16 mayo 1980

El veterano periodista ex director de PUEBLO, EL IMPARCIAL o INFORMACIONES usará el seudónimo Fouché

Emilio Romero se estrena como columnista del diario ABC con ataques al Gobierno Suárez y a Juan Tomás de Salas (Grupo16)

Hechos

El 16.05.1980 D. Emilio Romero publicó su primer artículo como columnista en ABC con el título «Encyclopedie 16».

Lecturas

Después de su despido como Delegado Nacional de la Prensa del Movimiento en febrero 1976 por el Sr. Adolfo Suárez, D. Emilio Romero lideró varios proyectos periodísticos fallidos como el periódico LA JAULA, el periódico EL IMPARCIAL  o el periódico INFORMACIONES pero a la vez colaboró con importantes medios de comunicación potentes como articulista ocasional como EL PAÍS o el ABC.

JuanTomasdeSalas_completo Suarez_UCD2 El editor Juan Tomás de Salas y el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, dos enemigos de Emilio Romero y los ‘blancos’ de su primer artículo en ABC. 

A partir de mayo de 1980 D. Emilio Romero se convierte en columnista fijo del periódico ABC de D. Guillermo Luca de Tena estrenándose, precisamente como un artículo crítico tanto contra el presidente Suárez como contra el Grupo16 titulado «Encyclopedie 16».

Será en ABC donde D. Emilio Romero publique su polémico artículo sobre la ‘Solución Armada’ en enero de 1981.

LA RELACIÓN DE ROMERO CON ABC:

D. Emilio Romero ya había publicado colaboraciones en ABC, como una Tercera contra el Gobierno Suárez en noviembre de 1976, pero ahora pasa ya a ser colaborador fijo del periódico dirigido por D. Guillermo Luca de Tena. Se da la circunstancia de que durante el franquismo, cuando D. Emilio Romero era poderoso director del periódico franquista PUEBLO mantuvo no pocos enfrentamientos con el periódico ABC, entonces controlado por D. Torcuato Luca de Tena, padre del actual director, como el enfrentamiento que mantuvieron por la caída de la monarquía en Grecia en 1967 o durante la Suspensión del diario MADRID en 1968.

16 Mayo 1980

Encyclopedie 16

Emilio Romero

Leer

He pedido a mi titular en la Historia, el José Fouché auténtico, antes de que lo hiciera duque Luis XVIII y lo mandara a su casa y escribiera sus ‘Memorias’ – ¡ay, la Historia cómo se repite! – que me diga quién es ese editor atrevido, Juan Tomás de Salas, que encumbró periodísticamente a Suárez y ahora lo descuartiza. Me ha dicho desde el otro mundo: “No sé; es uno de esos chicos que se agarran del brazo de la Historia, cuando la Historia echa a andar”. Juan Tomás de Salas, que hizo la revista CAMBIO16 cuando la Historia echó a andar en 1975, ha dicho esto, tremendo, demoledor y nuclear: “Suárez sabía desmontar, pero no tenía la menor idea de construir. Lo que es peor y evidente ahora: nunca supo bien qué diablos había que construir aquí. De parche en parche, de hábil maniobra en habilísimo consenso, el hombre casi providencial  en una crucial etapa, fue perdiendo los papeles uno detrás de otro. En silencio, con un complejo creciente de acoso y persecución, Adolfo Suárez alcanzó de bruces su nivel mastodóntico de incompetencia. No sirve, qué le vamos a hacer”.

En realidad lo que sucede a todos los que se acogen necesariamente a cierto enciclopedismo político que no conocen y que no sienten es que un día son devorados por la Enciclopedia. Juan Tomás de Salas no es Diderot, pero en aquel movimiento impreso ‘Encyclopedia 16’ en versión periodística estaban los aromas de la transición, y Adolfo Suárez fue para ellos como una madame Pompadour, en aquel cuadro inolvidable de Quentin de la Tours. Era difícil el tránsito del teresianismo al enciclopedismo. Exaltaba la Enciclopedia, y la tenia en su atril. Ahora Voltaire-Salas lo ha triturado. Y es que un político de gran ambición debe saber que las Enciclopedias no se leen, se hacen.

Fouche

El Análisis

LOS TIEMPOS CAMBIAN...

JF Lamata

Quién le hubiera dicho a aquel D. Emilio Romero que se burlaba en 1967 de las dependencias monárquicas de ABC tras el Golpe de Grecia, que él iba a acabar escribiendo en esas mismas páginas. O cuando ridiculizaba en 1968 el sometimiento que tenía ABC hacia Estorill (residencia de Don Juan de Borbón, Conde de Barcelona). Ahora la situación había cambiado para él, en aquella época el Sr. Romero era el gallo que reinaba en PUEBLO.

Ahora había sido derrocado y había protagonizado tres fracasos consecutivos: fiasco con la revista LA JAULA, fiasco con el periódico matutino EL IMPARCIAL y fiasco con el periódico vespertino INFORMACIONES. Tras ello el Sr. Romero había buscado un hueco en las páginas de EL PAÍS de su antiguo pupilo D. Juan Luis Cebrián. El problema es que el Sr. Cebrián estaba dispuesto a aceptar tribunas puntuales del Sr. Romero, pero no una colaboración tan frecuente como para que el veterano periodista se convirtiera en un referente del periódico. Deseoso de ser columnista diario, el Sr. Romero probó entonces por irse a casa Prensa Española donde sí podían aceptarle.

No duraría mucho y, tras chocar con subalternos de D. Guillermo Luca de Tena, se pasaría al YA, pero durante su breve etapa publicaría el artículo que más daría que hablar de toda su carrera: aquel en el que defendía la ‘Solución Armada‘.

J. F. Lamata