1 junio 2009

Desde la destrucción de Ramón Calderón, se daba por supuesto que Pérez retornaría a la presidencia del club blanco

Florentino Pérez regresa aclamado a la Presidencia del Real Madrid tres años después de su dimisión

Hechos

  • El 1 de junio de 2009 se oficializó el nombramiento de D. Florentino Pérez como nuevo Presidente del Real Madrid.

Lecturas

D. Florentino Pérez, que ocupó la presidencia del Real Madrid entre el año 2000 (que ganó las elecciones a D. Lorenzo Sanz) y 2006 (que abandonó el club tras la crisis del vestuario), ha regresado aclamado al cargo que abandonó entonces.

Tras la crisis de imagen del club blanco tras la etapa de D. Ramón Calderón, que dimitió en enero de 2006, muchos sucios aclamaron el retorno del presidente ‘galáctico’.

En las elecciones D. Florentino Pérez ha sido el único candidato para el cargo ante la retirada de D. Juan Onieva, el único que se atrevió a postularse como rival y que renunció a las 48 horas de presentar su candidatura.

15 Mayo 2009

Florentino: "No se os puede dejar solos"

Alfredo Relaño

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No lo dijo así, vaya por delante. El entrecomillado es una licencia literaria, y he de aclarar que ni siquiera es mío. Me lo comentó alguien en el almuerzo, como traducción, que encontré feliz, del mensaje de Florentino en su comparecencia. Que, por cierto, fue magnífica: la fecha, el escenario, el mensaje, la prudencia con que manejó las expectativas de futuro, el respeto al Barça de hoy, las críticas, severas pero sin llegar al ensañamiento, contra la gestión anterior, la forma en que escamoteó sus errores en los tres últimos años, la forma en que extendió la esperanza para el futuro inmediato.

Fue un diez en marketing y en madridismo. «Me equivoqué», dijo, con bien traída humildad. Se equivocó al irse, sí, pero se equivocó sobre todo, y conviene que lo recuerde, en la cadena de decisiones y omisiones que le colocaron en la tesitura de aquella dimisión intempestiva y un pelín vergonzante. Ahora que está dispuesto a volver, y que casi todo el mundo desea que vuelva (yo, desde luego, deseo que vuelva) conviene que tenga en cuenta sobre todo cuáles fueron los errores que le marcaron la puerta de salida. Los méritos están ahí, no hay que repetirlos: un Madrid fabuloso, la volea de Zidane (hoy hace justo siete años), el prestigio universal, todo eso.

Aquello acabó mal, pero no es cuestión de volver sobre ello, ni sobre la docena larga de nombres propios que valen para caricaturizar aquel final tan malo. Pero sí conviene recordar que aquella fórmula empezó pareciendo muy buena pero acabó siendo muy mala, por falta de medidas correctoras o por mala aplicación. Que Florentino vuelva entre tanta aclamación y tanta adulación me preocupa en cierto modo. Deseo que vuelva, pero quisiera que se enfrentara a unas elecciones con algún tipo de oposición creíble. Porque me parece que tampoco a él se le puede dejar solo. No sea que vuelva a pasar lo mismo.

15 Mayo 2009

Bienvenido, míster Florentino

Javier Pérez de Albéniz

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«El ladrillo ha muerto», anunció Zapatero cuando en España ya no cabía un adosado más y la economía estaba por los suelos. Florentino Pérez dio su visto bueno al comentario con un leve movimiento de cabeza, dio el día libre a las hormigoneras y las excavadoras, y anunció que se tomaba una temporada sabática: regresaba al mundo de fútbol. Muchos periodistas han recibido esta noticia, la de Florentino, descorchando botellas de cava, desplegando pancartas de bienvenida y entonando versiones de bonitas canciones folk…

El regreso de Florentino ha sido recibido con un sorprendente entusiasmo por parte de la prensa. Si vemos la portada de Marca podemos leer unos titulares no ya poco críticos, sino francamente entregados: «Quiero hacer el mejor club del siglo XXI», «Que vuelva Florentino es bueno para el Madrid», «Florentino tiene un gran proyecto», «Florentino ha llegado como agua de mayo». Interesantes, ¿verdad? En La Sexta no se quedaron atrás, y retransmitieron en directo la rueda de prensa íntegra de la presentación. ¿Harán lo mismo con el resto de candidatos? Cuando escribo estas líneas aún permanecen colgadas la imágenes en la portada de su web. «La hora de Florentino», titulan sin tapujos, con un estilo vehemente que merecería un capítulo en el añorado ‘Curso de ética periodística’ del ‘CQC’.

En cualquier caso, es un placer comprobar que en España aún se hace periodismo de calidad, independiente y crítico con el poder. Y eso que me ha extrañado no ver en tan magníficos trabajos ninguna alusión al fracaso de la política de Zidanes y Pavones de Florentino: tres años sin un sólo título, algo que no ocurría en el club desde hacía medio siglo. O que no digan ni una palabra de que estamos ante el hombre que echó por la puerta de atrás a Redondo, Makelele, Hierro y Del Bosque, y no aprobó el fichaje de Ronaldinho. O que ignoren en estos memorables ejemplos de periodismo imparcial que Florentino es uno de los adalides del fracasado desarrollo especulativo (del que ahora reniega Zapatero) y que firmó una de las operaciones urbanísticas más lamentables de los últimos tiempos («Valdebebas es el mayor escándalo con el que me he encontrado», llegó a decir la ex ministra socialista Matilde Fernández).

Y es que algunos periodistas, si quieren hacer bien su trabajo, no pueden perder el tiempo dedicándose al periodismo.

P.D.

La presentación de Florentino ha coincidido en el tiempo con la imputación de Camps. ¡Vaya par de galácticos!

El Análisis

MUDANZAS DE LOS TIEMPOS

JF Lamata

¿Quién lo iba a decir? El presidente que dimitió a mitad de temporada, abocharnado, simbolizando el fracaso de ‘Los Galácticos’… volvió aclamado como el salvador del pueblo. Entre medias había sido desintegrado D. Ramón Calderón. Y se habían esfumado en la niebla amagos de candidaturas como la de D. Juan Villalonga, cuando no caídos al primer día de vuelo como D. Juan Onieva.  Lo cierto es que desde el día de la dimisión del Sr. Calderón el madrilismo clamaba por la vuelta de D. Florentino, ¿Quién lo iba a decir? Pues él, si hacemos caso a los rumores que aseguraban que el ex presidente había planificado concienzudamente ese retorno.

J. F. Lamata