8 marzo 1989

Enrique Badía Liberal será el nuevo director de DIARIO16

Pedro J. Ramírez despedido de DIARIO16 por Juan Tomás de Salas tras un editorial llamando ‘capullo’ al ministro Semprún

Hechos

  • El director de DIARIO16, D. Pedro J. Ramírez fue destituido como director de DIARIO16 el 8 de marzo de 1989 por el presidente de la editora, Grupo16 (Inpulsa), D. Juan Tomás de Salas, que tras unos días de director provisional encargó la dirección a D. Enrique Badia.

Lecturas

El 8 de marzo de 1989 se hace oficial el despido de D. Pedro José Ramírez Codina ‘Pedro Jota’ como Director de Diario16 por decisión de D. Juan Tomás de Salas Castellano, que expone su visión del relevo de Ramírez Codina en un editorial firmado por él el día 9 mientras que Ramírez Codina expone la suya en una tribuna el día 10. Durante la etapa de Ramírez Codina el periódico Diario16 pasó de una tirada de 51.109 ejemplares en 1980 a acercarse a una tirada de 200.000 ejemplares en 1989.

La división interna en INPULSA en el sector que representabanA D. Juan Tomás de Salas Castellano, el consejero D. Carlos Bustelo García del Real (ascendido a presidente de la filial INFIESA el 3 de marzo y a vicepresidente de INPULSA el 13 de abril) y la Adjunta al Presidente Dña. Isabel Azcárate, más afín a la línea mantenida por Cambio16 por D. Enrique Badía Liberal y el sector que representaban D. Alfonso de Salas Castellano y D. Balbino Fraga Casaleiro por otro más afín a la línea mantenida en Diario16 por Ramírez Codina había ido creciendo a partir de la muerte de D. Romualdo de Toledo Sanz. Los intentos de D. Alfonso de Salas Castellano y Ramírez Codina de comprar Diario16 con ayuda de socios extranjeros (estaban negociando con Rupert Murdoch) se interrumpieron con el despido de ambos por parte de D. Juan Tomás de Salas.

El nuevo Director de Diario16 sería D. Enrique Badía Liberal mientras que un hombre de su confianza, D. Luis Díaz Gúell, es nombrado Director de Cambio16.

A partir de ese momento D. Alfonso de Salas Castellano inicio los trámites para constituir un nuevo periódico que compitiera con el de su hermano. El despido de Ramírez Codina es ampliamente comentado en El País, ABC, El Independiente, Tribuna, Cadena SER y Cadena COPE con una cobertura favorable a Ramírez Codina.

LA NUEVA CÚPULA DE DIARIO16

Junto al nuevo Director, D. Enrique Badía, seguirán de Director Adjuntos de DIARIO16 los periodistas D. Justino Sinova, D. José Luis Gutiérrez y D. Antonio Alferez, que ya ocuparon esos cargos con D. Pedro J. Ramírez. Habrá otros dos Directores Adjuntos, D. Raúl Heras y D. Francisco Rosell, este último como responsable de la edición andaluza del diario.

Ttampoco faltaban los que señalaban que el motivo era la entrevista que D. Pedro J. Ramírez había publicado a la ‘cúpula de ETA‘, que había indignado al Gobierno. Al margen de los distintos motivos que pudieran sumarse, en lo que hay total coincidencia – incluido por parte del propio Pedro J. Ramírez – es que la gota que colmó el baso y causó el patadón al Sr. Ramírez fue por el hecho de que D. Pedro J. Ramírez ordenó como director el editorial titulado ‘La Rosa y el Capullo’ redactado por D. Manuel Hidalgo, en el que se definía al ministro de Cultura, D. Jorge Semprún como ‘el capullo’:

Semprun_ministro2 El ministro de Cultura, D. Jorge Semprún, fue el principal causante del despido del Sr. Ramírez.

Aquel editorial en el que se llamaba ‘capullo’ al Sr. Semprún fue la sentencia de muerte de D. Pedro J. Ramírez.

D. Enrique Badía, que reemplazó a D. Pedro J. Ramírez como director de DIARIO16, contactado por La Hemeroteca del Buitre, explicó los detalles: “Justo esa noche el ministro cenaba en casa de Juan Tomás de Salas, eran amigos personales, leyeron el editorial y Juan Tomás de Salas dijo: hasta aquí hemos llegado”

Para D. Luis María Anson, también consultado por La Hemeroteca del Buitre,  fue el mayo error del Sr. Salas: “Juan Tomás de Salas se equivocó completamente al hechar a Pedro J. por complacer a Semprún. No es que hubiera maniobra del Gobierno, hubo unas quejas de Semprún y Juan Tomás de Salas, que creía que el periódico era él, lo liquidó y se cargó el periódico, claro”

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LA PELEA ENTRE LOS HERMANOS JUAN TOMÁS Y ALFONSO

El despido de Sr. Ramírez no era fue fácil para don Juan Tomás de Salas, su propio hermano, don Alfonso de Salas (director general del Grupo16) se oponía radicalmente al cese del director, a lo que don Juan Tomás respondió: “Pues te ceso a ti también, os ceso o me comprais el periódico por 4.000 millones”. Según contó don Alfonso de Salas a EL PAÍS, intentó contactar con fuentes para ver si reunía el dinero, pero el Sr. Salas no quiso esperar y los cesó ese día 8.

Junto con don Pedro José Ramírez y don Alfonso de Salas, los directivos don Balbino Fraga y don Juan González anunciaron que también se iban. Los caricaturistas del periódico “Forges”, Gallego y Rey suspendieron su colaboración con el diario e igual actitud adoptó el columnista don Francisco Umbral.

GUERRA DE ACCIONISTAS INTERNA EN DIARIO16

El despido de D. Pedro J. Ramírez causó una crisis sin precedentes en una empresa periodística, porque con el periodista despedido se habían ido gran parte de los directivos. La operación Hersant sería la primera muestra de esa crisis.

04 Marzo 1989

La rosa y el capullo

DIARIO16 (Director: Pedro J. Ramírez)

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Redactado por Manuel Hidalgo por orden de Pedro J. Ramírez.

En el ajado rosal del Gobierno socialista, desgastado por las turbulencias de la climatología política, acaba de florecer definitivamente, con la primavera intuida, el último capullo. La comparecencia del ministro de Cultura, Jorge Semprún – pronúnciese Samprán, al gusto francés- ha dejado boquiabierta a la audiencia. Se agradece, desde luego, poder escuchar en el hemiciclo discursos guindados de citas cultas que no sean del socorrido Machado, especialidad del muy instruido vicepresidente, pero el despliegue de Semprún no lo mejora ni el Calendario Zaragozano. Se ve que el ministro es hombre de letras. Semprún cocinó el miércoles en el Congreso una macedonia de frutas diversas, hizo una homilía de canónigo ilustrado repleta de consejos y recriminaciones. Una vez más sus propósitos concretos quedaron en la penumbra incierta. Atacó muchas cosas el ministro Semprún con avinagrada facundia. Tuvo razón al censurar los excesos amarillistas de ciertos medios de comunicación, aunque en su sueldo no entra tal cruzada, pero erró toscamente al meter a todas las publicaciones en el saco común. Locuaz a más no poder, se permitió recomendar que se viaje más y se lea menos la Prensa. El autor del guion de Z podría hacer una excursión informativa a los desagües de la lucha antiterrorista de su Gobierno antes de enmendar la plana a los periodistas y orientarnos hacia las colas de los museos, realidad sin duda apasionante merced de la política de escaparate y representación que viene siendo propia de su Ministerio. El parlanchín ministro, que habla más bien a destiempo, criticó concretamente el editorial de DIARIO16 titulado ‘La Filmoteca y la crisis del cine español están exultantes de optimismo y entregados a una frenética y esperanzada actividad, gracias a sus inminentes reformas, será porque el ministro viaja demasiado, no lee, efectivamente, los periódicos y confunde las críticas que los cineastas le dirigen con un murmullo de ratones. Mal asunto par alguien que aparenta estar tan seguro de sí mismo.

09 Marzo 1989

SEGUIMOS DONDE ESTÁBAMOS

Juan Tomás de Salas

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La mejor prueba de que DIARIO16 es un producto vivo han sido las últimas veinticuatro horas, durante las que, sin pretenderlo, hemos sido noticia. Porque, desde siempre, los periodistas somos portadores de noticias y no protagonistas de las mismas. Pero la vida sigue y el mejor síntoma de ello es que este producto está hoy en sus manos. Pero aquí no ha pasado nada que sea distinto a lo que es hábito diario en el mundo laboral. Aquí nadie ha vendido nada, que quede bien claro. Únicamente, cuando un empresario pierde la confianza de uno de sus directivos, se lo comunica y se busca la salida legal a la situación. Nada más sencillo; aunque es justo dejar constancia que en esta casa nos hemos sentido orgullosos de haber contado con un director de la talla de Pedro J. Ramírez. Esta es toda la verdad y nada más que la verdad. El resto, únicamente, habladurías…

Pero la vida sigue y nuestras dosis de libertad – que nadie lo dude – no se verán mermadas ni en una sola línea. Hacer periodismo, para acercárselo a nuestros lectores, ha sido y seguirá siendo nuestro objetivo. No nos mueven otros intereses ni políticos ni económicos. Informar en libertad, insisto, es la única meta que hemos marcado siempre a los ya muchos profesionales que integran las redacciones de los numerosos medios del Grupo16. Y esta bandera, evidentemente no tiene precio.

La discrepancia entre Pedro J. Ramírez y su editor siempre consistía en lo mismo: Mi intención de convertir definitivamente DIARIO16 en un periódico de calidad sin concesiones. Estas divergencias no tienen nada de mágico ni nefando, son discrepancias normales en todas las empresas que, cuando alcanzan gravedad bastante, concluyen en el cese de los responsables. Y nada más.

Nada más, ni presiones del Gobierno ni grupos económicos oscuros, ni brujas de ningún tipo. Como fundador del Grupo16, que frente a la dictadura de Franco combatió sin cesar en defensa de la libertad, me parece que estoy en condiciones de asegurar que en esta casa no se bajan las banderas ante nada ni ante nadie. Primero está nuestro respecto al lector, a la libertad y a la noticia, y después, mucho después, cualquier otra consideración.

Querido lector, puedo asegurarle que nuestro DIARIO16 sólo va a ir a mejor. He asumido hoy la dirección en funciones para restañar heridas o inquietudes de nuestra redacción y nuestros lectores, y para garantizar que este periódico aspira a seguir creciendo cada día en calidad. Ya lo vera.

Juan Tomás de Salas

10 Marzo 1989

ADIÓS A CAMELOT

Pedro J. Ramírez

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Cuando hace poco más de un año Juan Tomás de Salas me convenció de que continuara al frente del periódico, rechazando una de las más atractivas ofertas profesionales imaginables, lo hizo con el argumento de que DIARIO16 era de alguna manera mi hijo y yo no podía abandonarlo. Ahora que profesionalmente ya nada tengo que ver con nuestro diario, apelo a sus compromiso – tantas veces reiterado en las últimas horas – con la libertad de expresión y el pluralismo, para poder levantar este acta de discrepancia con su artículo de ayer, a modo también de despedida de esos cientos de miles de mudos testigos de cuanto ha sucedido en el periódico – los lectores – quienes tanto él como yo, en definitiva, nos debemos.

Emocionalmente nunca podré sentirme del todo desligado de un proyecto al que he dedicado una parte tan importante de mi vida y me sentiría satisfecho si algunos de mis pronósticos respecto al horizonte a medio plazo se vieran desmentidos por los hechos. Los vínculos morales que me unen a la redacción y a los amigos de este periódico son indestructibles y nada desearía tanto como poder seguir contribuyendo de alguna manera a su desarrollo.

Precisamente por eso no debo dejar sin respuesta el artículo publicado ayer en primera página por el propietario, presidente, editor y director en funciones en mi ya exclusivamente particular opinión, el núcleo argumental de ese texto no sólo supone una injusta e ingrata afrenta a mi dignidad profesional, sino que también ofende a cuantos periodistas se han sentido comprometidos con el producto informativo que hacíamos hasta hace dos días y a cuantos lectores han depositado su confianza en él.

Afirmar como hace don Juan Tomás de Salas que nuestras discrepancias siempre estaban basadas en su intención de convertir definitivamente DIARIO16 en un periódico de calidad sin concesiones implica sugerir abiertamente que el producto que nos ha unido día a día o bien no ha sido de calidad o bien ha cometido una serie de pecados – concesiones – que han terminado por desnaturalizarlo.

No estaría de más que el señor De Salas contrastara públicamente con los míos sus criterios sobre lo que debe ser ‘un periódico de calidad sin concesiones’, pero tal vez el marco adecuado debiera ser un foro académico en el que no quepan ni exhibicionenismos ni autojustifiaciones. Quede claro en todo caso que exactamente eso es lo que estamos seguros de haber estado haciendo hasta hace cuarenta y ocho horas: un periódico de calidad, elaborado por periodistas de calidad y dirigido hacia lectores de calidad, como son todos los nuestros. De calidad moral, de calidad humana, de calidad democrática. Y también de calidad técnica, de calidad literaria, de calidad formal.

Un periódico ‘sin concesiones’ ni al poder político, ni a la llamada ‘razón de Estado’, ni a los grupos financieros, ni a las capillitas pseudoculturales. Nuestras únicas concesiones han sido las de la dedicación, los riesgos personales y el derroche de imaginación destinado a suplir los limitados medios que ponía a nuestra disposición la empresa.

Ni estas líneas de hoy, ni ninguna otra que en el futuro pueda salir de mi pluma traerán nunca la visita de la vieja dama del rencor. Tampoco quiero salirme del estricto ámbito del derecho de respuesta. Otros aspectos del problema tendrán desarrollo en su cauce conveniente. Es cierto que me siento maltratado, pero muy pronto los muchos buenos recuerdo de estos nueve inolvidables años borrarán la hiel del último cuarto de hora.

El presidente Kennedy solía citar la letra del tema central de Camelot, definiendo premonitoriamente su paso por la Casa Blanca como un breve momento de esplendor. Ni yo seré en toda mi vida otra cosa que un periodista-periodista, ni DIARIO16 ha sido América, ni ninguna de mis queridas y maravillosas secretarias se llama Jackie. Pero en cambio, nuestro ‘momento de esplendor ha durado un poco más.

Pedro J. Ramírez

10 Marzo 1989

J.

Francisco Umbral

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Querido J., Jota entrañable, amor, de ti me vino la confianza y la gracia de los jóvenes, esa sabiduría misteriosa que tenéis, ese tener que tienes, Jota, Pedrojota.

Primeras Aljubarrotas de este oficio que hoy te aciertan en el corazón adolescente e impar. Mi corazón lo llevo al aire, Jota, y no desisto, Pedro y no desisto de decirte que bien, que bueno, sí y que mires la sangre que me sangra, genealogía de las cicatrices, treinta años de periodismo entre ser el que uno es y ser el colectivo que es todo buen periodista. A veces prima el uno, a veces el colectivo, ya no sé por qué, amor, ni sé por dónde. Delicado ejercicio es el nuestro, oficio de escribir desde el uno total para el colectivo individual que nos lee, maniobra de llegar desde el colectivo que es todo periódico (colectivo siempre aleatorio, confuso, alegre y culpable: un arte, pero también una industria, como el cine, la otra literatura del siglo XX, con la de rotativa), llegar, digo/decía, del colectivo fungible, utópico y pragmático al individuo que es toda la multitud. Pero de esto saben más que yo y mejor lo haces que sólo en dolores, lances, males, calamitades te aventajo, Jota. Vive tu propia guerra como Rilke nos exhorta a morirde nuestra propia muerte. Yo la vivo contigo, la vivimos porque son la misma y tan distintas. Y lo que aprende uno de los jóvenes (de los viejos ya no se aprende nada y menos si tienen poder).

De ti he aprendido, Jota, tantas cosas en tan poco tiempo, y ahora aprendo a perder por cómo pierdes, yo que lo tengo todo perdido y canto tu crecer en la caída, tu subir, tu llegar, y solo quisiera que mi palabra equivaliese a tu silencio, mi insistencia a tu ausencia, mi amor a tu dolor, mi edad cansada a tu valiente edad. Escucha, Jota, mira, el otro día por una radio me dijiste, toda España lo oyó: ‘Escribe, Paco, escribe, sigue, insiste, haz democracia, libertad, palabras, sé crítico y sé’.

Aquí me tienes, Jota, niño, sabio, alertando al lector cada mañana, optando, en fin, por la palabra en llamas y llenando de luz un rincón de mi vida, por dar cuenta de algo y de alguien, mientras pueda. Eso te pasa a ti, por más que con el dedo. Cuánto he mirado, con cansancio claro, tus incansables guerras cada día, y sabes que te he hablado de utopías que no se alcanzan, pero cuánto se alcanza persiguiéndolas. Lo que ha sido tu oficio y lo será, acertar y acertar, y distraerte, insistir, insistir, y yira/yira, cuando no tengas fe ni yerba de ayer secándose al sol. Fe tienes más que yo, yo tengo yerba. Eso hemos compartido, intercambiado, durante meses de matrimonio intenso, que camaradería la camaradería, de ti he aprendido incluso a equivocarme. Y no diré que a retirarme a tiempo, porque eso lo hice muchas veces en la vida, y un aura de toreros que me aureola, el Palomino, Ostos Dominguín, me han mostrado el desplante y lo he jugado. No ha hecho uno en esta vida sino retirarse de las cosas de las mujeres, de los amigos, de los enemigos, de los periódicos (que siempre son amigos/enemigos).

Pero de ti aprendo este último desplante, lunes a lunes, tú, confesor y mártir, casi virgen, de nuestra comerciada democracia. Se lucha por la verdad desde todas partes, y ahora hemos cambiado de pupitre o de tronera, Jota, pero el periodista es como aquellos pacos de nuestra olvidable guerra civil, que disparaban desde los tejados. Cualquier tejado es bueno para hacer la guerra, hasta que se hunde o una teja te cae en la cabeza. Mira a ver lo que puedes, mira a ver lo que puedo, tú, que como una novia adolescente, le trajiste nueva prisa a mi prosa, nueva brisa. Gracias a ella y a ti estoy aquí, y desde aquí te escribo y tú me lees. Yo canto en mi vejez lo que me queda por cantar y por contar, que es poco. Tú vacas a lo tuyo (amor, política, periodismo) mientras tu juventud canta por ti. No hay otra asignatura que la de los jóvenes, que en ti he cursado cada día. Hasta que me has dado la gran lección final. A España y la democracia se la has dado. Viejo aprendiz de tu taller he sido. Por ti abro mi taller, porque me sepas, cada mañana lívida y difícil, Jota.

Francisco Umbral

10 Marzo 1991

Sospecha de operación político tras el cese de Pedro J. Ramírez

Pablo Sebastián

El poder del PSOE acosa a la banca y a la prensa

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La proximidad de importantes campañas electorales, y la seguridad de que el PSOE puede perder la mayoría absoluta del Parlamento según todos los sondeos de opinión que se conocen, parecen haber acelerado de ímpetu de los aparatos de poder, de la presidencia del Gobierno y de la cúpula del Partido Socialista en pos de una mayor presencia de ambos en los medios de comunicación pública y privada y en los grandes grupos financieros del país. La operación política-financiera presidida desde Cartera Central por el ex ministro de Hacienda, Miguel Boyer, contra los bancos Banesto y Central, coincide con la aceleración del proceso de concesiones de canales privados de televisión y con la puesta en marcha urgente de los canales autonómicos estrictamente controlados, mientras financieros próximos a la Moncloa y grupos paraestatales con amplio poder adquisitivo toman posiciones en proyectos editoriales y en diarios de provincias y de ámbito nacional. La presencia en el Grupo16 de los íntimos colaboradores de Fernando González Urbaneja, el portavoz de Cartera Central y de Miguel Boyer – Enrique Badía y Carlos Díaz Güell – como nuevos directores de las principales publicaciones del grupo, sumada a la presencia de Carlos Bustelo – consejero de Cartera Central en Banesto – como presidente de las publicaciones económicas del Grupo16, han levantado la sospecha de que el cese de Pedro J. Ramírez como director de DIARIO16 responde a algo más que a una sola discrepancia empresarial.

10 Marzo 1989

"Estamos hartos de que los únicos mártires sean los directores que nos flagelan a los trabajadores de los periódicos"

Carlos Pérez Díaz

Reportaje de Concha Vargas

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La asamblea comenzó a las cuatro de la tarde con los ánimos sobresaltados y casi la sensación de que aquello iba a saltar por los aires. Durante cuatro horas la redacción de DIARIO16 estuvo reunida discutiendo el cese de su director. Inexplicablemente, esa misma redacción que tanto ha protestado siempre cuando a alguno de sus redactores se le negaba la entrada en cualquier sitio el pasado miércoles, negó la entrada a los compañeros de prensa, incluidos los reporteros gráficos.

El comité de empresa habló primero explicando las dos posturas correspondientes, la del editor, Juan Tomás de Salas y la del director cesado, Pedro J. Ramírez. Después de eso, Ramírez tomó la palabra para explicar lo inexplicable de su cese. Esto es una operación política con instrumentación financiera dirigida desde el Gobierno, apuntó el cesado director. Juan Tomás de Salas comunicó esta noticia a su hermano y director general del grupo, Alfonso de Salas, el domingo por la noche y luego me lo comunicó a mí – continuó Ramírez – En un primer momento el editor nos ofreció a mí y a los altos ejecutivos del grupo que abandonaran también DIARIO16 la oportunidad de reencauzar la situación buscando un comprados y haciéndonos nosotros con el control del periódico para garantizar su línea profesional e independiente. Así eran las cosas hasta ese momento. Pero el miércoles por la mañana Juan Tomás ha roto su compromiso, habiéndonos dado un plazo de una semana, ha roto las negociaciones y ha iniciado el proceso para despedirnos. Esto se tendrá que resolver ahora en el plano jurídico, nosotros hemos puesto nuestro problema en manos de un abogado tan competente como Ramón Hermosilla.

Así se explicaba el ex director de DIARIO16, poco después de que uno de los antiguos sindicalistas de DIARIO16, Carlos Pérez Díaz contara a los periodistas la marcha de la asamblea. Carlos Pérez, diputado del PSOE en la Asamblea de Madrid y redactor jefe de cierre, expulsado por Pedro J. Ramírez hace seis meses, actual director de la revista CLUB 16, resumía así su opinión: “Los periodistas en España estamos hartos de que los únicos que puedan salir por la puerta grande como héroes y mártires de la información sean los directores. En esta casa hemos tenido varios casos, el director de CAMBIO16 hace poco, el antiguo director de esta casa Miguel Ángel Aguilar hace unos años, y ahora Pedro J. Ramírez. Pues bien, aquí los únicos que han tenido la mayor libertad de expresión y los que han estado mejor pagado han sido justamente los directores y curiosamente son los que al final piden solidaridad a los que han estado flagelando, al menos ideológicamente en este caso. Y a mí esto me parece inmoral”.

Para Carlos Pérez, “los trabajadores creemos que no debemos entrar en los problemas que hay entre en los problemas que haya entre dos personas, Juan Tomás y Pedro J. Y si este último después de varios años de estar aquí sobre nosotros y no comportarse favorablemente con los trabajadores pida hoy solidaridad, me parece absolutamente incorrecto. Y presumo que la solidaridad la va a tener exclusivamente de una minoría, en general beneficiada por la gestión de Pedro J., porque de 350 trabajadores que hay en esta casa, Pedro no consigue la solidaridad ni de un 15 o un 20% y lo digo yo porque conozco el tema. Esto ya se ha repetido en esta casa otras veces y no estamos dispuestos a que se vuelva a repetir. Lo que no puede ser es que un director que ha estado hablando negativamente de su redacción hasta hace poco pida ahora solidaridad con él. Y ahora acaba de decir que está dispuesto él y otros cuantos a comprar el periódico y los que llevamos muchos años en el sindicalismo sabemos que eso es iniciar un proceso que puede ser negativo para la empresa. Se reúnen las asambleas, se ve cuánto cuesta el periódico, se establecen contactos con grupos, etc. Mientras tanto el periódico carece de la dirección que debe tener y al final se puede ir todo al traste. A mí esto me da mucho miedo porque no es la primera vez que ocurre en este país y Pedro J. Ramírez parece que lo que quiere es que si él se va que el barco se hunda y nosotros no vamos a permitir que esto ocurra. A mí me sugirieron hace unos meses que me fuera por incompatibilidad con Pedro, y también en los últimos meses excelentes cuadros de este periódico han tenido que abandonar por incompatibilidad con él y ahora le parece extraño que le cesen”.

"El presidente Felipe González me dijo que yo hacía un periódico terrible"

Pedro J. Ramírez

Entrevista de Graciano Palomo Cuesta

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En esa operación político-financiera montada para mandarle a la calle. ¿Qué nombres brillan con luz propia?

El propio domingo y el lunes por la tarde Salas me ofreció la posibilidad de que yo le comprar el periódico, de que buscara capital para garantizar la continuidad de la línea de independencia crítica del periódico: nos dijo que DIARIO16 valía 4.000 millones y que como prueba de su sinceridad él mismo nos ayudría a iniciar gestiones al respecto. De hecho mantuvo un contacto con el grupo de Hachuel y el propio Sr. Baviano [Javier Babiano] ofreciéndoles el periódico. También él autorizó a su amigo y abogado Ignacio Gómez Acebo – representante de Murdoch en España – a que iniciaran negociaciones conmigo para tratar de vender el periódico a ese grupo.

El propio martes por la mañana yo mantuve una entrevista con Gómez Acebo y como consecuencia de la misma se estableció una cita al miércoles a los quince horas en el despacho del abogado – Castellana 164 – a la que iban a acudir tres altos representantes del grupo Murdoch que vinieron expresamente de Londres. Estos últimos acudieron a la cita, pero lógicamente no acudí a la cita porque esa misma mañana Salas me cesó incumpliendo sus promesas, afirmando que había cambiado de opinión y que lo único que había que negociar era mi marcha.

Cuénteme sus relaciones con el Presidente González y en qué términos

Me recriminó en términos terrible la línea de DIARIO16 y en concreto sobre el caso Amedo y sobre Herri Batasuna. Me dijo muchas cosas tremendas, pero textualmente diré una “Lo que está haciendo tu periódico es terrible”. También profirió otras cosas, pero me siento atado por la confidencialidad y me callo”:

Desvéleme qué grupo le hizo la tentadora ofreta y para qué puesto. Dirigir EL PAÍS quizá?

No lo voy a desvelar, salvo que era el más poderoso grupo de comunicación de España [GrupoP PRISA] y que la oferta no se podía rechazar. Sin embargo, yo la rechacé.

13 Marzo 1989

"El PSOE pidió mi cabeza y Juan Tomás de Salas me la ha cortado"

Pedro J. Ramírez

Entrevista de Charo Nogueira

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¿Se considera una víctima de la lucha por la libertad de expresión?

La palabra víctima es horrorosa. Lo que está claro es que mi cabeza ha rodado y no ha sido por motivos profesionales. Nueve días antes de mi cese fui felicitado por el Consejo de Administración que preside Juan Tomás de Salas. Algo no encaja.

Entonces ¿por qué le han destituido?

Sinceramente, creo que por motivos políticos.

¿El PSOE pidió su cabeza y el editor se la ha dado?

Las cosas a lo mejor no son tan automáticamente así. Ahora, es evidente que el PSOE deseaba mi cabeza y es evidente que Juan Tomás de Salas me la ha cortado.

¿Qué elemento ha pesado más en su destitución?

Las críticas y las advertencias del Gobierno se intensificaron a raíz de la constantación de nuestras averiguaciones sobre los GAL. Ese es el tema que les ha ppuesto frenéticos contra nosotros. También hemos sido críticos en cosas como el Mystere de Guerra. Además, el periódico simpatizó con los sindicatos el 14-D. Mi cabeza ha sido una pequeña parte de la factura del 14-D.

Pero sus desavenencias con el editor eran antiguas.

Es inevitable que siempre haya tensiones entre el director y el propietario. Juan Tomás es una persona bastante voluble; el mismo lo ha reconocido.

¿No le guarda rencor?

No, aunque me ha maltratado y me ha engañado en el desarrollo final de los acontecimientos. El día 5 nos ofreció a su hermano Alfonso y a mí la posibilidad de comprarle el periódico para mantener su misma línea mediante la entrada de un nuevo accionista. No fue una ocurrencia en el acaloramiento. Hizo la oferta en serio.

Y luego nada.

Nos dijo que había lanzado el mensaje a ver si a Hachuel le interesa el periódico. También autorizó gestiones para que el grupo Murdoch negociara conmigo la compra de DIARIO16. De hecho el día de mi cese llegaron a Madrid tres ejecutivos de este grupo para negociarlo. Yo le había advertido al intermediario de Murdoch que una condición sine qua non era que yo continuara como director, naturalmente.

Hay muchos puntos oscuros.

Me sorprende el creciente papel que en todo esto está adoptando el ex ministro Carlos Bustelo y su influencia en esta crisis. Hay una conexión personal muy fuerte entre él y Enrique Badía, mi virtual sustituto, sobre todo en la época en que éste se dedicó a otras actividades al margen del periodismo.

Días de Papel

José Luis Gutiérrez

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También esgrime Salas, ante sus amigos otras razones. Se considera ninguneado por Ramírez, en su condición de editor y propietario no cuenta para nada, como cree que debiera ser.

Juan Tomás de Salas acudió aquella mañana de un día de marzo de 1989 a la redacción del periódico para anunciar el cese de Ramírez y asumir él mismo la dirección en funciones del diario. Los directores adjuntos del periódico – Raúl Heras, Justino Sinova, Antonio Alferez y este autor – suscribimos un documento instando al presidente a que lo reconsiderara y diera marcha atrás en su decisión.

Con Juan Tomás en mi despacho comente´: “Creo que acabas de cometer el mayor error de tu vida”. Su respuesta: “Me puedo equivocar, pero creo que es lo que hay que hacer”. Mis palabras estaban fundamentadas. Conocía, además de la valía profesional de Pedro J. , la sangría de buenos profesionales que su salida significaría para DIARIO16, como así fue, y los planes de fundar un periódico alternativo, que pocos meses después se sustanciaría en una nueva cabecera: EL MUNDO.

Años más tarde, Juan Tomás me llegó a confesar que, efectivamente, se equivocó.

El Análisis

UN DESPIDO POR MOTIVOS POLÍTICO

JF Lamata

¿Despidió D. Felipe González a D. Pedro J. Ramírez? No. Por muy mal que le cayera al presidente del Gobierno el periodista, es el Sr. Salas y sólo el Sr. Salas el que como accionista mayoritario tenía el poder de cesar o mantener al director de su periódico. Por tanto no parece claro querer presentarlo como un despido político. Otra cosa es si los motivos del Sr. Salas para despedir a su director eran ‘para quedar bien con un político’, ya fuera el Sr. González o el Sr. Semprún.

Pero si lo que pretendía D. Juan Tomás de Salas con aquel despido era demostrar que quien llevaba la sartén por el mango era él y no D. Pedro J. Ramírez, lo que está claro es que lo hizo cuando ya era demasiado tarde: D. Pedro J. Ramírez se había hecho demasiado grande, es más, ya era más grande que el propio Sr. Salas y pronto lo demostraría.

J. F. Lamata