15 abril 2016

También dimite como diputado y como presidente del Partido Popular en Canarias

José Manuel Soria dimite como Ministro de Industria ‘en funciones’ tras intentar ocultar sus sociedades en paraísos fiscales

Hechos

  • El 15.04.2016 D. José Manuel Soria, ministro de Industria en funciones, anunció que abandonaba ese cargo y renunciaba a su acta como diputado en el congreso, así como dimitía como presidente del PP en Canarias.

Lecturas

El 15.04.2016 D. José Manuel Soria, ministro de Industria en funciones, anuncia que abandonaba ese cargo y renuncia a su acta como diputado en el congreso, así como dimitía como presidente del PP en Canarias. Se produce después de que El Confidencial y La Sexta dieran máxima difusión en España de los llamados ‘papeles de Panamá’, lista de ciudadanos que usaban la vía legal de ubicar parte de su patrimonio en el extranjero para pagar menos impuestos, los llamados paraísos fiscales, entre los que estaban sociedades de la familia del Sr. Soria, algo que este había negado inicialmente.

La dimisión del Sr. Soria se produce en un momento en que era ministro en funciones, al no haberse formado Gobierno después de las elecciones generales de finales de 2015 y estar a la espera de la repetición de elecciones de 2016, El ministerio de Industria quedará vacante hasta la formación de un nuevo consejo de ministros, tras las elecciones.

El Sr. Soria era ministro de Industria desde la llegada del Sr. Rajoy al Gobierno en diciembre de 2011.

CRONOLOGÍA DE LA CAÍDA DEL SORIA:

El 7 de abril de 2016 D. José Manuel Soria López, ministro de Industria en funciones en una entrevista en Servimedia tajante contra las personas que usaran esas artimañas legales pero cuestionables éticamente: “Si un político o cualquier otro tipo de persona, sea un empresario, sea un deportista, sea quien sea, quien aparezca ahí tiene de inmediata que aparecer para justificar por qué está ahí, pero de inmediato. Si no hay explicación, entonces es que no la tiene”.

El 11 de de abril de 2011 se difunde en El Confidencial y en la cadena La Sexta de Atresmedia que el Sr. Soria López fue administrador de una de las sociedades citadas en los papeles de Panamá (una cuenta en Bahamas). El Sr. Soria comparece en rueda de prensa para desmentirlo tajantemente.

El día 12 aparece el nombre del Sr. Soria vinculado a sociedades instrumentales hasta el año 2002, por lo que habría llegado a ser administrador cuando ya estaba en política como alcalde de Tenerife. El Sr. Soria vuelve a comparecer por segunda vez y vuelve a negar vinculación alguna con ninguna empresa situado en ningún paraísos fiscales.

El jueves 14 de abril de 2016 El Confidencial y La Sexta publican nuevos documentos que pruebal que el Sr. Soria figuraba como administrador de otra cuenta, esta en Jersey. Ese día D. José Manuel Soria cancela la entrevista que tenía prevista en el programa ‘Al Rojo Vivo’ donde su presentador le acusa durante esa emisión de ‘cobarde’ y ‘mentiroso’ reiteradamente.

 El 15 de abril de 2016 D. José Manuel Soria López anuncia su dimisión como ministro de Industria en funciones, como diputado y como presidente del PP en Canarias. En su dimisión reconoce ‘errores’ en sus explicaciones.

 El día 15 de abril de 2016 el ya exministro concede una entrevista al programa ‘El Cascabel’ de Trece (afín al Partido Popular). Ahí D. José Manuel Soria López niega que haya mentido, porque, aunque dio información que no era veraz, no tenía intención de ocultar la realidad, sin que lo hizo porque no recordaba su papel en las empresas de su familia quince años después.

JOSÉ MANUEL SORIA OBLIGADO A RENUNCIAR A UN PUESTO EN EL BANCO MUNDIAL.

Después de su dimisión el Gobierno del PP ofreció un puesto de trabajo a D. José Manuel Soria en el Banco Mundial (entidad pública), lo que desató una campaña en contra de su nombramiento en lo que los medios catalogaron como una puerta ‘giratoria’ (aunque ese término era acuñado habitualmente cuando un política fichaba por una empresa del sector privado). Ante las malas reacciones el Sr. Soria se vio obligado a renunciar a ocupar ese puesto.

15 Abril 2016

COMUNICADO DE DIMISIÓN

José Manuel Soria

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«A la luz de la sucesión de los errores cometidos a lo largo de los últimos días, en relación a mis explicaciones de mis actividades empresariales anteriores a mi entrada en política en 1995, debidos a la falta de información precisa sobre hechos que ocurrieron hace más de veinte años; sin perjuicio de que ninguna de tales actividades empresariales haya tenido relación ni vínculo de tipo alguno con el ejercicio de tales responsabilidades políticas; considerando el daño evidente que esta situación está causando al Gobierno de España, al Partido Popular, a mis compañeros de militancia y a los votantes, singularmente grave en el momento político actual, comunico que, tras conversación con el Presidente del Gobierno, le he trasladado mi decisión irrevocable de presentar mi renuncia expresa a las funciones que como Ministro de Industria, Energía y Turismo tengo encomendadas desde el pasado día 21 de diciembre.

He comunicado también al Presidente del Gobierno mi decisión de renunciar a mi acta de Diputado del Grupo Parlamentario Popular.

Por último, he comunicado a la Secretaria General de mi partido mi renuncia a la presidencia autonómica del PP de Canarias.

Por todo ello comunico que a partir del día de hoy dejo todo tipo de actividad política.

La política es una actividad que debe ser en todo momento ejemplar también en la pedagogía y en las explicaciones. Cuando así no ocurre, deben asumirse las responsabilidades correspondientes».

José Manuel Soria López

16 Abril 2016

No da para más

EL PAÍS (Director: Antonio Caño)

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José Manuel Soria es el segundo político europeo que presenta su renuncia por el último escándalo de las sociedadesoffshore, tras la del primer ministro islandés. Soria abandona en unas condiciones penosas para el discurso de regeneración pretendido por su partido, en el tramo final del periodo de formación de Gobierno y a 10 semanas de una probable cita con las urnas. Y, sobre todo, deja en una posición muy comprometida a su jefe político, Mariano Rajoy. Después de desmentir tajantemente cualquier vinculación a paraísos fiscales, el hasta ahora ministro de Industria, Energía y Turismo se encontró ante las pruebas de su participación hasta 2002 en una sociedad registrada en el paraíso fiscal de Jersey. A partir del conocimiento de ese hecho, el Gobierno no tuvo más remedio que retirarle el apoyo.

A costa de sacrificar a uno de los ministros reputados como de mayor confianza, Rajoy trata de alzar un cortafuegos para intentar su supervivencia. Es una estrategia que no debería de funcionarle. El caso Soria no solo liquida cualquier hipótesis de entenderse con el PSOE antes de la nueva ronda de consultas convocada por el Rey, sino que debería de significar el final del propio Rajoy. Si antes de conocerse este caso, el actual presidente en funciones estaba ya incapacitado para dirigir el nuevo periodo de reformas que España requiere, ahora, tras saberse que uno de sus más estrechos colaboradores, uno de sus ministros, se amparó en un paraíso fiscal, cualquier idea de que el futuro de este país pase por Rajoy resulta grotesca, si no alarmante.

Las sociedades constituidas en Jersey ofrecen siempre el aspecto de estar dedicadas a minimizar el pago de impuestos. Nadie que haya operado en paraísos fiscales puede estar en el Ejecutivo, según doctrina explicitada ayer por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y ratificada por la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría. Es lo menos que puede decirse desde un Gobierno que exige —como es su obligación— un comportamiento correcto a los contribuyentes, y les persiguen administrativa o judicialmente cuando no lo hacen. Deben ser por lo menos tan exigentes consigo mismos. Negar la responsabilidad de Rajoy en el comportamiento de uno de sus ministros es algo que ni el propio Rajoy parecía dispuesto a admitir hasta hace poco. En algunas entrevistas recientes, el presidente en funciones reconocía que se sentiría afectado por la corrupción cuando le afectase a sí mismo o a un miembro de su Gobierno.

Llegó ese momento. Ignoramos si la actividad de la sociedad de los Soria en Jersey tenía que ver con la corrupción. Tal vez no. Pero el hecho mismo de que, cuando ya ocupaba un cargo público en España, Soria utilizase una firma offshore es un atropello de similares proporciones a las normas que deben regir el comportamiento de un servidor público. No da para más. Se ha ido Soria y el PP tiene que regenerarse a fondo, reinventarse, sin Rajoy.

16 Abril 2016

Una dimisión coherente por responsabilidad política

EL MUNDO (Director: David Jiménez)

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El ministro de Industria, José Manuel Soria, asumió ayer sus responsabilidades políticas. En una nota hecha pública a primera hora de la mañana, anunciaba la dimisión de todos sus cargos, la renuncia al acta de diputado y su retirada de la política.

Nos parece una decisión saludable y coherente porque, como él mismo reconoce, «la sucesión de errores cometidos» en las explicaciones sobre sus actividades empresariales hacían imposible que siguiera como ministro del Gobierno. En lugar de optar por aferrarse al cargo y causar un profundo daño a su partido, ha hecho lo que tenía que hacer: abandonar la vida pública. Que sirva de ejemplo para otros compañeros del PP que se niegan a afrontar sus responsabilidades políticas, que es de lo que estamos hablando.

A José Manuel Soria nadie le había acusado de cometer un delito porque, en otras razones, no sabemos las actividades que desarrolló en Mechanical Trading, la empresa offshore a la que recurrió para controlar Oceanic Lines y que liquidó hace 14 años. Pero lo que ha quedado como cierto y comprobado es que los hermanos Soria crearon esta sociedad en 1993 en el paraíso fiscal de Jersey.

Ello contradice todas las explicaciones de José Manuel Soria, que sostuvo públicamente y comprometió su palabra al asegurar que él jamás había tenido ninguna relación o participación con empresas radicadas en paraísos fiscales. No dijo la verdad.

Por lo tanto, Soria tenía dos motivos inexcusables para dimitir: primero, haber sido dueño de una empresa offshore y segundo, haber ocultado su existencia. El propio ministro de Hacienda decía ayer que «nadie puede estar en el Gobierno» si ha operado desde paraísos fiscales. Es algo que nos parece evidente.

Pero el ministro Montoro no estuvo afortunado cuando lanzó una reprimenda a los medios de comunicación sin citarlos por no colaborar con Hacienda en la persecución del fraude, sugiriendo que hay periodistas que han retenido información con fines interesados.

En primer lugar, este periódico ha publicado la información y los documentos a los que había accedido de manera inmediata y sin cálculo político alguno. Nuestra motivación ha sido la de proporcionar información sobre hechos relevantes.

Y la segunda reflexión es que si nosotros hemos podido llegar a averiguar esos datos que demostraban que Soria era propietario de Mechanical Trading, es difícil de explicar que la Agencia Tributaria no haya sido capaz de hacer lo mismo. En lugar de gastar energía en culpar a los medios, el ministro podría haber hecho autocrítica.

Ahora la Agencia Tributaria va a abrir una investigación sobre las empresas de José Manuel Soria, lo cual es su obligación, puesto que todos somos iguales ante la ley. Pero mientras se procede a recabar esos datos, Soria tiene todo el derecho a la presunción de inocencia.

Hemos sido muy críticos en la forma cómo el PP ha manejado las responsabilidades políticas por la corrupción y hemos puesto en evidencia su complacencia, pero en este caso Mariano Rajoy ha actuado de forma correcta al zanjar este asunto en menos de 24 horas desde que quedó en evidencia que Soria había dado unas explicaciones que no se ajustaban a la verdad.

Soria ha tenido que pagar por sus errores, pero hay otros muchos ciudadanos españoles -entre ellos, políticos, poseedores de grandes fortunas y financieros- que tienen o han tenido activos fuera del alcance de Hacienda.

No es fácil rastrear esos patrimonios, pero sí es factible localizarlos en muchos casos porque casi siempre es posible seguir el curso del dinero. Por ello, las autoridades deberían hacer todos los esfuerzos para detectar el fraude y endurecer las sanciones penales. En ese sentido, se han cometido graves errores como las amnistías fiscales del PSOE y del PP. Los papeles de Panamá nos han permitido corroborar lo que ya sabíamos: que hay una enorme bolsa de dinero negro que escapa al control de los Estados. El caso Soria es una minúscula gota de agua en este oceáno.

16 Abril 2016

Soria y el precio de la mentira

LA RAZÓN (Director: Francisco Marhuenda)

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Las contradicciones en las que el ministro de Industria, Energía y Turismo en funciones, José Manuel Soria, ha incurrido desde el pasado lunes hasta ayer, cuando renunció a sus funciones, han dejado claro que, en política, como en otras actividades de la vida pública, la verdad es el único camino. Lo único que realmente cuenta es la verdad y, como dice el proverbio, con una mentira se puede ir lejos, pero no volver. El día 11, el nombre de Soria apareció en los «papeles de Panamá», junto al de su hermano, como administrador de una sociedad en Bahamas, creada a través del despacho Mossack Fonseca, pero negó «rotundamente» su participación en cualquier paraíso fiscal, aunque acabó admitiendo que existía una «relación comercial» con una empresa familiar. Incluso anunció que sus abogados iban a emprender acciones legales. Esa misma tarde se hacía pública una nueva prueba que desmontaba la versión de Soria al aparecer en un documento de la sociedad británica UK Lines Limited (la matriz de la filial de Bahamas en la que el ministro fue administrador durante dos meses), en el que se le nombra secretario de la compañía tras la muerte de su padre. Al día siguiente, vieron la luz los documentos del registro mercantil británico en los que se demostraba su vínculo y el de su familia con UK Lines, lo que le obligó a comparecer públicamente y a admitir que se «acababa de enterar» de dicha relación. El pasado jueves aparecía un documento de disolución con su firma de una empresa en Jersey, con el agravante de que en 2002 era ya alcalde de Las Palmas. Lo más grave para un responsable público y para un ministro de un Gobierno de España es mentir. No le bastó con insistir en la falsedad de un testimonio, sino que engañó al presidente del Gobierno, que había confiado en su versión. Por lo tanto, no tenía más salida que renunciar a sus competencias, dado que no puede dimitir o ser cesado porque el Gobierno está en funciones. Dejar todas sus responsabilidades públicas y políticas no es un gesto que le honra –aunque se le agradece–, porque, ante todo, se trata de una obligación después de haber perjudicado al Gobierno del que ha formado parte y al Partido Popular y tras haber defraudado a sus votantes. En un comunicado hecho público, Soria anunció su renuncia «a la luz de la sucesión de los errores cometidos a lo largo de los últimos días». Es evidente que no transmitió correctamente la verdad de los hechos y que resultaba imposible hacerlo porque suponía reconocer que no actuó correctamente. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, lo expresó con total claridad: «No se puede estar en el Gobierno y haber operado en paraísos fiscales». La gestión de Soria, como la de cualquier responsable público, tiene luces y sombras, pero si hay algo que en política se valora especialmente es la cercanía a los problemas reales de la gente, como tantas veces se le recordó a quien tuvo la misión de gestionar la crisis de la minería y acabó siendo un agente nefasto que perjudicó la labor más sensible y social de los populares en Castilla y León. No basta con buscar el apoyo y el aplauso de los más influyentes cuando se es ministro de Industria, Energía y Turismo, sino saber que detrás de cada decisión hay personas que se beneficiarán o saldrán perjudicadas. Hay que destacar que Mariano Rajoy ha actuado ejemplarmente en este caso: pidió a José Manuel Soria que ofreciera unas explicaciones convincentes sobre sus negocios y esperó a tomar una decisión, hasta que se encontró con un cúmulo de contradicciones que podían perjudicar a todo el Gobierno y al futuro de los populares.

El Análisis

EXPLICACIONES EN FUNCIONES

JF Lamata

Analicemos la cronología de los hechos: EL CONFIDENCIAL y Atresmedia (vía LA SEXTA) difunden con toda su artillería los ‘Papeles de Panamá’ como si todos los que figuren en ella sean una horda de delincuentes. D. José Manuel Soria – en declaraciones a una agencia – en vez de transmitir tranquilidad secunda esa visión al decir que todo aquel que figure en esos papeles tiene que dar de inmediato todas las explicaciones posibles.

Una semana después nos enteramos que él figura en una cuenta de los citados papeles. Haciendo aparente honor a su palabra, el Sr. Soria da una rueda de prensa en la que afirma que su presencia en esa cuenta se debe a un error familiar, que en realidad la cosa era de su hermano, pero no menciona ninguna otra cuenta suya en paraísos fiscales.

Dos días después se acredita que había otras dos cuentas a su nombre en paraísos fiscales. ¿Cuándo el Sr. Soria hizo las primeras declaraciones en una agencia no sabía que su nombre figuraba en los citados papeles por ser cliente del buffet panameño? ¿No se lo dijo su familia? ¿Cuándo dio la rueda de prensa para justificar la existencia de una cuenta, no recordaba que tenía las otras dos? Demasiadas torpezas que sólo pueden concluirse pensando que o bien el Sr. Soria mintió deliberadamente o bien desconocía su propio patrimonio.

Sea como fuere lo suyo ha sido un hito. El primer ministro que dimite estando “en funciones”. Sólo existía el precedente de los consejeros de Madrid a los que Ciudadanos forzó a dimitir (cuando apenas quedaban unos días para que cesaran) a cambio de apoyar la investidura de la Sra. Cifuentes.

El Gobierno Rajoy, que pretendía dar la imagen de que era el Gobierno más estable de la historia de la democracia sumaba su cuarto socavón, casi tan ruidoso como los tres anteriores llamados “Gallardón”, “Ana Mato” y “Wert”.

Eso sí, otros ministros se lo pensarán dos veces antes de dar explicaciones.

J. F. Lamata