligrosa, como yo. La idea del articulista es que tiene uno que estar apoyado por este periódico, que llama ‘El País de las maravillas’ – ¡Canela fina! – por no estarlo, pienso, fracasa él.

Pensándolo, tiene más razón que el asombroso título de su periódico. Lo que la homosexualidad ha hecho por el teatro ex extraordinario, empezando por los griegos (para quienes el sexo tenía una libertad como no se ha vuelto a conocer en Occidente) siguiendo por los isabelinos y por los victorianos; en España, sólo tendría que recordar los nombres de Lorca y de Benavente para acreditar dos formas de hacer teatro. Claro que a uno los de Anson le mataron y al otro le prohibieron, le borraron, le cercaron. Y cerraron el María Guerrero a Luis Escobar, Pérez de la Sosa y Luis Fernández de Goa, que habían hecho de él una maravilla, y se lo entregaron a un machista – muy querido por mí, Marquerie, aunque después me retirase el saludo – que lo primero que hizo, cosas de la vida, fue estrenar a Benavente. Es inútil decir lo que personas con talento homosexual (o sea, con una manera propia de enfocar la vida, con una sensibilidad especial: con teatralidad, con refugio en el reino libre del teatro) han hecho por ese arte: y por otros. Trataron de ser unos transgresores: como los rojos, Shakespeare lo era. Digo rojo, en el sentido de transgresor y a veces, de subversivo. El arte nunca es conformista, y si le paga el Estado, o lo que sea, pierde. O desaparece, como ahora. Quiero decir que rojo y homosexual son muy buenas fichas para hacer el teatro. Luego se hace mal o bien.

El dueño de LA RAZÓN – creo que ya no lo es: ha entrado un capital que parece inteligente: hasta ahora no se nota – no tiene un gran interés en combatir a un director de teatro que no nombra: quizá no existe. Un poco en ayudar a su compadre Pérez Puig. Sobre todo, lo que quiere es ayudar a destruir a Ruiz-Gallardón: como será Anson, que cree que Gallardón es de izquierdas.

Eduardo Haro Tecglen

31 Agosto 2000

ROJELIOS Y MONFLORITAS

Jaime Campmany

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El corpore insepulto de Haro Tecglen sigue dichosamente vivo y coleando, y todavía escribe y ataca. Se revuelve el jodido y levanta la cabeza como una víbora.

En uno de los corredores del anfiteatro de la Arena de Verona, donde ahora echan óperas, ha aparecido un antiguo cadaver sin enterrar o mal enterrado, en buen estado de conservación dentro de lo que cabe. Algo así como una momia espontánea, libre y sin vendas. No era Eduardo Haro Tecglen. El corpore insepulto de Haro Tecglen sigue dichosamente vivo y coleando, y todavía escribe y ataca. Se revuelve el jodido y levanta la cabeza como una víbora. Haro Tecglen es la versión contemporánea de la Hidara de Lerna. En lugar de cabezas tiene siete citas erradas, pero igual de feroces que las cabezas. Ya puede vvenir el mismísimo Hércules a cortarle citas. Se le corta y corrige una y en seguida le sale otra, cuando no dos o tres. Con él no se acaba nunca.

Los versos de Alberti a Garcilaso (Si Garcilaso volviera yo sería su escuder) se los endiña a Miguel Hernández. Para compensar, y en ejericio del suum cuique tribuere, su señorito Juan Luis Cebrián pilla los versos de Miguel Hernández (‘Me voy, me voy, me voy, pero me quedo’) y se los encasqueta a Pablo Neruda. Y Miguel García Posada, mirando para otro lado. El telegrama del ‘Olé tus cojones’ que Alfonso XIII envió al general Fernando Silvestre se lo endosa Haro a Primo de Rivera. La repetidísima frase joseantoniana ‘el hombre es portador de los valores eternos’ la cambia en que el hombre es ‘portador de un destino en lo universal’. Y la versión de Cyrano que estrenó José Tamayo hace medio siglo se la quita a Fernández Ardavín y se la encaja a Eduardo Marquina.

Ahora está dedicado a discutir con Luis María Anson acerca de rojos y maricones, sobre todo los del teatro y ya han salido Federico García Lorca y Jacinto Benavente, que ahí hay tajo. Hubo un tiempo en que los rojos y los maricones, a los que yo llamo por variar rojelios y monfloritas, estaban penosamente metidos dentro del armario. Pero para dicha nuestra vinieron las libertades a Celtiberia, y empezaron a salir del armario rojelios y monfloritas a manta de Dios. Haro Tecglen estaba metido en el armario, no por monflorita, uqe de eso no da el queo, sino por rojelio. Estaba metido allí durante el franquismo para comer. sólo para comer. Escribía en INFORMACIONES aquello de ‘se nos murió un Capitán, pero Dios misericordioso nos deparó otro y hoy, sobre la tumba de José Antonio, la figura de Francisco Franco, etcétera, y en seguida le llevaban al armario algo de comer.

Bueno, pues en la breve columna de donde se refiere a rojos y maricones, se le escapan a Haro tres cabezas dde Hidra. Está bien que la hija de Nuria Espert, consejera de Cultura de la Comunidad de Madrid, sea un poco rojelia, que yo no lo sé, pero es que Haro la convierte en Alicia Alonso, la famosa directora del Ballet de Fidel Castro. Dice que los de Anson además de matar a Lorca y prohibir a Benavente, cerraron el María Guerrero de Pérez de la Sosa (no, Momia, no, Pérez de la Sosa no, Pérez de la Ossa) y de Luis Fernández de Goa (tampoco, Momia, tampoco, Luis Fernando de Goa, no: Luis Fernando de Igoa). La ciudad de Goa es quel sitio del Oriente donde está enterrado san Francisco Javier, que a lo mejor es otro de los de Anson.

A mí me parece de perlas que los rojelios y los monfloritas hagan teatro, porque hay muchos que lo hacen muy bien. Eso que Haro llama el talento homosexual y la transgresión roja, tal vez ayuden a hacer buen teatro. La tradición del rojerío teatral la sitúa Haro en Shakespeare, que era transgresor, y por tanto rojo, no sé si de Felipe o de Cristina Almeida, aunque últimamente tiene más trato con Federico Trillo, que es de la derechona y además sale en las procesiones. Y lo de los monfloritas en el teatro se remonta a a los griegos. Ya lo dijo Platón: in culo veritas.

Jaime Campmany

06 Septiembre 2000

Canalladas

Eduardo Haro Tecglen

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Me maldicen porque mi corrector electrónico puso unas palabras que conocía, Goa y Osa, en lugar de las que ignoraba, Igoa y Ossa: y así no entrar en el fondo de mi fastidio por un artículo de Anson contra ‘rojos y maricones’. Si le conocería yo: Igoa fue amigo, y Pérez de la Ossa es el nombre que firma como ponente la sentencia de muerte de mi padre. Si conoceré a Anson: desde niño. Los giros del idioma para aderezar la mentira son canalladas: a veces se hacen pasar por ingenio.

El Análisis

Cansinas dos España, aunque con ingenio

JF Lamata

El jerifalte de LA RAZÓN, Sr. Anson publica un artículo-diálogo ficticio para acusar al presidente de Madrid, Sr. Gallardón, de apoyar a artistas por el mero hecho de ser rojos y homosexuales. De ser verdad, hubiera sido de agradecer que hubiera dicho el nombre real de alguno de esos artistas en vez del ficticio ‘menganez’.

El izquierdista Sr. Haro réplica desde EL PAÍS, donde se hace eco de los cambios internos en LA RAZÓN. Lo malo es que, para criticar la poca finura del Sr. Anson con los gays, vuelve a sacar el tema de la Guerra Civil y acusar a la derecha – ‘los de Anson’, como los llama – del asesinato del artista homosexual D. Federico García Lorca y del cierre del teatro María Guerrero, que según dice, entregaron al machista D. Alfredo Marquerie.

Entra en escena el columnista franquista de ABC, Sr. Campmany, para – como hizo un par de años antes el Sr. Vargas Llosa en RNE – recordarle al Sr. Haro Tecglen que él, aunque fuera izquierdista, tuvo que escribir en 1944 un artículo a favor de la dictadura franquista. Y, de paso, para echarle en cara erratas en los nombres de los Sres. Pérez de la Osa e Igoa. Así son los grandes columnistas, se comienza hablando de teatro y homosexuales, para acabar nuevamente en las dos Españas de la Guerra Civil.

J. F. Lamata