13 junio 2021

El tercer candidato, Luis Ángel Hierro, se quedó con un 5%

Primarias PSOE Andalucía 2021 – El candidato de Pedro Sánchez, Juan Espadas Cejas, destruye definitivamente a Susana Díaz Pacheco

Hechos

D. Juan Espadas fue elegido candidato del PSOE a la presidencia del a Junta de Andalucía en las primarias celebradas el 13 de junio de 2021.

Lecturas

La ex presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE en Andalucía Dña. Susana Díaz Pacheco ha perdido su última batalla política: las primarias para designar quién será el próximo candidato del PSOE a la presidencia de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas celebradas el 13 de junio de 2017.

La ex presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE en Andalucía Dña. Susana Díaz Pacheco ha perdido su última batalla política: las primarias para designar quién será el próximo candidato del PSOE a la presidencia de Andalucía en las próximas elecciones autonómicas celebradas el 13 de junio de 2017.

El alcalde de Sevilla, D. Juan Espadas Cejas, cuya candidatura había sido respaldada por D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón, ha ganado con un 55,19% de los votos quedando 17 puntos por encima de Dña. Susana Díaz Pacheco, que ha obtenido un 38,43% que no podrá, por tanto, intentar recuperar la presidencia de la Junta.

  • D. Juan Espadas Cejas – 17.415 votos.
  • Dña. Susana Díaz Pacheco – 12.127 votos.
  • D. Luis Ángel Hierro Recio – 1.740 votos.

Dña. Susana Díaz Pacheco seguirá ocupando el cargo de secretaria general del PSOE andaluz hasta el próximo congreso del PSOE en esa comunidad con la oposición de la dirección nacional que desea que deje el puesto cuanto antes.

Aunque fueron aliados en las primarias nacionales de 2014, Dña. Susana Díaz Pacheco ha sido enemiga política de D. Pedro Sánchez Pérez-Castejón desde el año 2016 y le disputó el liderazgo nacional del PSOE en las primarias nacionales de 2017 en las que fue derrotada tras lo cual trató de refugiarse en el liderazgo de su comunidad natal. Ahora ha perdido su última batalla.

11 Junio 2011

Susana es Susana, Espadas (no) es Sánchez

Teodoro León Gross

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Esto es algo más que unas primarias regionales para el PSOE. Dirimen con qué alternativa plantarán cara al Gobierno de PP-C’s que en dos años se ha consolidado

Susana Díaz ha acertado a colocar algunos mensajes certeros en su campaña de las primarias andaluzas, aunque con un lastre: los dice Susana Díaz. La idea de una reinvención de Su Susanísima, con una transformación casi bíblica, choca demasiado con la realidad persistente de su trayectoria. Del perfil de killer al de apóstola del flower power, con camisetas de lemas guay para recorrer Andalucía con una sonrisa de Hare Krishna y una banda sonora sentimental para piano y carne de gallina, no acaba de ser creíble. Sin embargo, ha sabido mantener la iniciativa, aunque Espadas se resistiera a plegarse a su agenda. En los medios triunfaron hasta esas camisetas con lemas siempre en inglés, como Choose empathy o Positivity always wins, mientras iba mutando, por los caminos rurales de Andalucía, de Reina del Sur a Princesa del Pueblo. Quién sabe nada del resultado. Las primarias las carga el diablo.

En la candidatura rival, promovida por el sanchismo aunque también por otras corrientes, cunde cierta intranquilidad mientras ella publica tuits en comunión con masas crecientes. En los primeros días se hablaba de que perdería 70/30, si acaso 65/35, y ahora nadie descarta la segunda vuelta. Tal vez finalmente sea aquel 70/30 pero admira, y quizá intimida, hasta qué punto está peleando corajudamente, por carácter y también, claro, porque sabe que no habrá piedad. La línea roja fue la visita de Ábalos antes de las catalanas aprovechando la salida de Illa para ofrecerle un ministerio –última oferta después de otras tantas, incluida la presidencia del Senado– y despejar así el horizonte andaluz. A partir de ahí sólo quedaba el éxito o el abismo. Si pierde las primarias, se acogerá al Consejo Consultivo, con el buen sueldo que estos órganos reservan a los expresidentes, pero será laminado todo lo que quede del susanismo, aunque buena parte de la nomenclatura del susanismo ya es exsusanista. La historia no sería clemente con ella. Sánchez ya se da por hecho que tampoco.

Esto es algo más que unas primarias regionales para el PSOE. Dirimen con qué alternativa plantarán cara al Gobierno de PP-C’s que en dos años se ha consolidado complicándoles la reserva histórica del granero del sur; afecta al liderazgo del partido si su mayor agrupación deviene territorio comanche, debilitando apuestas ya débiles como los indultos; y finalmente se leerán como una segunda vuelta del Sánchez vs Susana de 2017, que podrían enviar un mensaje del hundimiento creciente del presidente. Moncloa ha trabajado discretamente en los meses previos evitando bendecir al alcalde de Sevilla en su campaña de perfil bajo, pero se les ha visto ahí en la inquietante recta final. Eso sí, Susana Díaz ha evitado el cuerpo a cuerpo y las críticas –esta vez nada de “mientes cariño” o “tu problema eres tú, Juan”– ayusizándose teresizándose, esto es, apelando a la libertad y reclamando autonomía andaluza, para marcar distancia con Sánchez tirando de victimismo. Y aunque Espadas no es Sánchez, de algún modo sí será Sánchez, porque se intuye que muchos irán a votar en clave Sánchez.

13 Junio 2021

Sánchez gana la última batalla

Anabel Díez

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El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha ganado la partida en estas primarias para satisfacción de la dirección federal del PSOE y de su secretario general

Dos años y medio después de empezar la operación para apartar a Susana Díaz de la primera línea política, el trabajo ha concluido. La secretaria general del PSOE de Andalucía no podrá optar a encabezar la candidatura a la presidencia del Gobierno andaluz por decisión de los militantes. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha ganado la partida en estas primarias para satisfacción de la dirección federal del PSOE y de su secretario general, Pedro Sánchez. Nunca manifestaron su apoyo a Espadas, nunca señalaron que era el candidato de la dirección federal y, ahora, no tienen por qué declararlo. Ya pueden ampararse en el socorrido “ha hablado la militancia”.

Pedro Sánchez ha vuelto a ganar a Susana Díaz. La onda expansiva de las primarias en el PSOE andaluz para elegir al candidato a la presidencia de la comunidad llega hasta el presidente del Gobierno de España. La victoria de Juan Espadas no solo aparta a Susana Díaz, sino que da un respiro a Pedro Sánchez, en medio de una campaña muy dura de la derecha por la cercana concesión de indultos a los condenados independentistas catalanes, y tras la amargura del pésimo resultado electoral en Madrid el 4 de mayo. El PP estaba muy pendiente de este proceso interno de los socialistas para calibrar el apoyo a Sánchez en un territorio clave para el PSOE.

Pero este 13 de junio va a ser una fecha amarga sobre todo para Susana Díaz, que condicionará su vida profesional y personal. La cuenta atrás para la secretaria general de los socialistas andaluces —que la noche de este domingo ha anunciado que dará un paso al lado y no se presentará a la secretaría— comenzó la noche del 2 de diciembre de 2018. Su victoria electoral en las elecciones andaluzas no le sirvió para nada. Nadie dudó de que el PP y Ciudadanos formarían una mayoría con la imprescindible ayuda de Vox.

Hubo prisas en la cúpula socialista por derribar a Susana Díaz antes de las elecciones municipales de seis meses después, pero Sánchez mandó parar. No quería una guerra cuando había que centrarse en esas elecciones y optó porque todos los candidatos estuvieran a lo suyo. El relevo de Díaz lo dejaron para tiempo después. No lo olvidaron a pesar de los esfuerzos de la política andaluza por echar tierra a la historia de su enfrentamiento descarnado con Pedro Sánchez. Si se mira atrás, al principio de las desavenencias, es imposible negar que Díaz fue a por él, sumó apoyos y consiguió que Sánchez tuviera que dejar la política. Ni el olvido ni el perdón han estado en el ánimo de Sánchez y los suyos, aunque intentaron una salida airosa. Hubo ofertas para que Díaz facilitara el relevo con la aceptación de cargos de gran calado institucional. No las aceptó.

Pues a ganar, fue el objetivo de Sánchez, en todos los terrenos. Y el sueño de disponer de una mayoría próxima a sus intereses en Andalucía se ha cumplido. Se trata de política, pero en este caso, también había algo personal. En el entorno del presidente del Gobierno, entre los que le apoyaron desde su primera hora, rememoran los embates de Díaz contra él, hasta echarle en un primer combate de la política. Con sus posteriores victorias, en el partido y en las elecciones, la sentencia de Díaz estaba firmada. Solo la hubiera salvado haber continuado con la presidencia de la Junta. A los que ostentan el poder no se les molesta en ningún partido. O que los militantes de base la hubieran indultado. No ha sido el caso. Cuenta saldada.

14 Junio 2021

Sánchez se deshace de Susana Díaz

EL MUNDO (Director: Francisco Rosell)

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DESPUÉS de años de inclemente enfrentamiento público, Pedro Sánchez ha logrado apartar a Susana Díaz de la primera línea del PSOE andaluz. Ayer, el candidato apadrinado por el Gobierno y por la dirección federal del partido, Juan Espadas, derrotó a la ex presidenta de la Junta de Andalucía en el primer proceso de primarias mediante el cual las bases andaluzas han podido elegir a su candidato electoral. El alcalde de Sevilla logró el apoyo de más del 55% de los votantes, mientras que Díaz apenas superó el 38%. De esta forma, Sánchez anula políticamente a una de sus principales adversarias dentro de la organización, a la que, tras perder el gobierno autonómico en 2018, pidió expresamente, por boca de José Luis Ábalos, que diera un paso atrás. Díaz no solo se negó en esa ocasión, sino en otras muchas en las que le exigieron que no concurriese a las primarias, situación en la que ha ido resistiendo desde entonces, a cambio de renunciar a participar en el debate nacional y manifestar públicamente su rechazo a la política de alianzas con los independentistas de Sánchez.

El presidente del Gobierno, que forzó el adelanto de las primarias, previstas para dentro de seis meses, ejerce desde hoy un control más férreo sobre el partido, al que está convirtiendo en una organización monolítica, sin democracia interna, en la que la discrepancia se paga con la laminación política.