10 junio 1977

Los dirigentes de AP se comprometen a impedir que los partidos independentistas sean legalizados

Laureano López Rodó (AP): «Si Alianza Popular gana las elecciones no permitirá que Esquerra Republicana de Catalunya sea legalizado»

Hechos

El 10 de junio de 1977 D. Laureano López Rodó se comprometió en un acto electoral a no permitir la legalización de partidos políticos independentistas.

10 Junio 1977

Huérfano de Carrero

DIARIO16 (Director: Miguel Ángel Aguilar)

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Carrero fue como un padre para don Laureano. Atento a sus menores deseos, siempre sabía ofrecerle el cargo que mejor cuadraba con su santa visión de la vida, de la economía y del desarrollismo político-social. Era, más que otra cosa, una pura cuestión de mimos. Don Laureano es débil y había que mantener su tensión a buena altura.

Pero un desgracia día, el 20 de diciembre de 1973, Carrero, bien ajeno a lo que íba a suceder, asistió a misa a su iglesia favorita. Después…, después se cerraba todo un periodo de la historia franqista. Don Laureano todavía no se ha repuesto. Semanas, meses, años de meditación y recogimiento no han acabado con su nostalgia. Añora despachos, boletines oficiales, controles, firmas…

Ahora ha presentado su libro ‘La larga marcha de la monarquía’, haciendo un alto entre tanto cansado mitin. Ya se sabe que don Laureano prefiere el refectorio al reflector, el pequeño coro al multitudinario griterío, el púlpito a la tribuna. Compañero de presentación fue don Torcuato Luca de Tena, que últimamente gusta de sonreír cándidamente y aguantar los chaparrones con artilugios albañilescos.

Y allí don Laureano se mostró desnudo – con perdón – de afeites y ayuno de ambages. Con el corazón en la mano, reconoció su invertido complejo de Edipo – de Electra, dicen los clásicos de la psicología – y desbordó loores y esencias en la figura de Carrero. Casi con música de tanto dijo que ‘al morir él, murió el régimen de Franco’. Después dijo, Franco fue una sombra – y no sobra como en gloriosa errata decía ABC – de sí mismo hasta el mismísimo día de su muerte.

Tanto amor le pierde y la aguja de marear se le ha atrofiao después de tantos años de no necesitarla. Quien ahora se alía con Fraga, Silva, Thomas de Carranza, Fernández de la Mora, Licinio, Cruz…, dice que con ‘la muerte de Carrero perdimos todo lo bueno que podíamos conservar, y no hemos podido acumular ningún otro bien que sustituya lo que entonces perdimos’. Muy brevemente vamos a citar, a modo de ejemplo, alguno de esos bienes y males que don Laureano confunde.

En estos años que él odia, han vuelto muchos exiliados que habia huido de los campos de concentración o el fusilamiento, promovidos por los hombres que tanto admira: Franco y Carrero. En estos años que él odia, las cárceles están casi vacías de presos que ellos guardaban en celdas de dos por tres metros. En estos años que él tanto odia, alguien puede salir a la calle y decir que es socialista sin que la Policía carrerista se encargue de enmudecerle…

Como cualquiera de los siete magníficos, don Laureano tiene la hipocresía fácil de apuntarse triunfos – desarrollo económico incluido – y silenciar tiranías y asesinatos.

Y para que nadie dude de su sentir democrático por su boquita salió la siguiente advertencia a Heribet Barrera, con varios centneares de personas como testigos asombrados: “Si Alianza Popular llega al poder no legalizará a Esquerra de Catalunya”. Como Carrero, naturalmente.

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